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De Ubrique a Menorca, un viaje pueblo a pueblo de la artesanía ‘made in Spain’

La cerámica de la Cartuja, el cuero de Ubrique o las albarcas de Menorca son sólo algunos ejemplos del amplio arraigo de la artesanía en todos los puntos de la geografía española.

De Ubrique a Menorca, un viaje pueblo a pueblo de la artesanía ‘made in Spain’
De Ubrique a Menorca, un viaje pueblo a pueblo de la artesanía ‘made in Spain’
Las Zonas de Interés Artesanal son agrupaciones municipales en los que concurren características especiales de producción, comercialización o concentración de talleres artesanos.

I. P. G.

12 jun 2023 - 05:00

El encaje de Camariñas, las jarapas de la Alpujarra o el bordado de Lagartera son sólo algunos ejemplos de la gran tradición artesana en territorio español. En este Insight, patrocinado por Tous, Modaes repasa las claves del sector artesano en el país, sus retos y operadores clave y sus oportunidades a futuro.

 

 

Insight: El mapa de la artesanía en España

 

 

Realizar un mapa completo de la artesanía española se antoja casi imposible. La falta de datos detallados por autonomías y el fuerte arraigo local de la mayoría de los artesanos, muchos de ellos fuera de las grandes capitales, hacen difícil trazar una radiografía completa del sector. Sin embargo, un vistazo rápido a cada comunidad da una muestra de la fortaleza artesana de todo el territorio español.

 

Un primer indicativo podrían ser las Zonas de Interés Artesanal, definidas como un territorio formado por agrupaciones municipales en los que concurren características especiales de producción, comercialización de productos artesanos o concentración de talleres y cuyos productos se identifican como genuinos de dicha zona, y pensadas para impulsar la política de clústers.

 

Las cinco comunidades autónomas que las reconocen son Andalucía, Castilla y León, Castilla y la Mancha, Cataluña y Extremadura. A cierre de 2022, Andalucía contaba con once Zonas de Interés Artesanal que engloban 197 talleres repartidos por toda la comunidad.

 

 

 

 

Además, han sido reconocidos 49 Puntos de Interés Artesanal, vinculados a menudo a un solo artesano. La zona que más talleres aglutina es la de Ubrique-Prado del Rey-El Bosque-Benaocaz, en Cádiz.

 

De todas las localidades de la zona destaca Ubrique, que es el principal hub español de la marroquinería cuyo trabajo de la piel ha seducido a las principales compañías de lujo del mundo.

 

Mención aparte merece Sevilla que, si bien no tiene designada ninguna Zona de Interés Artesanal, cuenta con representantes notables como La Cartuja, de cerámica, o la sombrerería Fernández y Roche.

 

Los artesanos de la provincia tuvieron un nuevo empuje de popularidad gracias al desfile que Dior organizó en la capital en 2022. La firma se apoyó en talleres locales como el de los mantones de Ángeles Espinar o el cuero de Javier Menacho.

 

 

 

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Castilla y León tiene cuatro Zonas de Interés Artesanal: Portillo (Valladolid), Jiménez de Jamuz (León), Las Merindades (Burgos), y Pereruela (Zamora). Portillo, Jiménez de Jamuz y Pereruela son conocidas por su histórico sector del barro, una tradición que se remonta al siglo XV y sigue vigente. En Las Merindades, la tradición artesanal está vinculada a oficios tradicionales de desarrollo del sector agrario y ganadero, a una artesanía utilitaria, funcional y decorativa.

 

También Castilla-La Mancha cuenta con una gran tradición alfarera, aunque su seña de identidad es la cuchillería. Dentro del sector de la moda, destacan proyectos como el de Artseanía Nava, especializada en mantones en Toledo.

 

Cataluña, por su parte, cuenta con ocho Puntos de Interés Artesanal, definidos como un municipio o área de un municipio con un mínimo de cinco talleres artesanos o con una tradición de largo recorrido o reconocimiento histórico.

 

 

 

 

Los ocho puntos son: los distritos municipales de Gracia y Ciutat Vella, en Barcelona; el Poble Espanyol de Montjuïc, también en la capital; la ciudad de Terrassa; los municipios de Alepns, La Galera y Olot y la calle Riera de Vic.

 

Dentro de la tradición artesanal de la comunidad se encuentran también el cuero de Igualada y Vic; la artesanía textil de Terrassa; el vidrio y la arcilla de Verdú, la imagen festiva de Olot o la alfarería de Quart o el esmalte de Salou.

 

En la Comunidad Valenciana se encuentran los polos españoles más importantes del calzado, en el eje Elda, Elche y Petrer, pero la comunidad cuenta también con una gran tradición de mimbre y junco en Gata de Gorgos y Pedreguer; de tejidos en Altea; de cerámica en Onda y Ribesalves o de alfarería en Vall d’Uxó, Traiguera y Segorbe.

 

También destacan las mantas de Morella, las alpargatas de Villena y Val d’Uxó o los bastones de madera de Segorbe. La comunidad cuenta con un Centro de Artesanía, una entidad impulsada por la Generalitat Valenciana en 1987 como el Consorcio de Gestión del Centro de Artesanía de la Comunitat Valenciana, pensada para difundir la artesanía de la región y “promover la consolidación y la competitividad de las empresas”.

 

 

 

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Extremadura, por su parte, tiene tres áreas declaradas de Interés Artesanal: Salvatierra de los Barros, con una larga tradición de alfarería; Llerena, con alfarería, cerámica y forja; y Torrejoncillo, donde además de alfarería hay tradición de calzado, bordados y orfebrería.

 

En Galicia, la protección de la artesanía cobró particular relevancia con la creación del Rexistro Xeral de Artesanía de Galicia en 1994. Ahora, la principal iniciativa para proteger el sector es Artesanía de Galicia, una fundación pública impulsada por la Xunta de Galicia.

 

La región destaca sobre todo por sus talleres (obradoiros) de textil y moda, cerámica y alfarería y joyas y bisutería, y cuenta con compañías históricas como Sargadelos, una compañía con más de 200 años de historia cuyos orígenes se remontan a la Real Fábrica de Sargadelos en el municipio lucense de Cervo. Otras artesanías reconocidas en la zona son el encaje de Camarillas o la cestería, con amplia tradición por toda la comunidad.

 

 

 

 

La artesanía de Madrid, quizás no tan asociada a la identidad de la región como en otras comunidades, es muy diversa y mantiene un gran dinamismo gracias también a ser escogida como comunidad de residencia de artesanos de otras partes de España.

 

En su repertorio de actividades y oficios de empresas artesanas, la Comunidad reconoce ceramistas, artesanos de la piel, la madera y el metal; joyeros, expertos en papel y cartón, constructores de instrumentos musicales o artesanos del vidrio, entre otros.

 

En la capital tienen su sede algunos de los mayores casos de éxito de la artesanía española, como Oteyza, especializada en sastrería para hombre y mujer y participada por Perfumes y Diseño, las históricas Capas Seseña y Sastrería Cornejo o la más joven Glent Shoes, de zapatos a medida.

 

 

 

 

En Aragón, destaca el alabastro, la alfarería, el calzado y el cuero y la madera, mientras que Baleares tiene una amplia tradición zapatera de abarcas y cestería, además de objetos como el siurell o las jarras de barro calados o las telas mallorquinas conocidas como las Robes de Llengües.

 

Canarias, que cuenta con una estrategia para el sector, cuenta también con un dinámico tejido empresarial en cantería, telares, vidrio, calado o papel y cartón. Destaca especialmente la Roseta y el enclaje de Vilaflor, también llamado punto de aguja, un tipo de calado nacido en Tenerife y que todavía mantiene una gran tradición en la isla.

 

Un caso particular es el de Murcia, que cuenta con un Centro Tecnológico de Artesanía y presume de ser el primer productor nacional de belenes. La seda, principal motor de la economía murciana en los siglos XVIII y XIX, los bordados de Lorca o el esparto, la cerámica y la alfarería son algunos de sus sectores principales.

 

 

 

 

En La Rioja, donde el vino y la gastronomía dominan la artesanía, también hay ejemplos dentro del sector de la moda, como las Mantas Ezcaray, radicadas en el pueblo del mismo nombre, o el calzado de Cervera del Río Alama o Arnedo.

 

En País Vasco, la gran tradición minera ha dado lugar a una actividad artesana basada en la piedra y los metales, pero en la que tienen también lugar el calzado, con las abarkak de Guipúzkoa, o la artesanía de madera.

 

En Asturias, con artesanos de piel, joyería o cerámica, entre otros, tiene su sede también uno de los ejemplos de más alcance de la artesanía española moderna con Reliquiae, una firma de bolsos impulsada por Héctor Jareño, quien diseña también los bolsos de la histórica firma Pertegaz.

 

En Cantabria, destaca el trabajo relacionado con la madera, con productos característicos como los zuecos de madera o la albarca. También es especialista en cuévano, un cesto grande de mimbre pensado inicialmente para la vendimia.

 

Por último, en Navarra, el Gobierno foral promueve la artesanía a través de un directorio online en el que destacan artesanos de la joyería, el textil o la madera para la producción de instrumentos musicales.