Esprit da marcha atrás en Australia y abandona el país tras cambiar de consejero delegado

Esprit continúa reestructurando su negocio tras cambiar de consejero delgado. El grupo de distribución de moda, pilotado desde marzo por Anders Kristiansen, ha decidido echar el cierre a su negocio en Australia y Nueva Zelanda. La operación conllevará unos gastos extraordinarios para la compañía de entre 150 millones y 200 millones de dólares de Hong Kong (15,9 millones y 21,25 millones de euros).

En la actualidad, Esprit cuenta con 67 puntos de venta en el mercado australiano y neozelandés, de los cuales 38 son corners en grandes almacenes y trece outlets. Todos ellos generaban pérdidas para la compañía. En el ejercicio fiscal 2016-2017, las ventas de la empresa en esta región ascendieron a 297 millones de dólares de Hong Kong (31,5 millones de euros), representando menos del 2% de su cifra de negocio a escala global.

La retirada de la empresa de la región se produce en el marco de una reorganización de la cúpula de Esprit, inmersa desde hace años en un proceso de reestructuración por la caída continuada de sus ventas y el incremento de las pérdidas. El pasado marzo, José Manuel Martínez, consejero delegado de Esprit desde 2012, abandonó su cargo y cedió el timón a Anders Kristiansen, ex directivo de New Look.

Esprit opera con 67 puntos de venta en Australia y Nueva Zelanda, ninguno de ellos rentable

A principios de año, Esprit también encogió su negocio en Hong Kong mediante el cierre de dos de sus flagship stores en la ciudad asiática. En concreto, Esprit bajó la persiana de sus tiendas insignia en Peking Road y en Causeway Bay.

El grupo, que cotiza en la bolsa de Hong Kong, cerró el primer semestre del ejercicio con unas pérdidas de 954 millones de dólares de Hong Kong (99,2 millones de euros), frente al beneficio neto de 61 millones de dólares (6,3 millones de euros) del mismo periodo del año anterior.

En los seis primeros meses, Esprit contrajo su cifra de negocio un 3,4%, hasta 8.039 millones de dólares de Hong Kong (835,6 millones de euros). La empresa redujo su facturación en todas las áreas geográficas y, tal y como tenía previsto, donde más la disminuyó fue en la región de Asia Pacífico.