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Diana Cayuela (Intexter): “Hay investigación de calidad, pero hace falta más apoyo público”

Cayuela se convirtió hace una semana en la primera mujer en liderar el Instituto de Investigación Textil y de Cooperación Industrial de Terrassa (Intexter), un cargo que ostentará durante seis años.

Diana Cayuela (Intexter): “Hay investigación de calidad, pero hace falta más apoyo público”
Diana Cayuela (Intexter): “Hay investigación de calidad, pero hace falta más apoyo público”
Doctora en Ciencias Químicas, Cayuela era hasta ahora la responsable del laboratorio de polímeros textiles de Intexter.

Cristina Sanchis

2 nov 2023 - 05:00

Diana Cayuela se convirtió el pasado 26 de octubre en la primera mujer, en sesenta años de historia, en asumir el liderazgo del Instituto de Investigación Textil y de Cooperación Industrial de Terrassa (Intexter), un cargo que ostentará durante seis años. Doctora en Ciencias Químicas, Cayuela era hasta ahora la responsable del laboratorio de polímeros textiles de Intexter, vinculado a la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). La experta reclama más apoyo público para que la investigación y la industria textil puedan estar a punto para cuando llegue la avalancha normativa de Europa, y reivindica el trabajo hecho pese a la falta de ayudas. “La industria textil y la investigación de la industria necesitan apoyo del gobierno porque nos encontramos con muchas limitaciones -sostiene Cayuela-; sí que hacemos investigación de calidad, pero no somos tan grandes porque no se ha invertido”.

 

 

Pregunta.: ¿La nueva legislación puede ser una oportunidad para la industria local? ¿Se está aprovechando?

 

Respuesta: Son una oportunidad para toda la industria textil, en la que también entra la local, sí. Sin embargo, también es una dificultad porque hay que poner a punto muchas cosas antes de su definitiva aplicación y todavía no se sabe muy bien cuál será la hoja de ruta. Al no estar la normativa completamente desarrollada es difícil aventurar si realmente va a ser beneficioso para la industria local, aunque muchas de las empresas del sector ya están empezando a trabajar en su aplicación, así como las patronales, que ya están haciendo reuniones y estudiando la posible nueva normativa.

 

 

P.: ¿Ve factibles los objetivos que se fija la UE en materia, por ejemplo, de uso de materias recicladas?

 

R.: Es una pregunta complicada, porque no se pueden reciclar las cosas de manera infinita, todo tiene un límite, va a ser complicado. Hay unas limitaciones y lo que hay que hacer desde el sector es aprender con ellas, a manejarlas, a utilizar otras maneras de reciclado… Nos hemos de acostumbrar a ver dificultades y trabajar de manera conjunta para superarlas. De momento, estamos en ello.

 

 

P.: La transición hacia la sostenibilidad ha vuelto a poner la investigación en el centro de la industria textil. ¿Cataluña es una potencia en este aspecto?

 

R.: Respecto a España, puede ser. Estamos trabajando mucho y bien, tenemos muchos proyectos de reciclaje e investigación, pero somos poco personal, no ha habido ayudas para aumentar los investigadores. La industria textil y la investigación de la industria necesitan apoyo del gobierno porque nos encontramos con muchas limitaciones. Sí que hacemos investigación de calidad, pero no somos tan grandes porque no se ha invertido.

 

 

 

 

P.: ¿Qué se puede hacer desde la investigación para ayudar a los industriales a prepararse?

 

R.: Necesitamos primero que los gobiernos inviertan en la universidad, para que cuando esto se pueda ponga en marcha podamos hacer frente a la transferencia de la tecnología a las empresas. Lo que tenemos que hacer es ponerlo a punto entre todos. Si la situación fuera utópica, la investigación ayuda al sector textil a tener los procesos estudiados, la metodología, hacer estudios en nuestras plantas pilotos… Si la parte de laboratorio la tenemos, y a eso le sumamos alguna prueba industrial, ya lo tenemos casi todo conseguido.  

 

 

P.: ¿Hay talento en la investigación textil española?

 

R.: Claro, yo creo que las investigaciones que hacemos pueden ir a cualquier parte del mundo. Somos partes de distintos proyectos europeos de calidad, somos una universidad muy seria y trabajamos de manera muy profesional.

 

 

P.: ¿Qué se puede hacer para que más jóvenes quieran estudiar ingeniería textil?

 

R.: Creo que no es muy conocida, aunque en los últimos años el número de jóvenes se ha incrementado a una matrícula anual de veinte personas, que parece poco pero no lo es. Claramente podrían hacer falta más, pero nuestros alumnos tienen una tasa de empleo del 100%. La industria podría absorber más alumnos, creo que el principal fallo es que es poco conocida, creo que se tiene la idea de es una industria textil del siglo XIX y se desconoce todo lo compleja que es: desde la química, a la mecánica, al diseño… Es la ingeniería más completa que hay, creo que no se conoce.  

 

 

 

 

P.: ¿Cuáles son los mayores desafíos desde el punto de vista de la investigación?

 

R.: Hay muchos. La sostenibilidad está relacionada con el reciclaje, el ecodiseño, el reciclaje mecánico, que es el que más se conoce, pero el que más se tiene que estudiar para que no se rompan las fibras, la búsqueda de nuevas fuentes de materias primas naturales, los tejidos inteligentes para aplicaciones médicas o no médicas… hay mucho que hacer. También la parte de microfibras en las aguas, menor y mayor uso de energía… hay muchos cambios en los que estamos trabajando, somos muy transversales.

 

 

P.: La inminente avalancha normativa europea ha llevado a los retailers a acercarse a la industria. ¿Se están acercando también al ámbito académico e investigador?

 

R.: Aquí hay de todo, hay minoristas que sí que se acercan, pero claro, las posibilidades de un minorista para hacer inversión son mínimas. Aunque haya intenciones, económicamente no es viable. Se pueden acercar a dar consejos, a apoyar, pero no sé si tienen la capacidad económica para invertir. La investigación no es barata.

 

 

P.: ¿Falta apoyo por parte de las instituciones?

 

R: Sí, va aumentado, pero falta. Antes, para el textil no conseguías ninguna subvención ni en España, ni en Europa y tenías que camuflarlo con otros ámbitos, como polímeros. Gracias a los cambios de la sociedad y en la economía ha aumentado mucho el dinero que se dedica a textil, pero no continúa habiendo el dinero que hay para otras investigaciones.