Bernard Arnault se agarra al trono de LVMH: podría mantenerse como CEO hasta los 85 años
El consejero delegado del grupo de lujo francés defiende su legado millonario con uñas y dientes. Si la junta general de accionistas lo aprueba, el propietario de la compañía podría mantenerse en el cargo nueve años más.


14 mar 2025 - 05:00
Bernard Arnault aún no está listo para la retirada. El magnate francés del lujo, cuya fortuna se estima en más de 200.000 millones de dólares, pretende extender su liderazgo hasta la edad de 85 años. Al frente del grupo LVMH, uno de los conglomerados de lujo y moda más importantes del mundo, el empresario presentará una propuesta a sus accionistas en la próxima junta general de la compañía, prevista el 17 de abril, que debería alargar su reinado.
Según informaciones publicadas por Reuters, la medida será sometida a votación de los accionistas antes de hacerse efectiva. De validar la extensión de la edad de jubilación de Arnault, esta sería la segunda ocasión en la que el millonario empresario desarrolla estrategias para permanecer más tiempo a la cabeza de su grupo de lujo. En 2022, la prórroga hasta los 80 ya fue votada a favor. A sus 76 años, Bernard Arnault podría liderar el grupo francés durante una década más.
La noticia se ha hecho pública coincidiendo con el último anuncio de política arancelaria que pretende aplicar el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Como reacción a los nuevos aranceles anunciados por Bruselas, Trump ha amenazado con imponer aranceles del 200% al vino, el champán y otros alcoholes procedentes de la Unión Europea.
Bernard Arnault presentará en junta general una medida para alargar su mandato
Francia es, inevitablemente, uno de los países más amenazados por la represalia. Y el negocio de Arnault, con su histórica división de alcoholes conocida como Moët Hennessy, sería uno de los principales afectados de aplicarse la medida. En 2024, la empresa de lujo redujo sus ventas un 2% hasta 84.683 millones de euros. La división de vinos y alcoholes, por su parte, contrajo su facturación un 11% hasta 5.862 millones de euros.
Hasta los 85 años para poder controlar a Donald Trump
Desde la victoria de Donald Trump en las pasadas elecciones, el millonario Bernard Arnault ha volcado sus esfuerzos en mantener relaciones amigables con el presidente y el mercado, por el que apostó claramente en 2019 con la compra de la firma de joyería Tiffany. El empresario francés no sólo compartió espacio con Trump en la reapertura de la catedral de Notre Dame el pasado diciembre, a la que acudieron jefes de estado y grandes personalidades; sino que también asistió a la investidura del presidente, a finales del pasado enero. Hace ya seis años, los primeros contactos estrechos entre ambos poderosos se produjeron a partir de la inauguración de una fábrica de Louis Vuitton en el país americano, impulsando el made in Texas.
Al frente de la compañía LVMH como presidente y consejero delegado desde 1989, cuando Arnault tomó el control del grupo a partir de una serie de maniobras financieras estratégicas, el empresario francés aún no ha dado públicamente a conocer el nombre de su sucesor. Y todo parece indicar que el ejecutivo quiere asegurarse de ceder el testigo en el mejor momento económico y geopolítico posible, al miembro de la familia mejor posicionado.
La sucesión familiar está, no obstante, en marcha desde hace años gracias a la estructuración legal y a los nombramientos estratégicos. El millonario francés es padre de cinco hijos. Delphine y Antoine Arnault, fruto de su primer matrimonio, fueron los primeros en ocupar puestos de responsabilidad en el grupo. Impulsora del LVMH Prize, la primogénita de la familia es, desde 2023, consejera delegada de Christian Dior Couture, la maison más importante del grupo.
Por su parte, Antoine Arnault es director de imagen de LVMH y, anteriormente fue director de comunicación de Louis Vuitton y consejero delegado de la firma masculina Berluti. De entre los hermanos con mayor grado de trayectoria profesional, Antoine sería el peor colocado para tomar las riendas del grupo dada su trayectoria menos vinculada a la gestión de grandes empresas.
Delphine y Alexandre Arnault son, por el momento, los hijos mejor posicionados de cara a la sucesión
Fruto de su segunda relación, Alexandre Arnault es igualmente uno de los vástagos mejor posicionados. Hace tan solo un mes, a sus 32 años, el ejecutivo fue nombrado coconsejero delegado de Moët Hennessy. Anteriormente, Alexandre había dirigido la firma de joyería Tiffany desde su adquisición por parte de LVMH y fue el consejero delegado responsable del relanzamiento de la marca de maletas Rimowa, entre 2016 y 2020.
La interrogación sobre el futuro y sus capacidades de liderazgo sobrevuela, por el momento, la carrera de los hijos más pequeños. Esta misma semana, Frédéric Arnault, de 30 años, ha sido colocado a la dirección de la marca de lujo italiana Loro Piana, después de haber ejercido como responsable de la división de relojería del grupo francés. El más pequeño de la familia, Jean Arnault, de 26 años, es director de relojería de la maison Louis Vuitton.