VF reorganiza su estructura y da más importancia a las marcas

VF Corporation refuerza sus marcas en el organigrama. El grupo estadounidense, dueño de marcas como Vans, Timberland o Wrangler, ha reorganizado su equipo directivo, en el que ganan peso sus marcas. Los directores de cada firma pasarán a reportar directamente al consejero delegado, Steve Rendle.

La corporación también ha nombrado a un nuevo presidente para The North Face, Steve Murray, que relevará a Arne Arens. Hasta ahora, Murray era presidente de América, un cargo que ahora se ha eliminado.

El ejecutivo, que lleva treinta años en el sector, fue presidente de Vans después de que VF adquiriera la firma en 2004, y posteriormente pasó a dirigir la división de Action Sports en 2009. Además, su currículo incluye haber sido consejero delegado de Airway Internacional (propietaria de la marca Dr. Martens), así como presidente de Urban Outfitters, presidente de Deckers para Europa, Oriente Próximo y África (Emea) y director global de ropa de Rebook.

VF ha nombrado a Steve Murray como nuevo presidente de The North Face

“Debemos operar de forma diferente y administrar nuestras marcas principales y emergentes de manera diferenciada para ayudar a que cada una de ellas alcance su máximo potencial”, ha señalado Rendle en un comunicado.

Sobre el nombramiento de Murray al frente de The North Face, el primer ejecutivo afirma que “es un líder increíblemente fuerte y respetado que conoce nuestra industria por dentro y por fuera”.

Murray reportará directamente a Rendle, como también lo harán Doug Palladini, presidente de Vans, Martino Scabbia Guerrini, presidente de la región Emea y presidente interino de Timberland, y Kevin Bailey, presidente de la región de Asia Pacífico y de las marcas emergentes (el resto de la cartera del grupo).

En el primer trimestre del ejercicio (entre abril y junio), VF Corporation registró unas pérdidas de 285,6 millones de dólares, frente a los 49 millones de beneficio del mismo periodo del año anterior. La facturación del grupo se encogió un 48% en un periodo marcado por el confinamiento en gran parte de Occidente.