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Especial Covid-19: Cinco años de la pandemia que cambió el mundo

China antes y después del Covid-19: de motor mundial a lastre para la moda

La política del Covid Cero implantada por el Gobierno del país generó problemas a partir del ejercicio 2021, a los que se sumaron la crisis inmobiliaria, el aumento del desempleo y un frenazo en la confianza y el consumo privado.

China antes y después del Covid-19: de motor mundial a lastre para la moda
China antes y después del Covid-19: de motor mundial a lastre para la moda

Christian De Angelis

4 mar 2025 - 05:00

Ciudades desiertas y tiendas llenas de ropa. Es el escenario que dejó en marzo de 2020 el Covid-19, una pandemia que supuso una disrupción sin precedentes para la economía mundial y que golpeó con particular dureza a la moda. ¿Cómo se ven, con la perspectiva del paso del tiempo, los meses en los que el mundo vio limitados sus movimientos y el contacto social como nunca antes para hacer frente al contagio del virus? Modaes aborda en este especial cómo se ha transformado el sector y qué lecciones dejó la pandemia del Covid-19.

 

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El Covid-19 provocó en 2020 la mayor disrupción económica global desde la Gran Recesión y, a diferencia de esa crisis, en esta ocasión sí impactó de lleno en la gran locomotora del crecimiento mundial de las últimas décadas. Tal y como resumía en 2020 un artículo de una publicación del Ministerio de Economía, firmado por Carlos J. Tórtola y Neus Alfaraz, “la crisis sanitaria generó un doble shock negativo de oferta y demanda en la economía china que causó su primera tasa de crecimiento negativa desde 1976”.

 

El artículo anticipaba que “China será el primer país en superar la crisis y uno de los pocos que se prevé que logre una tasa de crecimiento positiva este año; por ello, su ejemplo puede servir como referencia al resto de economías en su lucha contra el Covid-19”. Aunque efectivamente China fue la primera economía en entrar y la primera en salir de la crisis, la recuperación fue mucho más débil de lo esperado y los problemas se arrastran aún hoy. ¿Qué falló en la reacción china a la pandemia y qué otros factores han provocado la ralentización de la segunda economía del mundo?

 

Otro artículo de 2022 de Alicia García-Herrero para el think tank Cidob, Barcelona Centre for International Affairs, señala que los problemas de China “empezaron en la segunda mitad de 2021”. Con su política de Covid Cero, el país mantuvo entonces confinamientos draconianos y el cierre de fronteras mientras el resto del mundo ultimaba su apertura. La BBC resumía a cierre de 2022 que el desempleo juvenil alcanzaba un récord del 20%, las ganancias corporativas se reducían y el sector manufacturero volvía a contraerse en los últimos meses de aquel año. “Para un país acostumbrado a tener tasas de crecimiento anual cercanas al 9% en las últimas décadas, las cosas se están complicando”, apuntaba la emisora británica.

 

 

 

 

Antes del Covid-19, China ya se encontraba en plena burbuja inmobiliaria, con sobreoferta de viviendas y un apalancamiento excesivo por parte de los promotores. El sector, que había sido uno de los impulsores del crecimiento económico del gigante asiático, colapsó en 2021 con la crisis de Evergrande, la mayor inmobiliaria del país. El Covid-19 también afectó al consumo de un país propenso al ahorro, mientras que las empresas recortaron de forma masiva salarios y redujeron las contrataciones.

 

En 2024, el crecimiento de la economía china se situó en el 4,7%, tres décimas por debajo de las expectativas del Gobierno del país a pesar de un crecimiento de las exportaciones mayor de lo previsto. ¿Los factores en contra? Una desaceleración “más pronunciada de lo esperado” en el consumo, una estabilización “tardía” del mercado y “un nivel de confianza de los consumidores que continúa siendo bajo”, resumió el pasado enero el Fondo Monetario Internacional (FMI). El Cidob suma a este conjunto de elementos el factor geopolítico: incluso con la administración Joe Biden, Estados Unidos mantuvo la guerra comercial con China, que se enfrenta ahora a la agresividad negociadora de Donald Trump, nuevo inquilino de la Casa Blanca.

 

Las previsiones del FMI apuntan a un crecimiento de China del 4,6% en 2025 y del 4,5% en 2026, por encima de la economía mundial y también de las economías en desarrollo, pero muy por debajo del nuevo motor económico de los países en desarrollo, India, cuyo Producto Interior Bruto (PIB) escalará a ritmos del 6,5% anual.

 

 

china calle shenzen 980

 

La baja confianza provocada por el cóctel de factores económicos coincidentes en un país adicto al crecimiento ha tenido como daño colateral el sector internacional de la moda, que había puesto de forma masiva su foco en China en las últimas décadas.

 

El lujo es el segmento más golpeado, teniendo en cuenta que un tercio de sus ventas mundiales se concentran en este mercado: según Bain&Co, las ventas del lujo en el país descendieron entre un 18% y un 20% en 2024 y cerrarán este año con una evolución plana respecto al año anterior.

 

La mayor confianza de Bain respecto a 2025 no contagia no obstante a los grandes agraviados por la pérdida de China: los campeones internacionales del lujo. “Los clientes chinos en 2024 se han mantenido estables, que es mejor que nada”, dijo Jean-Jacques Guioni, director financiero de LVMH, a los analistas en su última conference con motivo de la presentación de resultados. “A pesar de ello, vemos que la situación en China ha mejorado en el cuatro trimestre, aunque no de forma destacada -agregaba-; no es nada decisivo”.

 

Bernard Arnault, presidente de LVMH, señaló, por su parte, “el Gobierno chino es ahora consciente de que necesitan reiniciar la economía y ya ha anunciado unos cuantos planes”. “El entorno estuvo severamente afectado por el Covid y después hubo una fuerte recuperación, seguida por otra crisis, la del real estate, por lo que hará falta algo de tiempo -agregó-; lo que espero es una recuperación gradual y que volvamos a la situación normal en dos años”. “No va a pasar de la noche a la mañana: en Estados Unidos habrá un boom, pero hará falta más tiempo para que China se recupere completamente”, afirmó.

 

 

china lujo 980

 

Françoise-Henri Pinault, presidente de Kering, se detuvo también en China en la conferencia con analistas tras la presentación de resultados. “En mi opinión, lo que sucede en China no es estructural; es, diría, una crisis económica bastante tradicional”, señaló. “El cliente aspiracional de China, que es la estrella del consumidor chino, se ha visto impactado por la crisis del país”, afirmó Pinault, para añadir después que “no esperamos ninguna mejora este año, tampoco un deterioro, aunque probablemente a partir del año próximo debería notarse y apostaría a que las autoridades apoyarán todavía más el mercado de consumo”.

 

La cautela es razonable tras la factura del parón chino en 2024. Para LVMH, líder mundial del lujo, Asia (excluyendo Japón) fue el único mercado donde las ventas se contrajeron el pasado año, con un descenso del 11%, mientras que para Kering las ventas de retail en Asia-Pacifico se desplomaron un 24%.

 

Hermès cerró 2024 con un crecimiento del 6% en el conjunto de Asia (excluyendo Japón), pero se muestra cauto. Axel Dumas, presidente de Hermès, dijo con motivo de la presentación de resultados de 2024 que “Hermès en general es bastante resistente y a veces nos vemos afectados, pero más tarde que otros. Esto podría ocultar el hecho de que estamos afectados por la crisis, pero, ya sabe, somos como todo el mundo. Seguimos las mismas leyes de la gravedad, por ejemplo”.

 

Para los gigantes internacionales del deporte China también ha pasado en los últimos años de gran propulsor del crecimiento al primer dolor de cabeza. Nike, líder del sector, ya empezó a notar en 2022 el parón del consumo en China, con una caída de ventas en el los nueve primeros meses de ese ejercicio del 5,8%.

 

 

 

 

Tanto Nike como Adidas han dejado de crecer en China, pero al menos defienden posiciones en el país, donde concentran cerca del 15% de sus ventas (igual que antes de la pandemia). Las perspectivas no son sin embargo halagüeñas para los gigantes del deporte: en el segundo trimestre del ejercicio en curso (periodo cerrado el pasado noviembre), las ventas de Nike en China han caído un 7% y el resultado antes de impuestos (ebit), un 27%. Para Adidas sí ha habido brotes verdes en China. Las ventas en el país en el tercer trimestre del ejercicio 2025 subieron un 9% en comparación con el mismo periodo del ejercicio precedente.

 

Las consecuencias del nuevo panorama en China también han llegado para la gran distribución de moda. El gigante español Inditex no ofrece datos específicos sobre sus ventas en el país, que agrupa en la región Asia y resto del mundo, pero atendiendo al número de tiendas que tiene en China resulta claro que es el mercado más importante de este grupo. En el primer semestre del ejercicio 2024, las ventas de Inditex en Asia y el resto del mundo encogieron un 3,3% interanual, y el peso sobre el negocio total se redujo al 16,6%.