La moda como ‘softpower’: la exposición sobre las prendas más icónicas de la realeza británica

Descifrando el estilo de la familia real británica. Bajo el título de Dress Codes, el Palacio de Kensington ha inaugurado una exposición que busca recoger aquellas prendas de moda icónicas de la familia real británica. La muestra permanecerá abierta al público hasta el día 30 de noviembre de 2025 y cuenta con 34 piezas que provienen del archivo Royal Ceremonial Dress Collection. Los diseños son testimonio de la influencia que ha tenido Reino Unido a partir de la moda durante cientos de años.

La exposición incluye prendas que pertenecieron a figuras tan influyentes como la Princesa Diana, la reina Victoria o el duque de Windsor. Por su parte, Vivienne Westwood y Catherine Walker son las diseñadoras más destacadas de la muestra. Ambas británicas han tenido un gran protagonismo durante generaciones entre las mujeres de la corona real británica.

“Uno de los aspectos clave de la vestimenta real es que, aunque puede parecer glamurosa, es ropa que cumple una función”, ha declarado Matthew Storey, organizador de la exposición y conservador de Historic Royal Places. Los miembros de la familia real representan al país de forma internacional, algo con lo que la corona real británica siempre ha sido siempre muy rigurosa, mejorando su imagen a través de la moda.

La princesa Diana se alza como una de las figuras más influyentes de la moda del Reino Unido

Casos como el de la Princesa Diana, o Lady Di, ejemplifican la influencia que ha tenido su estilo en el mundo, traspasando narrativas culturales y reforzando la posición global de la corona británica.

Diana de Gales marcó tendencia a través de prendas que se han transformado en un icono. Algunas, como el vestido largo rojo de Bruce Oldfield, que llevó durante su gira por Arabia Saudí en 1986, o su chaqueta de campo desgastada con el nombre Althrop grabado, se incluyen en la exposición.

Dress Codes también relata el deseo del duque de Windsor, o el efímero Eduardo VIII, de romper con la vestimenta más formal para optar a una “más suave”, dejando a un lado la moda “incómoda” de la generación anterior. “Amaba las telas suaves y rústicas, como el hermoso traje de tweed de 1932 que se exhibe, es la personificación de su estilo. Tiene un encantador y suave drapeado inglés”, especifica Storey.