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El coste del arancel: de los 10 millones de Victoria’s Secret a los 50 millones de Kontoor

La moda estadounidense mira con cautela un nuevo panorama comercial marcado por los aranceles a China, su gran proveedor tradicional, y la posibilidad de otros a Canadá o México, grandes mercados de aprovisionamiento y consumo.

El coste del arancel: de los 10 millones de Victoria’s Secret a los 50 millones de Kontoor
El coste del arancel: de los 10 millones de Victoria’s Secret a los 50 millones de Kontoor
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, en marzo de 2025.

Celia Oliveras

10 mar 2025 - 05:00

La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha revolucionado los mercados internacionales y a las empresas de moda. Es temporada de presentación de resultados y compañías como Adidas, Gap o Foot Locker ya han calculado el impacto de la guerra comercial en sus negocios. De los cinco millones de dólares previstos por Abercrombie a los más de 50 millones en los que ha cifrado el dueño de Lee y Wrangler el impacto en su resultado operativo, la moda ha sacado la calculadora para estudiar el efecto de esta nueva era del comercio mundial.

 

Kontoor Brands, el gigante estadounidense del denim propietario de marcas como Lee y Wrangler, es la compañía que, por el momento, prevé el mayor impacto directo en su negocio. Más allá de China, un cuarto del sourcing de la empresa está concentrado en México, por lo que de aplicarse un 10% de aranceles a las importaciones del país, el impacto no mitigado sobre los beneficios de explotación en 2025 será de aproximadamente 50 millones de dólares, según detalló el vicepresidente y director financiero del grupo, Joseph A. Alkire, en la conferencia con analistas con motivo de la presentación de resultados.

 

Por el momento, Kontoor no prevé llevar a cabo ninguna medida para mitigar dicho impacto, según Alkire, con la esperanza tanto de que el impacto acabe siendo menor de lo previsto como de “compensar en gran medida cualquier impacto potencial de los aranceles más plenamente en 2026”.

 

 

 

 

Frente a este elevado efecto que prevé la compañía, Gap, icono estadounidense y cuarto mayor grupo del mundo de gran distribución de moda, se alza como otro de los grandes optimistas. Según afirmó Richard Dickson, presidente y consejero delegado, en su propia conference con analistas, en 2024 la empresa produjo un 10% de sus productos en China, y apenas otro 1% en México y Canadá.

 

“Me ha sorprendido gratamente la resiliencia y agilidad de nuestra cadena de valor, que ha superado un gran número de disrupciones a lo largo del año”, valoró Dickson. Tras varios ejercicios a la baja, la empresa cerró su último ejercicio completo recuperando los 15.000 millones de dólares de facturación y elevando un 11% su beneficio, un buen comportamiento que prevé mantener en 2025.

 

Para este año, la proyección de Gap pasa por un aumento de las ventas de hasta el 2% y un incremento del 10% en su resultado operativo, unas estimaciones que, según aclaró Dickson, ya tienen en cuenta el posible impacto del incremento de aranceles. “Nuestras perspectivas para 2025 se basan en todo lo que sabemos hoy en día sobre la nueva política arancelaria, por lo que ya incluyen cualquier margen de impacto previsto, aunque reducido, de nuestra actividad en estos países”, explicó el consejero delegado.

 

 

 

 

“Nos aprovisionamos en hasta 17 países diferentes en todo el mundo, y la agilidad de nuestro sourcing y capacidad de movilizar producto es una característica de la que estamos especialmente orgullosos”, señaló Fran Horowitz, consejero delegado de Abercrombie&Fitch, en la conferencia con analistas con motivo de la presentación anual de resultados.

 

Robert Ball, vicepresidente de Abercrombie&Fitch y director financiero del grupo, cifró en cinco millones de dólares el impacto inicial de un incremento de los aranceles para los productos provenientes de China, México y Canadá. La compañía estadounidense cerró el ejercicio con un crecimiento del 16,4%, que se tradujo en una cifra de negocio de 4.984 millones de dólares, y aunque de cara a 2025 mantiene sus perspectivas positivas, también prevé que el crecimiento se modere a entre un 3% y 5%, en parte afectado por este nuevo panorama comercial más restrictivo.

 

Incluso distribuidores de marcas, como Foot Locker, han debido hacer frente a preguntas de los analistas sobre el impacto del movimiento arancelario. Mary Dillon, directora ejecutiva del distribuidor estadounidense de calzado y moda deportiva, aseguró estar trabajando mano a mano con las marcas para reaccionar. “Estamos siguiendo de cerca la situación, porque evidentemente tendrá un impacto en los costes y el precio para los consumidores”, asumía la ejecutiva durante la llamada con los analistas.

 

La compañía cerró el ejercicio con ventas de 7.971 millones de dólares, un 2,2% menos que el año anterior y con una caída especialmente pronunciada en Asia, de otro 17,7%. Para Mike Bauughn, director financiero de Foot Locker, la exposición de la compañía al gigante asiático es actualmente moderada, siendo un porcentaje muy reducido, de un solo dígito, de sus ventas totales.

 

En términos de aprovisionamiento, sin embargo, Dillon valoró más positivamente un posible impacto de las tensiones entre China y Estados Unidos. “La moda ha hecho un buen trabajo en los últimos años diversificando su cartera de proveedores más allá de China -afirmaba Dillon ante los analistas-; y eso supone una gran ventaja ahora mismo”.

 

 

 

 

Crocs, especializada en calzado de goma producido principalmente en Asia, prevé un impacto de aproximadamente 60 puntos básicos en su margen operativo en 2025, que la empresa calcula que se situará en un 24%, y se traducirá en hasta once millones de euros menos en el resultado bruto. En 2024, el grupo estadounidense de calzado alcanzó unas ventas de 4.102 millones de dólares, alrededor de un 3% más que el año anterior, y aunque resaltó el “año récord” que ha supuesto este ejercicio para el negocio de Crocs en todo el mundo, alertó del menor crecimiento previsto para 2025.

 

“En 2025, esperamos que la cuota de importaciones procedentes de China se sitúe en el 15%, con un 10% para Crocs y un 5% para Hey Dude”, afirmó Andrew Rees, consejero delegado del grupo estadounidense, a lo que añadió otro impacto del 4% por los posibles aranceles a México únicamente en la marca homónima. Según Ress, para 2025 el grupo tendrá ubicado aproximadamente un 15% de su sourcing en China, y prevé mantener el margen operativo de la empresa por encima del 24%, siempre y cuando, alertó el directivo, se normalice el panorama del comercio internacional.

 

Para 2025, Victoria’s Secret estima un impacto de entre 10 millones de dólares y 20 millones de dólares en su resultado operativo como consecuencia del movimiento arancelario. A cierre de 2024, el resultado operativo de la empresa ascendió a 309,61 millones de dólares. 

 

“Mientras miramos hacia 2025 y el futuro, reconocemos que existen vientos en contra a corto plazo e incertidumbre constante en el entorno macroeconómico que gestionaremos de manera agresiva y al mismo tiempo trabajaremos para construir sobre nuestra base sólida, aprovechar todo el potencial de nuestras marcas e impulsar un crecimiento sostenible a largo plazo”, señaló Hillary Super, consejera delegada de la compañía.

 

 

 

 

Entre las empresas no estadounidenses, Adidas también ha puesto cifras al efecto de los aranceles en su negocio. El gigante alemán, que concluyó su ejercicio con ventas de 23.638 millones de euros, un 10,5% más que el año pasado, ha cifrado en un solo dígito sus previsiones de crecimiento para el ejercicio 2025.

 

“¿Veremos más aranceles en Estados Unidos o no? ¿Afectarán a todos los países? ¿Qué efecto tendrá esta inflación en el mercado?”, se preguntaba el consejero delegado de la compañía, Bjørn Gulden, durante la conferencia con analistas posterior a sus resultados. El directivo aseguró a los analistas la fortaleza de Adidas para afrontar posibles disrupciones, dado el potencial de crecimiento que la marca todavía tiene en Estados Unidos, aunque también se mantuvo cauto respecto al futuro.

 

“No creo que el panorama competitivo cambie tanto como para sufrir un gran impacto, pero también es cierto que los aranceles, y la inflación que derivará, sí es la principal preocupación actual”, explicó Gulden. Para el directivo, si los aranceles acaban por aplicarse únicamente a China, como pasa actualmente, el impacto en el negocio de Adidas será aislado, ya que no es el principal proveedor del gigante.

 

Sin embargo, Gulden también añadió que, al ser el mercado de aprovisionamiento para gran parte del sector, el país podría volver a entrar en un periodo inflacionario “y cuando la inflación aumenta, el volumen baja, lo que sí puede llegar a afectarnos”, relató.