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El lujo de LVMH se refuerza en Paseo de Gracia con la segunda tienda de Kenzo en España

I. P. Gestal / C. Pareja

4 may 2016 - 05:00

Kenzo

 

LVMH gana terreno en el enclave del lujo en Barcelona. Tras Céline y Christian Dior, ahora es Kenzo la última firma del conglomerado francés en sumarse a la oferta de Paseo de Gracia, donde prepara la puesta en marcha de su segunda tienda en el mercado español. Con esta apertura, LVMH refuerza todavía más su presencia en una de las calles comerciales más caras de la ciudad, donde ya opera con flagships de otras de sus firmas como Louis Vuitton, Loewe, y Berlutti.

 

El establecimiento de Kenzo subirá la persiana en el número 33 de Paseo de Gracia, en el local que actualmente hasta ahora ocupaba el restaurante Brown 33. Hasta ahora, la enseña operaba en España a través de dos establecimientos multimarca en Bilbao y Madrid y con una tienda propia en la calle Jorge Juan de la capital. En Barcelona, la enseña está presente en Santa Eulalia, también ubicado en Paseo de Gracia. Según fuentes del sector, la operación ha sido intermediada por Ascana.

 

Kenzo, propiedad de LVMH desde 1993, fue, junto con Fendi y Givenchy, una de las firmas de la cartera de moda del grupo que mejor evolucionó en el último ejercicio, aunque la compañía no facilita datos concretos de facturación por marcas.

 

 

 

 

Otro de los motores del crecimiento de LVMH es Céline, que la semana pasada puso en marcha su primera tienda en el mercado español, también en Paseo de Gracia, en el número 91. Entre las incorporaciones más inminentes se encuentra también Christian Dior, que abrirá sus puertas en septiembre en el número 74.

 

Aunque el lujo sigue teniendo una presencia notable en la calle, cada vez son más los operadores premium o de lujo accesible que reclaman su hueco en Paseo de Gracia. “Que una marca como Kenzo se quiera instalar ahí se explica precisamente porque opera en un segmento a medio camino entre el premium y el lujo, con productos desde 200 euros”, explica Dolors Jiménez, directora de High Street de Shophunters. “Paseo de Gracia es una vía perfecta para este tipo de operadores, ya que hay un buen posicionamiento pero también mucho tráfico y afluencia turística”, añade.

 

Según la última edición del informe Main Streets Across the World, elaborado por la consultora inmobiliaria Cushman&Wakefield, Paseo de Gracia es, tras Portal de L’Angel, la segunda calle comercial más cara de Barcelona para abrir un local comercial.

 

 

 

 

El precio por metro cuadrado asciende a 230 euros al mes, frente a los 270 de Portal de L’Angel, que mantiene el oro como la calle más cara de España.  En lo que se refiere a las firmas de lujo que escogen esta ubicación para entrar en el país, la consultora CBRE explica en su informe Tendencias 2015 que “antes, la tendencia era claramente empezar por Madrid, aunque ahora hay muchos operadores que prefieren hacerlo por Barcelona, dada la elevada cantidad anual de turistas y su perfil idóneo para el retailer”.

 

Más allá de LVMH, son varios los inquilinos que han entrado recientemente en esta calle barcelonesa. Entre las operaciones más esperadas se encuentra la entrada del gigante japonés Uniqlo, que prepara la puesta en marcha de su primera tienda en el mercado español en el local que antes ocupaba Levi’s.

 

Los dos otros gigantes de la distribución de moda, Inditex y H&M, también se prepara para ganar terreno en la avenida: por un lado, Zara ultima la ampliación de su macrotienda en la esquina con Gran Vía, mientras que H&M pondrá en marcha un establecimiento de 7.000 metros cuadrados en la esquina opuesta.

 

 

 

 

Entre las últimas entradas se encuentra también la de Maje, que instaló en el número 49 una de sus mayores tiendas del mundo, Pretty Ballerinas, que se instaló en el local entonces ocupado por TCN o Uno de 50, que se instalará en Paseo de Gracia este año.

 

Uno de los últimos operadores en anunciar su entrada en la calle ha sido Hugo Boss, que relevará a Escada en un establecimiento de cerca de 600 metros cuadrados en el número 83. Pese a todos estos movimientos, todavía hay locales que continúan buscando inquilino, como es el caso del número 32, propiedad hasta principios de este año de Adolfo Domínguez y que han tanteado enseñas como Ralph Lauren.