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La colombiana Agua Bendita confía en EEUU para crecer un 15% y estudia el salto a Europa

La compañía de íntimo colombiana opera de manera directa en los mercados de Colombia, México y Estados Unidos con las líneas Agua y Agua Bendita. En el resto del mundo, la empresa está presente con franquicias y de manera online.

La colombiana Agua Bendita confía en EEUU para crecer un 15% y estudia el salto a Europa
La colombiana Agua Bendita confía en EEUU para crecer un 15% y estudia el salto a Europa
Centro de producción de Agua Bendita.

Celia Oliveras. Medellín

Agua Bendita apuesta por la internacionalización. La compañía colombiana de moda íntima, que opera con las marcas Agua y Agua Bendita y que se ha convertido en  una de las más importantes del sector en el país, confía ahora en la expansión internacional para crecer en 2024.

 

La empresa invertirá especialmente en Estados Unidos, donde ya está presente a través de franquicias y tiendas propias, según ha explicado el consejero delegado de la compañía, Esteban González, a Modaes. Estados Unidos es, de hecho, uno de los tres únicos países en los que Agua Bendita opera con establecimientos directos. Colombia, su país local, y México completan la lista de mercados en los que la empresa cuenta con una red de 60 establecimientos.

 

A pesar de que González no ha querido compartir la facturación de la empresa en el ejercicio 2023, en 2024, Agua Bendita prevé elevar un 15% las ventas, después de haber crecido ya un 10% en 2023.

 

Del total, hasta un 75% del negocio de la empresa proviene de las ventas al por mayor. El canal online acumula ya un 15% del negocio. Además de sus tiendas propias en estos tres países, Agua Bendita también opera con una red de franquicias en países como Costa Rica, Panamá, Paraguay o Venezuela. Este canal supone el 25% restante de la facturación de la empresa.

 

 

 

 

El mercado más importante para la empresa, y en el que va a destinar su expansión este ejercicio, es Estados Unidos, donde la compañía acumula gran parte de su facturación. En total, todo el negocio internacional de la empresa supone un 70%, frente al 30% que factura la empresa en Colombia.

 

Agua Bendita nació en Medellín en 2003, de la mano de Marina Hinestroza y Catalina Álvarez, las dos fundadoras que, a día de hoy, todavía mantienen la totalidad del capital de la compañía. En el medio corto plazo, ninguna de las dos tiene la intención de dar entrada a un fondo externo, y prevén financiar su expansión a través de fondos propios o créditos.

 

La empresa centraliza gran parte de sus operaciones en una planta en Medellín, que cuenta con una superficie de 2.000 metros cuadrados. En esta fábrica, Agua Bendita lleva a cabo actualmente toda la logística, desde la venta directa al consumidor, el wholesale y las ventas por internet.

 

 

 

 

De cara al primer semestre de 2025, González ha explicado que la compañía espera aterrizar en Europa, donde ahora opera a través de marketplaces, a través de una filial. La empresa tiene previsto abrir un centro logístico paralelo en el continente, para lo que está barajando ubicaciones tanto en los Países Bajos como en España.

 

La primera opción, según relata González, pasa por la ubicación estratégica del país, así como en los diferentes beneficios arancelarios del mismo. En España, por su parte, destaca la proximidad a Portugal o Turquía, desde donde la empresa importa hasta el 80% de sus telas para la línea Agua.

 

Un 30% del proceso de confección y corte también se llevan a cabo en esta planta, a través de una plantilla de 113 trabajadores. Del total, siete están destinados a las líneas de corte de la empresa, mientras que 76 personas completan la plantilla de confección propias de la compañía. El resto de la producción, Agua Bendita la externaliza a través de una red de proveedores colombianos, ubicados únicamente en la región colombiana de Antioquía.

 

Además, la empresa también ha dedicado exclusivamente parte de su producción al proceso de artesanía de bordado. En su centro logístico, la empresa tiene contratadas a 30 personas, exclusivamente mujeres, que se ocupan del 10% del bordado total de la empresa. El resto está externalizado a través de una red de talleres que tienen asociadas a más de 700 mujeres que llevan a cabo el bordado desde sus casas.