Mango: un músculo industrial de más de 600 proveedores y 1.250 fábricas

¿Cuál es la fortaleza industrial de Mango? La compañía española de distribución de moda ha trabajado en el último año con un total de 607 proveedores de prendas y complementos y un total de 1.256 factorías. Las cifras son prácticamente idénticas a las de un año atrás, a pesar de que la empresa ha contraído en 2017 un 7% su producción, hasta 136,3 millones de prendas, frente a las 146,8 millones de un año atrás.

La disminución en el número de prendas, complementos y accesorios confeccionados en el último ejercicio coincide con la acumulación de dos años en pérdidas y la introducción de medidas de contención de costes. Mango cerró 2016 con números rojos de 61 millones de euros (los primeros de su historia) y logró recortarlos en 2017, hasta 33 millones de euros.

De hecho, 2017 también ha sido el primer ejercicio en que la red de proveedores y fábricas del grupo ha dejado de crecer, después de dispararse un 40% en 2016. Así, en los últimos años, Mango fue incrementando su huella industrial de manera paulatina, con 853 factorías en 2014; 885 en 2015, y más de un millar en 2016.

La empresa, que no cuenta con fábricas propias ni con participaciones en ninguno de sus proveedores, ha trabajado en el último año con un total de 492 intermediarios específicos para prendas y 115 para complementos. En cuanto a las factorías, ha sumado una decena en 2017 y ha incrementado el peso de las compras en lejanía, que han pasado de ser el 60% sobre el total en 2016 al 66%.

El grueso del músculo industrial de la compañía se mantiene en China, donde Mango trabaja con 370 factorías, un tercio del total. En el último año, la compañía ha incrementado su aprovisionamiento en el país, elevando un 13% el número de fábricas con las que opera. Turquía se mantiene como su segundo principal polo de aprovisionamiento con 220 fábricas, a pesar de haber dejado de trabajar con más de sesenta en el último ejercicio.

Portugal, Marruecos e India son sus otros dos núcleos industriales. En el primero, Mango mantiene 111 fábricas, cerca del 9% del total; en territorio marroquí, suma 112 centros de producción, y en la India, un total de 108. En el resto de países, el grupo ha incrementado su huella en Bangladesh, donde cuenta ya con 88 fábricas, y en Myanmar, donde ya alcanza diez factorías.

En Asia, la compañía también extiende su estrategia de compras a países como Pakistán, Vietnam, Camboya, Indonesia y Corea del Sur. En el norte de África, también opera en Túnez y Egipto; y, en Europa, en España, Rumanía y Bulgaria. En el caso concreto de la industria española, Mango ha intensificado su aprovisionamiento en el país y, el año pasado, sumaba 37 fábricas en él. En 2016, apenas superaban la veintena.

La empresa basa su estrategia de aprovisionamiento en dos sistemas, uno en el que sólo diseña y el proveedor se encarga de todo lo demás, y otro en el que Mango compra también la materia prima. El primero de ellos es el más utilizado y por el que se generan el 76% de las compras a proveedores. En su última memoria de sostenibilidad, el grupo también subraya que utilizar un sistema u otro depende de factores geográficos, como la proximidad, y técnicos, como la especialización en la producción.

Mango, el segundo mayor distribuidor de moda del país por cifra de negocio, situó sus ventas en 2017 en 2.194 millones de euros, frente a los 2.260 millones de euros de un año atrás. España copó el 23% de las ventas de la compañía. El grupo elevó un 50% su resultado bruto de explotación (ebitda), hasta 115 millones de euros, pero arrojó de nuevo números rojos.