Pronovias factura 150 millones en 2022 y se lanza a por la cuota de David’s Bridal en EEUU
La compañía, controlada por Bain Capital, se encuentra todavía por debajo de los niveles previos a la pandemia, pero asegura que está “preparada para crecer” y planea un alza del 10% este año.
22 abr 2023 - 00:02
“Ha sido un año de transición y preparación, ahora, con estos nuevos socios, estamos listos para el rock and roll”. Así resume Amandine Ohayon, consejera delegada de Pronovias Group, el momento en que se encuentra el grupo después de que una serie de acreedores liderados por Bain Capital se convirtieran en los accionistas mayoritarios de la compañía.
La empresa, que ayer celebró su desfile anual en Barcelona, prevé crecer un 10% este año, tras facturar 150 millones en 2022, y traza un nuevo plan estratégico con el que aspira a alcanzar 200 millones de euros de facturación.
Ohayon explica que la recuperación tras la pandemia, lejos del efecto champán que se esperaba, ha sido “muy estable”. “Estábamos esperando un boom porque muchas bodas se pospusieron, pero no había lugar para celebrarlas todas, así que la recuperación ha sido más progresiva y en 2022 hemos seguido teniendo bodas de 2020 y 2021”, explica la ejecutiva.
A escala global, el mercado es “muy dinámico”, defiende Ohayon, que apunta que en 2020 el sector facturaba 55.000 millones de dólares y las previsiones pasan por alcanzar los 70.000 millones de euros en 2026.
Pronovias Group prevé crecer un 10% este año y pone rumbo a los 200 millones a medio plazo
Es por esa recuperación progresiva que la empresa no ha recuperado todavía niveles previos a la pandemia en facturación, aunque sí ha vuelto a números negros. En 2022, los ingresos aumentaron un 40%, hasta 150 millones de euros, frente a los 160,6 millones de 2019; las previsiones para este año pasan por un crecimiento del 10%.
Los últimos no han sido años fáciles para la compañía de moda nupcial, líder mundial en su segmento. La empresa sufrió, como todo el sector, la paralización de las bodas durante la pandemia, pero analistas como Moody’s apuntan que no atravesaba un buen momento tampoco antes del Covid-19.
En 2017, el grupo pasó a manos de BC Partners, que valoró la empresa en 550 millones de euros y la engordó con compras para arañar cuota de mercado, en un sector que acusa la caída de la nupcialidad en buena parte del mundo.
Cinco años después, en 2022, la empresa volvió a cambiar de manos después de que un grupo de acreedores liderado por Bain Capital y MV Credit capitalizara la deuda. Los nuevos propietarios han inyectado 110 millones de euros en la compañía, que ha reducido su pasivo un 70%, hasta 125 millones de euros.
La compañía quiere ganar velocidad para adaptarse a las nuevas novias, menos tradicionales
A por el gran mercado nupcial
En mayo, se presentará el nuevo plan estratégico al consejo, que contempla un fuerte crecimiento en Estados Unidos, donde Pronovias prevé aprovechar la cuota de mercado liberada tras la entrada en concurso de David’s Bridal, líder del sector en el país.
“Es el mejor momento, podemos cubrir el hueco que ha dejado David’s Bridal”, dice Ohayon. La compañía cuenta en su portfolio con dos marcas que, según la directiva, tienen grandes oportunidades en el mercado estadounidense: White One, con un precio de entrada más bajo que Pronovias, y LadyBird, con gran amplitud de tallas. Estados Unidos es actualmente el tercer mayor mercado para la empresa, tras Italia y España, pero es que concentra el potencial es grande: cada año hay 2,5 millones de bodas en el país norteamericano.
En el resto del mundo, la empresa prevé seguir creciendo tanto con retail, que aporta el 35% de la facturación, como con multimarca, su principal canal, aunque descarta grandes expansiones con tiendas. “El foco está en mejorar la experiencia de tienda y focalizarnos en los clientes clave”, apunta Ohayon, que no descarta crecer con franquicias en algunos mercados estratégicos.
El siguiente paso será el canal online, que todavía tiene una cuota mínima en un sector donde la experiencia en tienda es una parte clave del proceso de compra. “Eso es difícil de replicar online, pero hay una gran oportunidad en otras categorías como los vestidos de fiesta, que podrían generar nuevas vías de ingresos”, dice Ohayon.
“No quiero que Pronovias sea sólo una marca nupcial, sino una marca de moda”, apunta Amandine Ohayon
Crecimiento orgánico, capex y nuevas formas de consumir
Más allá de la apuesta por el mercado estadounidense, la compañía ha diseñado un plan estratégico que se basa en el crecimiento orgánico, después de las compras de Nicole y LadyBird en los primeros años con BC Partners; la compañía también pone el foco en invertir en marca, infraestructura, y en el desarrollo en Estados Unidos, además de adaptarse a las nuevas formas de consumir moda nupcial.
Ohayon explica que la novia pospandemia planifica menos y busca vestidos menos tradicionales y con un componente más de tendencia. Para responder a esta necesidad, la empresa está apostando por colecciones más pequeñas, pero con más lanzamientos al año.
“Hemos estado trabajando con nuestros proveedores para ser más ágiles, darles mejor previsión, implantando diseño en 3D para reducir el número de pasos en el proceso de desarrollo de producto…”, relata la ejecutiva, que recuerda que Pronovias ya ha trasladado parte de su producción a mercados en proximidad en los últimos años.
La compañía descarta más compras y se encomienda al crecimiento orgánico en esta nueva etapa
Este acercamiento a la moda supone también un cambio en el producto. “Después de la extravagancia del último año, vemos tendencias menos tradicionales, un fenómeno impulsado también por redes sociales como TikTok”, apunta la ejecutiva. “No quiero que Pronovias sea sólo una marca nupcial, sino una marca de moda; eso no significa vender ready-to-wear, sino ver el vestido de novia como una declaración de moda”, sentencia.
Ganar agilidad y eficiencia fue también lo que motivó que el año pasado el grupo abordara una reorganización de sus equipos, eliminando varias posiciones, algunas duplicadas en España e Italia.
“Queremos ser los más ágiles posibles, centralizando más el equipo en Barcelona y consolidando volúmenes para asegurar una ejecución fuerte”, señala Ohayon. “Estamos en posición de crecer”, remacha la ejecutiva.