Shein, más presión en el camino a la Bolsa: desploma un 40% su beneficio en 2024

Shein añade más presión a la coctelera de su salto a Bolsa. El grupo asiático de moda ultra rápida cerró 2024 con una caída del 40% en su resultado neto, según Financial Times. Este descenso se produce en pleno camino del grupo para tratar de comenzar a cotizar en el parqué londinense.

La empresa, que históricamente se ha visto envuelta en polémica por las dudas sobre las prácticas poco sostenibles sociales y medioambientales de su modelo de negocio, finalizó el pasado ejercicio con un resultado neto de 1.000 millones de dólares.

Según las cuentas provisionales del grupo a la espera de la aprobación de las cuentas, las ventas de Shein se elevaron un 19% en el último ejercicio, hasta alcanzar 38.000 millones de dólares.

Shein apuntaba a cerrar 2024 con un resultado neto de 4.800 millones de dólares y ventas de 45.000 millones de dólares

Con esas cifras, Shein se sitúa muy lejos de los pronósticos para el ejercicio pasado. Las previsiones de la empresa pasaban, según Financial Times, por cerrar 2024 con un resultado neto de 4.800 millones de dólares y ventas de 45.000 millones de dólares.

Shein, que el pasado junio presentó la documentación necesaria para salir a Bolsa en el parqué de Londres, ha visto fuertemente reducida su valoración en los últimos años y se situaría actualmente alrededor de 30.000 millones de dólares. En 2023, la última ronda de financiación de Shein valoró su negocio en 66.000 millones de dólares, desde los 100.000 millones que alcanzó en 2022.

Tras la negativa del regulador estadounidense a su salto a Bolsa en Nueva York, Shein comenzó el año pasado su camino en Reino Unido. Sin embargo, las dudas sobre su modelo de negocio han llegado hasta el Parlamento británico. Además, el grupo se enfrenta a los cambios de regulación en Estados Unidos y Europa, que podrían terminar grabando sus envíos a ambos países, lo que encarecería sus productos.

La compañía ha acelerado durante los últimos meses su campaña de imagen en Europa lanzando fondos de inversión de sostenibilidad o con la creación de comités asesores formados por políticos y activistas.