Datos y visibilidad ‘end to end’: la clave para deshacerse de 740 millones de dólares en stock

Combatir el exceso stock es el nuevo objetivo. Tres años después del estallido de la pandemia, aún hay operadores que sufren algunas de las consecuencias. Una de ellas es el exceso de inventario, que se ha visto afectado por una menor demanda y retrasos en las cadenas de suministro. Para combatirlo, las compañías deberían combinar cinco fórmulas, según un estudio de la consultora estadounidense McKinsey&Company. 

Sólo en Estados Unidos, en 2022 los retailers registraron 740 millones de dólares en stock, un crecimiento del 12% frente al ejercicio anterior. Según indica el estudio, los problemas y retrasos en las cadenas de suministro hicieron que las compañías sobre compraran inventario para mitigar una posible escasez. A esto se sumó una menor demanda y un cambio en el gasto de los consumidores.

Ante esta situación, los operadores se han visto obligados durante los últimos meses a rebajar sus productos y almacenarlos y, aunque durante la campaña navideña se esperaba que la situación mejorara, la realidad fue una falta en la confianza del consumidor y un auge de las ventas a través del canal online, lo que hizo que los retailers siguieran manteniendo niveles elevados de stock hasta el mes actual.

Analizar la cadena de suministro, segmentar los productos o hacer planificaciones a corto y largo plazo, son algunas de las estrategias para rebajar el stock

Al exceso de stock, se suman otros problemas para los operadores, que han ido incrementando los últimos meses. El aumento de los costes de almacenaje, por ejemplo, es uno de los desafíos a los que los retailers se tienen que enfrentar, así como los costes de la mano de obra y las presiones inflacionistas de los proveedores. Según el estudio de la consultora estadounidense, las empresas de moda tienen menos capacidad de almacenaje que antes del estallido de la pandemia.

Para mejorar la situación, la consultora ha analizado qué cinco pasos se tienen que seguir. En primer lugar, los operadores deben recopilar datos para analizar exhaustivamente la cadena de suministro, que sirva como fuente fiable sobre la cantidad de inventario y poder gestionarlo fácilmente. Además, las compañías deben crear buenas relaciones con los proveedores para poder saber por adelantado problemas en las cadenas de suministro, y hacerles frente a tiempo.

El segundo consejo que otorga el estudio es que el retailer segmente el inventario en diferentes categorías de producto y tenga en cuenta la importancia del artículo en la temporada y los costes de mantenerlo almacenado. Una vez esté recopilada esta información, se recomienda al operador que haga planes a corto y largo plazo y que no intente, exclusivamente, deshacerse de stock actual. 

El consumo también se ha visto afectado por un aumento de los costes de almacenaje, así como de la mano de obra y las presiones inflacionistas

Una vez mejorados estos aspectos, la importancia vuelve a recaer en la cadena de suministro, que el estudio aconsejo que sea “diversificada y flexible”, para así reducir el riesgo de interrupciones o retrasos. Según el estudio, siguiendo estos pasos se pueden desbloquear hasta cien millones de dólares en ventas.

El análisis de la consultora estadounidense ha sido realizado por Colleen Baum, consultora en la oficina de Nueva York de McKinsey, Michael Hauer es consultor en la oficina de Calgary, Aniket Joglekar una experta asociada en la oficina de Chicago y Alessandro Turco, un experto asociado en la oficina de Milán.