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Kering continúa impulsando su filial de óptica y se hace con la firma Maui Jim

El grupo francés de lujo, dueño de Gucci, ha comprado la marca hawaiana, especializada en gafas de sol, con la intención de avanzar en su expansión internacional. Se trata de la segunda adquisición que realiza Kering a través de Kering Eyewear, su filial de óptica. 

Modaes

14 mar 2022 - 10:00

Kering continúa impulsando su división de óptica y se hace con la firma Maui Jim

 

 

Kering, un paso más en óptica. El gigante francés de lujo, dueño de compañías como Gucci, Balenciaga y Bottega Veneta, ha comprado la firma hawaiana de gafas de sol Maui Jim por un importe que no ha trascendido.

 

La empresa ha realizado la operación a través de Kering Eyewear, la división a través de la cual gestiona las líneas de óptica de sus propias marcas. Se trata de la segunda adquisición que lleva a cabo Kering a través de esta división, después de la compra de Lingberg, que realizó el pasado julio.

 

Con la compra, el grupo francés prevé que Maui Jim amplíe su negocio internacional. Actualmente, la firma hawaiana ya se comercializa en más de cien países. La operación se completará en el segundo semestre de 2022.

 

Kering Eyewear nació en 2014 con la intención de tener una gestión directa de las líneas de ópticas del grupo de lujo, como Gucci, Yves Saint Laurent o Alexander McQueen, que hasta entonces estaban en manos de Safilo.

 

Según ha declarado Kering, la sociedad generó ingresos de 700 millones de euros en 2021 y tiene la intención de que se convierta en “el operador más relevante de la óptica de lujo”. El grupo lista dieciséis firmas en su cartera: Lindberg, Gucci, Cartier, Saint Laurent, Bottega Veneta, Balenciaga, Chloé, Alexander McQueen, Montblanc. Brioni, Dunhill, Boucheron, Pomellato, Alaïa, MCQ y Puma.

 

 

 

 

 

El grupo francés no es el único en implementar esta estrategia: en 2017, LVMH, el mayor conglomerado de moda de lujo del mundo, unió fuerzas con la compañía de óptica Marcolin para crear Thélios, una sociedad que, al igual que Kering Eyewear, tenía la misión de gestionar las licencias de todas las marcas del grupo.


La joint venture estaba controlada en un 49% por Marcolin hasta que, el pasado diciembre, el conglomerado compró esta participación para tener la propiedad completa. La transacción marcó el fin de la alianza entre los grupos y supuso el total control de LVMH sobre su negocio de óptica.

 

Kering cerró 2021 con unas ventas de 17.645,2 millones de euros en el periodo, lo que supone un alza del 35% respecto al año de la pandemia. Frente a 2019, el grupo aumentó sus ingresos un 11%.  

 

El beneficio de Kering en 2021 fue de 3.176 millones de euros, catapultándose un 47,7% respecto a 2020. Frente a niveles prepandemia, el grupo aumentó su resultado un tímido 1,4%.