Kering engorda su negocio de óptica y compra la danesa Lindberg

Kering aumenta su cartera de óptica. El gigante del lujo ha adquirido el 100% del capital de la empresa danesa Lindberg a través de su filial Kering Eyewear, creada en 2014 para gestionar su negocio de óptica, según ha explicado el grupo en un comunicado.

Lindberg fue fundada en 1969 en Dinamarca por el óptico Poul-Jørn Lindberg y su esposa, Hanne Lindberg. El desarrollo de la empresa llegó de la mano de su hijo, Henrik Linberg, que comenzó en la compañía liderando el área de diseño.

La compañía está especializada en la fabricación de monturas a medida y ha desarrollado y patentado técnicas de producción para realizar monturas sin tornillos, hipoalergénicas o multiajustables, entre otras.

Kering reforzará el desarrollo de su división de óptica

Kering creó Kering Eyewear en 2014 para gestionar las líneas de óptica de sus marcas propias, como Gucci, Yves Saint Laurent, Bottega Veneta o Alexander McQueen, que hasta entonces estaban en manos de Safilo.

Según los últimos datos disponibles, la empresa generó unas ventas de 600 millones de euros en 2019, antes del estallido del Covid-19. “Esta compra reforzará todavía más a Kering Eyewear como el operador más relevante en el segmento de óptica de lujo, sumando a su cartera una marca complementaria con know-how y el mejor servicio de atención al cliente en monturas”, subraya el grupo francés.

La operación está sujeta a la aprobación de las autoridades de competencia y se espera que se cierre en la segunda mitad de 2021. Lindberg estará liderada por Roberto Vedovotto, presidente y director ejecutivo de Kering Eyewear.

El grupo Kering fue fundado en 1963 por el francés François Pinault. Kering suma diversas empresas del mundo del lujo en el sector de la moda, joyería, marroquinería y relojería. Entre ellas se encuentran Gucci, Saint Laurent, Bottega Veneta, Balenciaga, Boucheron o Alexander McQueen.

Kering cerró el ejercicio 2020 con una facturación de 13.100 millones de euros, un 17,5% menos que el año anterior. La empresa logró cerrar el año en beneficios, aunque los desplomó un 38,6%, hasta 1.972 millones de euros.