Kering se tira su propio salvavidas para reducir su deuda y estudia la escisión de su ladrillo

Kering salta a su propia ayuda. El conglomerado de lujo, propietario de firmas como Gucci o Balenciaga, está estudiando emprender un plan que tiene como objetivo reducir su deuda. El grupo prepararía la escisión y valorización de sus propiedades inmobiliarias, que podrían aportar un valor de 4.000 millones de euros para encoger la deuda acumulada desde el ejercicio 2023.

El grupo prevé crear una sociedad inmobiliaria a través de la cual pueda transmitir las acciones y que, cuyos detalles, se definirán a mediados de 2025. Una decena de edificios deberían formar parte de la “nueva empresa”, resultado de las repetidas compras en el sector inmobiliario en los últimos dos años, según avanza Il Sole 24 Ore.

Entre ellos se encuentra un edificio ubicado en el número 715-717 de la Quinta Avenida de Nueva York, que comprende espacios comerciales de lujo de diferentes niveles para un total de cerca de 115 mil metros cuadrados de superficie. El complejo le costó al grupo 963 millones de dólares.

El edificio ubicado en via Montenapoleone 8, por su parte, supuso una de las mayores transacciones jamás registradas en Italia por un gigante del lujo. Kering se trasladó a la histórica calle milanesa tras finalizar la venta por un valor de aproximadamente 1.300 millones de euros.

Kering prevé reducir su deuda con la venta de activos inmobiliarios

Estos son algunos de los grandes desembolsos para el grupo que, actualmente, se encuentra con unos resultados decepcionantes lastrados, especialmente, por la mala evolución de la marca insignia Gucci.

El grupo Kering finalizó los seis primeros meses del ejercicio desplomando un 50% su resultado neto, hasta 878 millones de euros, frente a los 1.785 millones de euros que ganó en el primer semestre de 2023. El resultado operativo, por su parte, se situó en 1.569 millones de euros a cierre del semestre, un 42% menos.

Mientras, los ingresos se situaron en 9.018 millones de euros, lo que supone un retroceso de más del 11% respecto a los 10.135 millones de euros que el grupo anotó en el primer semestre de 2023. 

El descenso de las ventas y el resultado de la compañía durante el primer semestre se relaciona directamente con la evolución de Gucci, su buque insignia. La firma registró una caída del 20% en sus ventas (hasta 4.085 millones de euros) y del 44% en su resultado operativo.