Entorno

Revista Modaes número 54

La defensa, nuevo disruptor económico

El aumento del gasto en defensa en el que se han embarcado España y el resto de países de la Unión Europea presenta importantes retos en el ámbito económico, pero también puede ser un resulsivo para la industrialización.

La defensa, nuevo disruptor económico
La defensa, nuevo disruptor económico
La pérdida de confianza en el mayor aliado de la Unión Europea ha vuelto a despertar el debate sobre el gasto militar en el continente.

Christian De Angelis

Europa llama a las armas. La repentina baja fiabilidad del mayor socio militar del Viejo Continente, Estados Unidos, entre otros factores, ha despertado en los últimos meses un movimiento histórico en Europa en favor de un aumento del gasto militar. La idea es de una sencillez palmaria: Europa debe ser autónoma en materia de defensa si quiere tener un rol político en el mundo. 

 

 

 

Revista Modaes número 54

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La llegada de Donald Trump por segunda vez a la Casa Blanca ha roto la unidad occidental en la guerra de Ucrania, pero no sólo eso: Estados Unidos quiere dejar de ser el mayor contribuidor a la defensa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) y que sus socios paguen “sus facturas”, dejando de aprovecharse, según esta nueva lógica, de la contribución estadounidense. Europa es hoy casi unánime en el discurso, pero algunos países han pasado ya a los hechos: Friedrich Merz, líder de la Unión Socialdemócrata y quien aspira a ser el nuevo canciller de Alemania, logró a mediados de marzo un histórico acuerdo con los Demócratas y Los Verdes para reformar la Constitución y aprobar el aumento en el gasto para defensa, mientras Pedro Sánchez ha llevado la medida al Congreso.

 

Según datos del Banco Mundial, Alemania destinó a defensa el equivalente al 1,5% de su Producto Interior Bruto (PIB), igual que España, frente al 2,1% de Francia, el 2,3% de Reino Unido, el 3,4% de Estados Unidos y el 5,9% de Rusia. “Gastamos de media un 2% del PIB -señala la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en relación a los países de la unión-; todos los análisis coinciden en que tenemos que superar el 3%”.

 

 

 

 

La financiación de este gasto, la articulación de un sistema europeo de defensa y la compra conjunta de armamento serán aspectos clave para el futuro próximo de una Unión Europea con la vocación de tener una voz más creíble en el mundo. En cualquier caso, el nuevo orden de prioridades de Europa tendrá un efecto trascendental en los presupuestos públicos: ¿qué partidas se resentirán ante la subida del gasto militar? Estado del bienestar o transición ecológica podrían ser los damnificados. Si se opta por la vía alemana y se financia el gasto con deuda, la militarización agotará en buena medida la capacidad de endeudamiento de Europa (clave por ejemplo para la salida de la crisis del Covid-19).

 

Los analistas señalan no obstante que el histórico cambio de prioridades europeas puede generar también importantes oportunidades. Conceptos como reindustrialización o autonomía estratégica estuvieron ya sobre la mesa con la pandemia, pero un rearme histórico de países que quieren volver a ser potencias militares podría ser también un instrumento para abordar estos desafíos.

 

La consultora Nitid Corporate Afairs señala en un informe que el aumento hasta el 2% del PIB en el gasto en defensa de España antes de 2029 anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, podría generar más de 25.000 empleos en el país y elevar el PIB un 1,35% anual. España es, además, el octavo mayor exportador de armamento del mundo, con un peso como proveedor mayor al que tiene como demandante de armas y unas magnitudes crecientes. Arabia Saudí, Australia y Turquía son los principales destinos de las exportaciones españolas de defensa, mientras que los principales operadores en el país son Airbus, Navantia, Indra y Santa Bárbara.