Carmen Busquets, la ‘reina de oros’ de la moda y la tecnología
11 may 2018 - 04:51
Moncler y The Carlyle Group. SMCP y KKR. Pronovias y BC Partners. Los titanes de la inversión en el mundo tiene a la moda en el mapa y el sector se deja seducir. Sólo en los últimos años, se han producido una oleada de operaciones en el sector, con rescates, cambios de manos y nuevas inyecciones de capital para crecer. ¿Pero quién está detrás de los grupos e inversores que apuesta por el sector? En esta sexta edición del Quién es Quién de Empresas de moda en España, patrocinado por Moddo, Modaes.es recorre la historia y las carteras de quince mecenas de la moda.
Las buenas ideas nunca mueren. Este es uno de los principios que mueven a la emprendedora Carmen Busquets, que supo desde muy joven que se dedicaría al mundo de la moda. Nacida en Venezuela en 1965, Carmen Busquets con raíces españolas y cubanas, la emprendedora, que es hija de un empresario de la metalurgia y una socióloga, salió de su país muy joven para estudiar y formarse en Reino Unido, Canadá y Estados Unidos.
En 1990, Carmen Busquets decidió volver a Caracas para poner en marcha Cabus, una tienda de moda en la que comenzó a comercializar marcas de lujo. Dos años más tarde, el coronel Hugo Chávez irrumpió en la política venezolana, dando un golpe de estado que, aunque no llegó a prosperar, enrareció el clima social en el país y la violencia llegó a las calles.
En lugar de esperar a que la situación se calmara y las aguas volvieran a su cauce, Carmen Busquets resolvió extender su negocio al campo internacional: comenzó a visitar las principales pasarelas de moda de Europa para hacer fotos y bocetos, que enviaba a través de empresas de mensajería a un selecto grupo de clientes en Venezuela y en otros países que, finalmente, terminaba por hacerle los respectivos pedidos.
La idea resultó todo un éxito. Busquets, entonces, se volcó en la realización de inversiones en empresas puntocom que cotizaban en bolsa y, de manera paralela, empezó a buscar un socio para poner en marcha una tienda online porque, en esa época, ya tenía el convencimiento de que el comercio tradicional terminaría aterrizando en Internet y alcanzando una dimensión global.
En 1999, Carmen Busquets supo de Natalie Massenet y del proyecto Net-a-Porter. Entonces, la emprendedora contribuyó a la formación de la empresa con un capital inicial de trece millones de libras (15,03 millones de euros). Nada hacía presagiar que la plataforma llegaría a convertirse en uno de los mayores grupos de venta de moda de lujo a escala global. Once años más tarde, Busquets vendió su participación en Net-a-Porter al grupo suizo Richemont que, en 2015, la fusionó con Yoox, formando una de las mayores compañías de ecommerce en el mundo, llegando a facturar 2.100 millones de euros en 2017.
De Net-a-Porter a Couture Lab
En 2006, la empresaria volvió a apostar por su propio proyecto y creó Couture Lab, un sitio web que distribuye piezas de más de cien diseñadores independientes y cuyo ticket medio ronda las 1.200 libras (1.387 millones de euros).
Couture Lab es un laboratorio de ideas que, en la actualidad, recibe 20.000 visitas mensuales y tiene alcance global, al comercializar sus productos en 128 países. Couture Lab ha seguido innovando y diversificando su plataforma. En 2012, incorporó a la operativa un servicio de regalos denominado Gift Lab y, de manera paralela, estableció y fortaleció varias asociaciones clave con distribuidores online.
La empresaria venezolana ha concentrado sus inversiones en el canal online y otros proyectos disruptivos
De la tienda de Venezuela a Cabus Venture
En 2012, Carmen Busquets recuperó el nombre de su antigua tienda de Caracas y creó el fondo de inversión Cabus Ventures con la finalidad de seguir apostando por empresas especializadas en moda, con un alto componente tecnológico y que tengan dentro de su operativa un concepto de sostenibilidad.
Entre las inversiones de Carmen Busquets se encuentran Moda Operandi, Lyst, Felix Capital, Susa Ventures, PS Dept, Glamsquad o Farfetch. Carmen Busquets no sólo invierte en empresas de manera directa, sino que alimenta a otras sociedades de capital riesgo, como es el caso de Susa Ventures.
La empresa, con sede en San Francisco, nació por iniciativa de Eva Ho, Leo Polovets, Chad Byers y Seth Berman, y canaliza sus inversiones en compañías situadas en San Francisco, Los Ángeles y Nueva York. En su cartera de empresas figuran Zephyr Health, Namo Media (posteriormente adquirida por Twitter), Whisper y Frontback.
Otras inversiones marcadas por el canal online
En la actualidad, la emprendedora venezolana se mantiene en el capital de Moda Operandi, una empresa con sede en Nueva York y a la que ingresó en 2013. Cofundada en 2010 por Lauren Santo Domingo, Moda Operandi es una plataforma online de venta anticipada de las colecciones que los diseñadores presentan en las pasarelas.
Además, la empresa ha creado un complemento para los servicios online premium, que consiste en crear salas de exposición privadas por los clientes en Nueva York y Londres, principalmente, así como en Miami y en algunas ciudades de Asia.
Las inversiones de Carmen Busquets también han alcanzado a Farfetch, un marketplace que compite con Net-a-Porter y ofrece a los clientes el acceso a más de cuatrocientas tiendas independientes de 35 países, y exhibe más de 1.000 marcas de lujo.
Fundada en 2008, Farfetch, con sede en Londres, tiene diez oficinas y, a principios de 2015, adquirió las tiendas londinenses Browns como parte de una estrategia de crecimiento omnicanal. En los inicios de 2016, la compañía extendió su oferta online para incluir categorías dedicadas de ropa para niños y a la cosmética.
Busquets y José Neves, fundador de Farfetch, coinvirtieron en el capital de Unmade
Inversiones activas y en pleno desarrollo
Carmen Busquets tiene una cartera en la que figuran 35 inversiones en activo, que reflejan su manera de pensar a la hora de llevar a cabo sus negocios. En 2015, por ejemplo, Busquets se juntó con el creador de Farfetch para inyectar capital en Unmade, compañía que permite a los clientes diseñar sus propios jerséis y bufandas a través del ordenador, pudiendo elegir materiales como la lana Merino o el cashmere procedente de Italia.
Por su parte, los estampados y diseños gráficos están diseñados por artistas como Christopher Raeburn, Studio Moross, Malika Favre y Moniker.De hecho, la tecnología y las ideas disruptivas son dos de las cosas que seducen a Carmen Busquets que, hace tres años, entró en el capital de la start up británica Vinaya, concebida como una casa de investigación y diseño, que a través de un software ayuda a los usuarios a controlar su vida digital y a mejorar su salud mental.
La industria de los estilistas
Carmen Busquets ha puesto su grano de arena en Wishi, una plataforma que conecta a estilistas personales con usuarios de cualquier parte del mundo, ayudándoles a optimizar sus armarios, así como a presentarles artículos relevantes e inspiradores que están dentro de su presupuesto. La idea fue conceptualizada por la estilista Clea O’hana que se dio cuenta de que un servicio que normalmente ha sido reservado para celebridades y personas de alto patrimonio, también generaba interés en el gran público. Los estilistas que trabajan para la plataforma son profesionales aprobados por la industria.
The Psychology of Fashion, por su parte, es otra de las inversiones de Carmen Busquets. Se trata de una plataforma fundada en 2017 por Anabel Maldonado, periodista de moda con amplios conocimientos en psicología, en la que se explora por qué usamos determinadas prendas, así como las relaciones entre la personalidad y la estética.
La plataforma analiza la dinámica de la industria de la moda y los problemas actuales, como la sostenibilidad y el bienestar en el lugar de trabajo. Para Anabel Maldonado, el estilo personal no es aleatorio, sino una consecuencia de las necesidades internas de las personas.
Otra de las empresas participadas por la venezolana es Swear, una marca de zapatos de lujo completamente personalizable que intenta democratizar el diseño a través de una plataforma digital fácil de usar.
La compañía, con sede en Londres, ofrece a sus clientes la posibilidad de personalizar sus zapatos desde cero, jugando con los materiales (desde la napa hasta las pieles de cocodrilo o serpiuente) y colores, incluyendo la suela y el forro, o simplemente cambiar cordones o agregar las iniciales. Además de estar disponible a través de su propio sitio web, las zapatillas Swear están a la venta en otras plataformas online como es el caso de Farfetch.