Biba, nueva etapa: se vuelca con su marca propia en el extranjero tras crecer un 10% en 2016

Biba se renueva y apuesta por el mercado internacional. La compañía catalana pone el foco en los países europeos para crecer en el extranjero con sus marcas propias tras virar el rumbo, según ha explicado Antoni Guardia, propietario de Biba, a Modaes.es.

La compañía cerró el ejercicio 2016 con una facturación de 12,5 millones de euros, que supone un crecimiento del 10% respecto al año anterior. De esta cifra, el 25% corresponde con las exportaciones y el 75% a las ventas en España.

La empresa, que nació como un multimarca, comenzó la reconversión de su negocio en 2008 con la compra de la marca Slang y actualmente fabrica y vende Slang y Biba. En un primer momento, la estrategia se centró en desarrollar el mercado doméstico para, en una segunda fase, comenzar su expansión internacional en 2015.

Actualmente, la empresa opera con 300 puntos de venta y 26 tiendas propias en catorce mercados. Entre estos países se encuentran Canadá, Hong Kong, Finlandia, Australia y varios mercados europeos. A día de hoy, la compañía cuenta con presencia en alrededor de 150 puntos de venta del canal multimarca fuera de España.

Biba distribuye sus productos en catorce países con una red de 300 puntos de venta y 26 tiendas propias en España

Ahora, Biba quiere reforzar su presencia internacional sobre todo en Francia, donde sus productos se encuentran en unas cincuenta tiendas del canal multimarca, Italia, Bélgica y Holanda. “Hay veces que tienes un plan pero te falta el partner adecuado, y en Francia lo hemos encontrado”, explica Guardia.

En España, la empresa tiene 26 establecimientos propios, donde distribuye las colecciones de Slang y Biba, y está presente en unos cincuenta puntos de venta multimarca. Próximamente, la compañía subirá la persiana a una nueva tienda en la calle Pla de Palau de Barcelona.

La compañía tiene 22 establecimientos propios en Cataluña, tres en Baleares y tres más en Madrid. “En el mercado doméstico ya estamos consolidados”, dice el propietario.

Biba tenía previsto alcanzar los quince millones de euros de facturación en 2017, pero la desaceleración de las ventas en su propia red de retail ha hecho que el resultado esperado para finales de año sea de catorce millones de euros.

La metamorfosis de Biba

Desde su fundación en los años noventa, Biba se había especializado en la distribución de complementos. Operando como puntos de venta multimarca, la compañía llegó a tener veinte tiendas en el mercado español.

La empresa comenzó en 2008 un plan de reconversión de su negocio tras la compra de la marca Slang en 2008. Después de la operación, Biba se convirtió en fabricante y, en 2015, lanzó su propia marca homónima.

“Pensamos que ya era un buen momento de convertir Biba en una marca, aprovechando la experiencia adquirida vendiendo en retail y fabricando con Slang”, explica Guardia. “Desde entonces, Biba ha sufrido un proceso de metamorfosis de su modelo de negocio”, añade.

Para distribuir los productos de ambas marcas, la compañía aprovechó su propia red de retail y la incrementó hasta alcanzar los 26 establecimientos con los que cuenta hoy en día.

Sin embargo, uno de los cambios más significativos que ha realizado la empresa en los últimos años es su apuesta por la expansión. A través de socios y distribuidores, Biba ha alcanzado los catorce mercados internacionales.