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Zoom segunda mano: la nueva frontera de la moda

De ThredUp a Stitch Fix, ¿quién es quién en el negocio de la segunda mano y el alquiler?

Los disruptivos de la moda avanzan con rapidez aupados por una rápida transformación del consumo y con apoyo del capital riesgo y, en algunos casos, del mercado de valores.

Daniela García

16 sep 2019 - 04:44

De ThredUp a Stitch Fix, ¿quién es quién en el negocio de la segunda mano y el alquiler?

 

 

¿Quiénes lideran el negocio de la segunda mano y el alquiler? ThredUp, TheRealReal o Stitch Fix fueron en su día start up disruptivas impulsadas por profesionales ajenos al mundo de la moda que vieron yacimientos allí donde el sector más tradicional no se ha atrevido nunca a mirar. Hoy en día, son negocios millonarios obsesionados por ser el nuevo front row del consumidor en moda y por ganar escala global.

 

 

ThredUp, buscando una nueva vida para una camiseta

La empresa fundada en 2009 por el empresario estadounidense James Reinhart, actual consejero delegado, nació porque su fundador ya no sabía qué hacer con las camisetas que ya no usaba de su armario. El marketplace, que se dedica a la reventa de moda de segunda mano, cuenta con una oferta de más de 40.000 piezas nuevas al día. ThredUp lleva redistribuidas hasta la fecha más de 65 millones de prendas en todo el mundo.

 

La compañía estadounidense tiene sus oficinas en San Francisco, y ha levantado más de 300 millones de dólares en rondas de financiación, la más reciente por un valor de 175 millones de dólares. En esta última operación, la empresa dio entrada en el capital a Park West Asset Managment e Irving Investors, entre otros. 

 

 

TheRealReal, pionero del lujo reciclado 

El marketplace de bienes de lujo de segunda mano fue fundado en 2011 por Julie Wainwright, actual consejera delegada de la empresa. TheRealReal, que salió a bolsa el pasado junio, está basada en San Francisco y cerró su último periodo, concluido el 30 de junio, con un incremento de 52% en su facturación comparado con el mismo periodo del año pasado.

 

La empresa, que prevee alcanzar unas ventas de mil millones de dólares al concluir el ejercicio de 2019, cuenta con un total de más de mil empleados y ha levantado más de 280 millones de dólares a través de rondas de financiación.

 

 

Vestiaire Collective, desafiando al lujo en casa

La empresa online de reventa de artículos de lujo tiene una oferta de más de 600.000 productos, como bolsos, zapatos y joyería, entre otros. Fundada en 2009, tiene presencia en más de 50 países alrededor del mundo y cuenta con más de 7 millones de usuarios. La compañía tiene oficinas en París, Londres, Nueva York, Milán y Hong Kong.

 

Desde el pasado enero, Vestiare Collective tiene a Maximilian Bittner como nuevo consejero delegado. El ejecutivo, que proviene de Lazada, tiene como misión expandir el proyecto en Asia. La empresa, que ha levantado más de 170 millones de dólares en rondas de finciacion tiene entre sus inversores a Conde Nast y Eurazeo, entre otros.

 

 

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Poshmark, creando una comunidad para el lujo de segunda mano

El marketplace de reventa de ropa ultima su salto a bolsa a finales de este año, fue fundado en 2011. La plataforma, que nació como una start-up, permite a sus usuarios comprar y vender productos en el creciente mercado de la segunda mano.

 

En su última ronda de financiación, la compañía levantó más de 87 millones de dólares y y la empresa ha conseguido captar aproximante 153 millones de dólares, dando entrada a su capital a Mayfield Fund y GGV Capital, entre otros.

 

 

Rent the Runaway, de Harvard a los mil millones 

Una de las pioneras en el modelo de alquiler y suscripción, fue fundada en 2009 por las estudiantes de Harvard Jenny Fleiss y Jennifer Hayman, actual consejera delegada. La empresa, que nació como una start up, ha dado también el salto offline con tiendas en Nueva York, Chicago, Washington, San Francisco y Los Ángeles.

 

La compañía, valorada en mil millones de dólares, ofrece principalmente dos servicios: alquilar una sola pieza por un precio fijo y un servicio de suscripción de pago mensual mediante el cual los usuarios reciben cuatro piezas de ropa al mes por un precio fijo que incluye servicio de entrega, recogida y lavandería.

 

 

Stitch Fix, la puntada por suscripción 

Es uno de los referentes de la venta por suscripción. La empresa envía una caja con cinco prendas de vestir de las tallas y estilo personal de los usuarios, que tienen la opción de quedarse con el número de prendas que deseen o devolverlas. Fundada en 2011 por Erin Morrinson y Katrina Lake, ex alumna de Harvard y actual consejera delegada, la compañía salió a bolsa en 2017 y está valorada en 2.000 millones de dólares.

 

Al final de su ejercicio en 2018, la empresa generó una ganancia neta de más de 33,2 millones de dólares y contaba con un total de más de 5.800 empleados.

 

 

 

 

Este fenómeno, posicionado cada vez más en el mercado internacional, entra a España para desmitificar la temida denominación de caridad o pobreza que tenía este mercado en el país. Empresas como Chicfy y La Más Mona, entre otras, son hoy algunas de los marketplaces más populares.  

 

 

Chicfy, del bar a la red 

La aplicación de compraventa de ropa usada fundada en 2013 por dos malagueños, Nono Ruiz y Laura Muñoz, antes dueños de un bar, es hoy una de las páginas webs más visitadas en España de este sector. Después del éxito de su campaña televisiva Claro que sí, guapi en 2017, la empresa cuenta con más de dos millones de usuarios y recibe 1.500 pedidos de media al día.

 

La plataforma de compraventa online tuvo en el pasado marzo un cambio de manos después de ser adquirida por la mexicana Trendier, uno de sus rivales en México, que compró el 61% del capital en manos de sus fundadores. Según los últimos datos disponibles del Registro Mercantil, Chicfy cerró el ejercicio de 2017 con unos ingresos de 3,9 millones de euros.

 

 

La Más Mona, la moda de fiesta de segunda mano en España

Esta plataforma de alquiler de vestidos y complementos para fiestas y eventos fue fundada por Polo Villamil, Angie Ibarra y Antonio Mollinedo. La oferta de la empresa, que ya cuenta con dos tiendas físicas en Madrid y Barcelona, costa en el alquiler de vestidos por un 10% o 15% del precio total de la prenda.

 

En 2015 ya llevaban más de 5.000 productos alquilados y tienen un catálogo de más de 1.000 vestidos de diferentes marcas como Dolores Promesas o Carolina Herrera. Además de alquilar, las usuarias también pueden vender sus vestidos usados en un servicio que ofrece la empresa llamado Club Vintage.