La SAC lava su imagen y cambia su nombre a Cascale

La Sustainable Apparel Coalition (SAC) da un giro a su nombre para empezar una nueva etapa. La SAC ha anunciado el cambio de su nombre a Cascale, con el objetivo de trazar una nueva era en el impulso de prácticas comerciales “equitativas y restaurativas” entre las partes implicadas a escala global para un afrontar las prácticas de sostenibilidad futuras. Esta decisión llega dos años después de la polémica por el índice Higg.

La organización se ha adentrado en un cambio de estrategia para afrontar los nuevos desafíos de la transformación de la industria de la moda. El nuevo nombre representa el acrónimo invertido de SAC: ca significa acción colectiva y scale se refiere a ambiciones escaladas por parte de la organización, según señala Just Style.

Por su parte, el logotipo representa las tres categorías de 300 miembros, socios y partes externas interesadas a Cascale. Entre los nuevos focos de la empresa está su compromiso con la transparencia y la colaboración para abordar los desafíos que se presenten en materia de circularidad y sostenibilidad.

En 2023, la organización anunció la salida de la consejera delegada, Amina Razvi, que ocupaba la posición desde 2019. Razvi aterrizó en la organización en 2015 y estuvo sus primeros tres años desempeñando tareas relacionadas con la gestión de cuentas, el servicio al cliente y el desarrollo del ránking Higg, una herramienta para medir el impacto medioambiental en la producción de prendas.

Cascale pretende abordar todas las dificultades en el sector en circularidad y sostenibilidad

El cambio en imagen de la SAC tiene lugar después de unos años particularmente difíciles para la organización. En julio de 2021, la SAC puso en pausa el uso del sello del Índice Higg a escala internacional después de que las autoridades de consumo de Noruega y Países Bajos denunciasen un uso “falso y engañoso y, por lo tanto, ilegal” del índice en campañas de márketing.

En febrero de 2022, la Agencia del Consumo en Noruega envió una carta a la compañía de distribución de moda Norrøna pidiendo que presentara la documentación sobre los datos del Índice Higg a los que hacía referencia en una de sus campañas de márketing. La entidad también se puso en contacto con H&M instándole a ultimar también su campaña.

Las críticas de la agencia noruega no se dirigían específicamente a la SAC, sino al uso de sus herramientas por parte de varias empresas de moda. Posteriormente, la SAC puso en pausa temporalmente el uso de las herramientas de transparencia del Índice Higg orientadas al consumidor.

Finalmente, en octubre de 2022, la SAC aceptó las recomendaciones de las autoridades de competencia de Noruega y Países Bajos sobre el uso del índice y emitieron una guía única para el uso del Índice Higg en campañas de márketing.