Moda Re- amplía plantas y prepara 30 aperturas para hacer frente a la avalancha legislativa
La cooperativa, cuyos orígenes se encuentran en los roperos de Cáritas, suma ya más de 180 tiendas repartidas por toda España, además de corners en supermercados Alcampo.
14 sep 2023 - 05:00
Más contenedores, más espacio en las plantas de clasificación y más tiendas. Moda Re- se arma en todos los frentes para prepararse para la gran oportunidad que lleva esperando décadas: una normativa que por fin regulará la recogida y el reciclaje de los residuos textiles. La cooperativa, cuyos orígenes se encuentran en los roperos de Cáritas, trabaja con los mayores grupos de distribución de España y hoy es el mayor gestor de residuos textiles del país, gestionando el 40% de la ropa que se recoge, según sus propios datos.
La ropa que gestiona la cooperativa procede de unos 8.000 contenedores, tanto municipales como en tiendas de grupos como Inditex, Mango, Sprinter, Alcampo, Carrefour, Decathlon o Tendam.
A esto se suma las donaciones directas de empresas y lo recogido en las parroquias, aunque este canal está decreciendo. La vía de crecimiento para reforzar la recogida es, sobre todo, las licitaciones municipales, en las que las compañías de las empresas sociales tienen blindado por ley una cuota del 50%.
Moda Re- prevé seguir cubriendo el territorio con nuevas plantas, empezando por Madrid
El siguiente paso en la cadena son las plantas de clasificación. La cooperativa cuenta con tres plantas de procesado de ropa en Barcelona, Bilbao y Valencia, gestionadas por empresas de inserción social creadas por Cáritas, como Formació i Treball en Cataluña o Arroupa en Galicia.
Moda Re- ya está trabajando en la ampliación de la planta de Barcelona, que el año que viene se trasladará de Sant Esteve Sesrovires a Sabadell (Barcelona). “Es una planta mucho más grande que la actual que incorpora nuevos procesos como el reciclado, que serán asumidos por socios especializados”, recalca Manuel León, coordinador de Moda Re-.
El siguiente paso será cubrir otras geografías como el centro de España, con una nueva planta en Madrid a corto plazo, para más adelante instalarse también en otras zonas como Galicia o Andalucía. “No tiene sentido recoger ropa en A Coruña y que tenga que viajar hasta Barcelona para clasificarse”, argumenta León.
Cada planta clasifica la ropa en varios niveles según su calidad y su estado. La mejor termina revendiéndose en los 185 puntos de venta de Moda Re- en España, incluyendo 135 tiendas propias, establecimientos compartidos con Tiendas con Corazón, y 28 corners en Alcampo. Esta está siendo la otra vía de crecimiento para la cooperativa, que prevé abrir quince tiendas en seis
meses y sumar quince más el año que viene.
En tienda se vende a cliente final y se realiza también entrega social. “En lugar de los roperos, se les da una tarjeta monedero en la parroquia y esa persona acude a tienda, así se dignifica la entrega”, señala.
Cuatro niveles, cuatro destinos
¿Y el resto de la ropa? Un segundo nivel es el de ropa apta para su consumo, pero que no encontraría salida en una tienda de ropa. Esa es la que se destina o a otros proyectos de Cáritas fuera de España, especialmente en Europa del Este u Oriente Próximo.
Un tercer nivel, todavía no apto para el consumo, es el de la ropa que se destina a procesos de reciclaje. “El mercado del reciclaje mecánico y químico todavía está por desarrollar mucho, por lo que gran parte de las opciones de reciclaje son para downcycling, principalmente borra”, señala el directivo.
En 2021, la compañía comenzó a trabajar con la tecnología Fibersort, que permite identificar la composición exacta de una prenda gracias a una cámara óptica. La herramienta, cuya implantación ha sido financiada por Inditex, ha sido desarrollada por una empresa holandesa y su uso es pionero en el sur de Europa. El objetivo es empezar a trabajar a corto plazo con otras compañías de hilatura para poder realizar upcycling en las propias plantas de Moda Re-.
Un cuarto nivel es el de la ropa que se quema porque no puede ser ni reusada ni reciclada (como las prendas que tienen manchas, por ejemplo).
De los roperos de Cáritas a Moda Re-
La cooperativa tiene sus orígenes en las recogidas de ropa usada que organizaba Cáritas, la organización sin ánimo de lucro perteneciente a la Iglesia católica, en las parroquias. La ropa se recogía y se organizaba en roperos, para después distribuirla entre personas sin recursos.
De aquellas donaciones surge, hace treinta años, la primera idea de poner en marcha lo que se denominan empresas de inserción, un tipo de sociedades destinadas a la integración y formación sociolaboral de personas en situación de exclusión social como tránsito al empleo ordinario.
“Comienzan a surgir estas primeras empresas de inserción, y cada una hace la guerra por su cuenta: unas triaban, otras no, unas enviaban la ropa a un mayorista… -relata León-; siempre organizadas en torno a los roperos, pero haciendo lo que podían con los excedentes”.
La cooperativa quiere integrar procesos de reciclado apoyándose en proveedores externos
Con el objetivo de crear sinergias y aprovechar las economías de escala, se desarrollaron las primeras plantas de tratamiento. Actualmente, Moda Re- cuenta con plantas en Barcelona (gestionada por Formació i Treball), Bilbao y Valencia (gestionadas por Koopera).
El proceso comienza a finales de la década de los noventa, en 2016 se sienta la primera base del Moda Re- actual y en 2018 se registra la marca, aunque no fue hasta 2020 que se constituyó como cooperativa.
La compañía tiene dos tipos de socio: colaboradores, que son los 49 Cáritas, y los socios cooperativistas, que son las cincuenta empresas de inserción social creadas por Cáritas.
Los socios cooperativistas financian parcialmente a la cooperativa con el pago por servicios, como la clasificación y el procesado de la ropa usada, que se realiza en las plantas de Moda Re-.
Esa aportación se complementa con financiación pública. “La administración suple con subvenciones las ineficiencias propias del personal de inserción, como el abstencionismo”, explica León. La tercera vía de ingresos son las aportaciones de empresas privadas como Inditex o La Caixa.