Golpe al textil de Camboya: Europa retira sus beneficios arancelarios

Se acabaron los beneficios para Camboya. La Comisión Europea ha decidido retirar parcialmente las preferencias arancelarias al país. La medida responde a las conclusiones de una delegación de Bruselas enviada al país que determinó que el actual partido que gobierna en Camboya ilegalizó al de la oposición justo antes de la celebración de elecciones.

A partir de mediados de agosto, el país tendrá que pagar aranceles sobre las exportaciones de determinados tipos de prendas de ropa y calzado. Hasta ahora, Camboya disfrutaba de arancel cero en el marco del programa Everything but Arms (EBA). La medida impactará en exportaciones de mil millones de euros en exportaciones de Camboya y será efectiva el 12 de agosto.

Josep Borrell, alto representante de la Comisión para la política exterior, aseguró que “la duración, escala e impacto de las violaciones de los derechos a la participación política y la libertad de expresión y asociación en Camboya han dejado a la Unión Europea con la única opción de retirar parcialmente sus preferencias”.

“La Unión Europea no se quedará quieta observando cómo una democracia ha sido erosionada, los derechos humanos restringidos y el debate libre silenciado; para que se reinstauren las preferencias, las autoridades camboyanas deben tomar las medidas necesarias”, añadió.

La medida impacta a exportaciones valoradas en mil millones de euros

Europa también ha tenido en cuenta los ataques contra la organización sindical y los derechos laborales. A principios de este año, compañías como Adidas, Levi Strauss, Ralph Lauren o Under Armour remitieron una carta al gobierno del país para exigirle la alineación de los derechos laborales con los estándares internacionales para evitar perder las preferencias comerciales.

El primer ministro de Camboya, Hun Sen, respondió diciendo que el país no “se postrará” ante las demandas extranjeras, según recoge Reuters. “Queremos ser amigos y socios de todos los países del mundo pero si no nos entienden y quieren obligarnos, no estamos de acuerdo”, prosiguió Hun Sen.