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Prato se vacía: el 10% de la comunidad china se ha ido desde el estallido del Covid-19

Los ciudadanos de origen chino comenzaron a establecerse en la localidad a finales de la década de los ochenta y crearon una gran industria de la confección low cost.

Modaes

18 may 2021 - 13:35

Prato se vacía: el 10% de la comunidad china se ha ido desde el estallido del Covid-19

 

 

La meca europea del low cost se vacía. La comunidad china de Prato, que en las últimas décadas creó una prolífica industria de la confección a precios bajos, ha comenzado a dejar en masa la localidad desde el estallido del Covid-19, según un reportaje elaborado por Reuters.

 

Los chinos comenzaron a instalarse en Prato, situado muy cerca de Florencia, en la década de los ochenta, cuando era uno de los epicentros del tejido de punto con sello made in Italy. Después de trabajar en las fábricas, muchos pusieron en marcha las suyas propias, especializadas en la confección de pronto moda, con la proximidad y la marca de Italia pero a precios bajos.

 

Muchos de estos empresarios y trabajadores de origen chino comenzaron a abandonar la localidad el año pasado, tras el estallido del Covid-19, cuando comenzaron a sufrir discriminación.

 

Después, cuando el virus se expandió por Italia y su país de acogida se convirtió en la economía más golpeada de Europa, otros regresaron a China buscando un entorno más favorable. De los 25.000 chinos que vivían en Prato a finales de 2019, el 10% han salido de la ciudad, según datos de Reuters.

 

 

La agencia británica de noticias recoge, entre otros, el caso de una empresaria que regresó a su localidad natal, Zhejiang, después de treinta años en Italia, dejando su fábrica de punto en manos de su familia.

 

En la localidad, donde han sido frecuentes las investigaciones por las pobres condiciones laborales y la evasión fiscal, existen actualmente alrededor de 7.000 compañías dedicadas a la producción de textil y moda, que generan unos 2.000 millones de euros en exportaciones, según datos del Ayuntamiento.

 

Más de un 10% de la población (que asciende a 200.000 personas) y un 30% de la población activa trabaja en el sector textil, según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Oecd).