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Diseño de moda para el mundo

Tribuna: Silvia Viudas

21 abr 2014 - 04:47

Aprender significa adquirir conocimientos que nos permiten opinar sobre las cosas y valorarlas. Nos hace menos vulnerables dentro de la sociedad en que vivimos. Una vez adquiridos estos conocimientos, el resto depende de uno mismo. Una buena formación abre muchas puertas y brinda miles de posibilidades. 

 

En este sentido, dirigir una institución educativa va más allá de dirigir una empresa, ya que nuestros clientes son personas cuya finalidad no es otra que la de formarse. Nuestro producto es el conocimiento. Nuestro canal, los docentes, quienes con entusiasmo transmiten su sabiduría. Y el control de calidad lo pasamos satisfactoriamente cuando las empresas valoran las capacidades de las personas que se han formado con nosotros. El conocimiento que adquieren los estudiantes lo absorben, lo adaptan, lo transforman y lo reinvierten a la sociedad creando riqueza.

 

Tenemos la gran suerte de que en nuestro país las empresas han sabido adaptarse a los cambios y han entendido que en la globalidad está la fuerza y que la mejor manera de combatir oscilaciones en los mercados propios no es otra que la de tratar, a la vez, con múltiples mercados locales y así componer un gran mercado universal.

 

En la actualidad se habla de mundo sin fronteras, de empresas globales que pueden diseñar aquí pero fabricar a miles de kilómetros, para luego vender sus productos por todo el mundo. O incluso podemos volver a diseñar y fabricar aquí, pero la venta sigue siendo internacional.

 

Nuestro mercado ha dejado de ser local y ha pasado a ser mundial. Ya no sirve formarse aquí con una visión de aquí: lo interesante es formarse aquí con una visión del mundo.  

 

En España, como decía, tenemos la suerte de contar con empresas que han interiorizado una gran vocación internacional y, con un notable éxito, han viajado a los cinco continentes con productos de moda diseñados en España. En este sentido, la potencia de la moda española representa sin duda una gran oportunidad para cientos de jóvenes que año tras año salen de las escuelas.

 

A menudo se considera que un diseñador de éxito sólo es aquel que consigue crear su propia firma y subirse a la pasarela para recibir los halagos del público. Por supuesto, esta es una forma honrosa de dedicarse a la moda, pero no es ni muchos menos la única. Cientos de diseñadores encuentran empleos muy estimulantes en grandes empresas que diseñan en España para llevar sus productos a todo el mundo. Son equipos amplios y diversos de profesionales que conocen muy bien el negocio (de ahí también la importancia de la formación) y son capaces de interpretar las macrotendencias y a la vez adaptar sus diseños a diferentes mercados, países y culturas.

 

Las empresas de moda requieren en este sentido diseñadores con una visión global del mundo, capaces de integrarse en equipos interculturales y diversos y de explotar su talento en empresas que llegan a todos los rincones del planeta. Por fortuna, en España hemos conseguido profesionales brillantes en este sentido y, también gracias a ellos, hemos conseguido que la moda española ocupe los primeros niveles en los ránkings mundiales.

 

Desde la formación en diseño, esta interculturalidad tan enriquecedora en el ámbito laboral, debe empezarse a vivir dentro de las aulas. Las oportunidades laborales son tan amplias comoel mundo que queramos imaginar y una buena formación ayudará a conseguir nuestras metas.

 

 

Silvia Viudas es directora general FDModa-LCI Barcelona