Viriato presenta concurso voluntario un año después de reestructurar la plantilla

Viriato entra en los juzgados. La compañía gallega, con sede central en Ordes (A Coruña), ha solicitado concurso voluntario de acreedores en el juzgado mercantil número 2 de A Coruña. La empresa explica que ha tomado esta decisión para garantizar su continuidad ante “la imposibilidad de financiarse para hacer frente a sus obligaciones relativas a su operativa diaria”.

La dirección de la empresa confía que la decisión tomada ayudará a reencauzar la situación coyuntural por la que atraviesa. La entrada en los juzgados se produce un año después de que Viriato acordase con el comité de empresa el despido de cuarenta trabajadores de fábrica. Tras ejecutar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), la compañía logró un préstamo participativo de un millón de euros, que aportó el Gobierno autonómico a través de Xesgalicia.

Por otro lado, y con el fin de financiar una nueva etapa, la compañía realizó también entonces una ampliación de capital por valor de 1,04 millones de euros, que fue aportado por los socios, tal y como se estableció en el plan de viabilidad que la empresa realizó para hacer frente a las indemnizaciones del ERE.

La empresa cerró 2015 con una facturación de 9,5 millones de euros y una plantilla de cien personas

Tras reestructurar la plantilla, Viriato puso en marcha un proyecto para impulsar su proyección internacional, con la participación en ferias profesionales. En España, la empresa optimizó su presencia en El Corte Inglés, uno de sus principales canales de distribución en el país, para mantener los corners que le son rentables.

A principios de 2016, la compañía reforzó su cúpula directiva con la incorporación de José Luis Pecci, un ejecutivo de Deutsche Bank, como nuevo subdirector general. El nombramiento del directivo coincidió también con la entrada de Olga Arias como nueva responsable de producto.

La empresa, que cerró 2015 con una cifra de negocio de 9,5 millones de euros, se había marcado como objetivo regresar a los once millones de facturación. Viriato, en manos de Grupo Ríos y con una plantilla de cien personas, estaba en plena reorientación de su modelo de negocio, con el objetivo de quitar el foco en la producción para colocarlo en la distribución.