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El consumo mundial de lujo crece un 5,6% en 2016, hasta 860.000 millones de euros

Según un estudio elaborado por la Fondazione Altagamma junto a Boston Consulting Group, el sector del lujo ha tenido un gasto medio de 36.000 euros y ha ganado 12.000 consumidores en 2017.

Martí Ventura

3 may 2017 - 04:37

El consumo mundial de lujo crece un 5,6% en 2016, hasta 860.000 millones de euros

 

El sector del lujo crece en 2016. El consumo de bienes de lujo alcanzó los 860.000 millones de euros el año pasado, lo que supone un crecimiento del 5,6% desde 2013, según se desprende del último estudio realizado por la Fondazione Altagamma junto a Boston Consulting Group (BCG), titulado The True-Luxury Global Consumer Insight.

 

Entre 2009 y 2013, las compras de productos de lujo crecieron un 9,3% y entre 2016 y 2023 se espera que el mercado del lujo crezca entre un 4% y un 5% y alcance los 1.187 billones de euros. En esta cifra se incluye tanto los bienes personales, como ropa o accesorios, como las experiencias de lujo.

 

El gasto medio anual en productos premium fue de 36.000 euros en 2016, aumentando un 25% respecto al año pasado el consumo de compradores que gastan entre 50.000 euros y 100.000 euros. En promedio, las personas pagaron 1.000 euros por un bolso, 300 euros por un par de zapatos o 1.400 euros en un abrigo.

 

Los consumidores se están polarizando y en 2023 se espera que el número de usuarios de lujo, sin contar los compradores aspiracionales u ocasionales, crezca y alcance los 22 millones de personas con un consumo de 381.000 millones de euros. En 2016, la cifra se encuentra en diecisiete millones de clientes de marcas de lujo, que gastan alrededor de 250.000 millones de euros.

 

 

Entre las marcas de lujo también habrá ganadores y perdedores. Mientras entre 2009 y 2013 catorce de las veinte primeras marcas de lujo esperaban un crecimiento superior del 10%, entre 2013 y 2016 esta cifra fue de cinco. Al contrario, el número de compañías que esperaban disminuir sus ventas pasó de dos a ocho entre 2009 y 2016. En total, el crecimiento medio se sitúa en un 3,8%, frente al 8,3% de 2009 a 2013. Para 2023, se espera que éste sea de alrededor del 2%.

 

En general, los zapatos, la cosmética y la joyería y relojería han sido las categorías de producto que más han crecido en 2016, con aumentos del 40%, 33% y 21%, respectivamente, empujados por los millennials. El consumo de artículos de piel y de seda han sido los que más han decrecido y han caído un 7% y un 25%, respectivamente, siendo la generación de los baby boomers quien más ha dejado de comprarlos. Las ventas de gafas de sol se mantuvieron, las de bolsos crecieron un 15% y las de ropa un 10%.

 

Por nacionalidades, los consumidores chinos y estadounidenses lideran las compras de productos de lujo. El 46% y 41% de usuarios de artículos premium de China y Estados Unidos, respectivamente, prevé aumentar un 20% su gasto en lujo este año. En el resto de países, el número de clientes que espera aumentar su consumo en bienes de lujo en el futuro es del 24%.

 

Por otra parte, el 17% de los consumidores de lujo espera gastar un 20% en artículos de alta gama, sobre todo millennials y europeos. Entre las causas a que achacan este descenso se encuentran el incremento de precios en el sector, la saturación de bienes o la disminución de ocasiones para usarlos, además de la inestabilidad económica o el descenso de ña confianza en el futuro.

 

En los últimos años, el precio de los artículos del segmento del lujo ha aumentado por encima de la inflación. Tomando como referencia los bolsos icónicos, su precio fue en 2016 tres veces superior a la inflación.

 

 

En este sentido, más del 50% de los consumidores, sobre todo estadounidenses y millennials, perciben una desalineación entre el precio y el valor del producto. Las razones principales son, en mercados emergentes, la pérdida de exclusividad de productos icónicos y en mercados maduros la baja calidad de los materiales. Como respuesta, ocho de cada diez clientes de marcas de lujo trasladan esta percepción a una renuncia a comprar o el cambio al fast fashion o marcas premium.

 

El estudio también remarca la creciente tendencia hacia un estilo más casual, liderado por el segmento de las sneakers y las chaquetas deportivas, y una gran apuesta por la personalización de los artículos.

 

Por otro lado, París ha dejado de ser la capital del lujo en cuanto a compras se refiere. Los consumidores chinos compran cada vez más marcas de Tokio o Londres, relegando la ciudad francesa al tercer puesto; mientras que los clientes estadounidenses adquieren sus artículos de lujo en Londres y Tokio.

 

La apuesta por la omnicanalidad es otro de los puntos que trata el informe, liderado por los estadounidenses. A la pregunta de dónde compraron su último artículo de lujo, el 72% de consumidores de Estados Unidos lo hizo online, mientras que esta cifra baja al 64% y al 54% al comprador chino y europeo, respectivamente. Por generaciones, el 68% de millennials lideraron la compra en la Red, seguidos por la generación X con un 58%.