Armani gana un 12,4% más en 2016 pero encoge sus ventas un 5,2%

Armani cierra un año agridulce. La compañía, que continúa controlada al 100% por su fundador, ha cerrado 2016 con un resultado neto de 271 millones de euros, un 12,4% más que el año anterior. En cambio, las ventas retrocedieron un 5,2%, hasta 2.510 millones de euros.

La empresa se encuentra en plena reorganización, con medidas para reducir gastos como la “racionalización” de su red de distribución y la reorganización de su oferta, reduciendo su cartera de marcas.

“El ejercicio 2016 ha sido un año difícil para el sector de la moda y el lujo; las causas pueden ser atribuidas a factores externos, como la ralentización del crecimiento de China, las tensiones sociopolíticas tras los atentados en Europa y otros factores de naturaleza política”, explicó el empresario, quien también preside la compañía. “Además, ha habido un cambio general en los hábitos de compra”, añadió.

La empresa ha reducido su cartera de marcas y ha recortado puestos de trabajo en su fábrica en Italia

Sin embargo, Armani confía en el la fortaleza de su marca de cara al futuro. “El desarrollo de la compañía el año pasado demuestra la fortaleza y resiliencia de la marca y confirma su solidez; de este modo, estamos continuando la consolidación y la racionalización, operando como siempre con una visión a largo plazo”, apuntó Armani.

En abril, la compañía italiana anunció el despido del 60% de la plantilla de su fábrica en Italia, especializada en la producción de chaquetas y abrigos. La empresa contempla suprimir 10 puestos de trabajo de los 180 que emplea la factoría.

El diseñador, que no tiene hijos, creó el año pasado una fundación que lleva su nombre con el objetivo de salvaguardar el futuro de la empresa. A principios de 2017, Armani comenzó a dar forma al consejo de este organismo con la incorporación de Pantaleo Dell’Orco, un ejecutivo de su confianza, e Irving Bellotti, un directivo de Rotschild.