Entorno

El consumidor recela de la moda: más confianza pero menos ventas en 2017

Pese al optimismo reinante en la percepción de la economía española y sus expectativas futuras, la facturación del comercio de moda ha perdido en los últimos meses la tendencia alcista iniciada en la segunda mitad de 2016.  

Lorenzo Molina

19 may 2017 - 04:41

El consumidor recela de la moda: más confianza pero menos ventas

 

 

La recuperación de la confianza no contagia a la moda. Si en 2016 el sector sufrió en forma de varapalo en las ventas el pesimismo reinante en 2016 por el incierto futuro de la política y la economía española e internacional, paradójicamente la recuperación del optimismo en el porvenir del país, la reducción del paro y el consiguiente mayor poder adquisitivo de la sociedad en 2017 no ha traído consigo una recuperación en la facturación del comercio.

 

Las perspectivas macroeconómicas españolas no podrían ser más halagüeñas para que las ventas de moda remontasen el vuelo. En abril, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró sus previsiones de crecimiento, pronosticando para el país un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) del 2,6% en 2017, por encima del 2,3% de Estados Unidos y el 2% de Reino Unido. España se convertiría así en el país desarrollado con una mayor tasa de crecimiento del mundo.

 

Asimismo, el paro registró en abril una caída mensual récord, tras descender en 129.281 desocupados, superando a la que hubo en junio de 2013 por algo más de 2.000 personas. El mes pasado cerró con 3.573.036 parados inscritos en la Seguridad Social.

 

 

 

 

En paralelo, los datos más recientes del Índice de Confianza del Consumidor (ICC), elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), arrojan un escenario mucho más próspero. En abril, la confianza de los consumidores marcó 106,7 puntos, siete puntos más que en marzo y sólo siete décimas por debajo del máximo histórico de diciembre de 2015.    

 

El dato de abril fue el más alto de los últimos doce meses, cuando el ICC se mantuvo siempre por debajo de los cien puntos, con diciembre de 2016 como única excepción. Siguiendo la evolución positiva de la confianza, los indicadores de situación actual y de expectativas también se catapultaron en el cuarto mes del año, con 100,4 puntos y 113,1 puntos, respectivamente.

 

Si la moda fue de los primeros sectores en contraer su negocio el año pasado fruto de la pérdida de confianza de los consumidores en la economía y la política del país, los últimos datos del ICC deberían venir acompañados de una recuperación de la actividad en el comercio.

 

El consumo de moda, no obstante, ha ido a contracorriente en los últimos meses, con las ventas del comercio creciendo cada vez menos desde el arranque del año, hasta registrar una caída del 2,3% en abril, según el Indicador del Comercio de Moda, elaborado a partir de datos de la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex). El organismo atribuyó el descenso anotado en el cuarto mes del año al efecto de la Semana Santa, que el año pasado coincidió en marzo.  

 

En marzo, Acotex atribuyó la moderada subida de las ventas también al efecto calendario y a que, a lo largo del mes, se continuó vendiendo ropa de invierno que no se comercializó en temporada, lo que motivó una guerra de descuentos que erosionó los márgenes.

 

 

 

 

 

El comercio de moda español ha ido incrementando sus ventas desde el pasado noviembre, cuando el sector anotó un alza del 2,6%, tras el desplome de la facturación registrado en octubre, del 6,6%. El Black Friday logró insuflar a una bocanada de aire fresco al comercio, que se mantuvo en diciembre, con un incremento del 2,5% en su cifra de negocio, al calor de la campaña navideña.

 

El impulso del comercio de moda no frenó en el arranque del año, con un ascenso de las ventas del 7,5% en enero. Sin embargo, la tendencia alcista no tuvo continuidad en los posteriores, con febrero y marzo registrando tasas de crecimiento más moderadas y paulatinamente inferiores, del 5,1% y 1,4%, respectivamente.

 

A falta de conocer los datos del mes de abril, el Índice de Comercio al por Menor (ICM) anotó un ascenso del 2,9% en marzo con respecto al mismo mes del año anterior, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pese al buen dato, la volatilidad en la evolución de las ventas del comercio minorista ha sido una constante en lo que va de año.

 

En febrero, el ICM cayó un 2,5%, mientras que en enero, el indicador registró un más que tímido ascenso, del 0,1%. Esta fue la menor subida en treinta meses, y contrasta con la evolución de la facturación del comercio en 2016, año en el que las tasas de crecimiento nunca fueron inferiores al 0,8%.

 

Raro fue el adjetivo más utilizado por los profesionales de algunas de las mayores compañías del sector para definir la evolución del negocio en el arranque del año, con las ventas empezando a remontar en marzo. El mal inicio de la campaña primavera-verano forzó a los principales retailers a adelantar las rebajas mid season y, pese a que los datos de comercio fueron buenos, las empresas insistieron en mantener la prudencia.