La OMC prevé una “brusca desaceleración” del comercio mundial en 2023
El organismo pronostica que el tráfico de mercancías crecerá un 3,5% en 2022, ligeramente por encima del 3% previsto en abril, mientras que para 2023 estima un aumento del tráfico de un 1%, lejos de la previsión anterior del 3,4%.
5 oct 2022 - 13:29
La Organización Mundial del Comercio (OMC) mide el golpe al comercio. El organismo con sede en Ginebra prevé que el tráfico de mercancías pierda impulso en el segundo semestre de 2022 y mantendrá un ritmo bajo en 2023, lo que supondrá una “brusca desaceleración” del comercio el próximo año, según el último informe publicado por la OMC este miércoles.
En concreto, los economistas de la OMC estiman que los volúmenes del comercio mundial crecerán un 3,5% en 2022, por encima del 3% previsto en abril. No obstante, para 2023, prevén un aumento del 1%, recortando la previsión realizada en primavera que avanzaba el 3,4%.
El reajuste se debe en gran medida a la incorporación de nuevos datos que miden el efecto de la guerra en Ucrania, según ha detallado Coleman Nee, economista principal de la OMC, durante la presentación de los datos. El informe apunta que las importaciones se atenuarán porque el crecimiento se desacelerará en las principales economías del mundo, aunque advierte que los pronósticos están sujetos a una gran incertidumbre dado la crisis “con enfoque múltiple”, que atraviesa la economía global.
Las importaciones se atenuarán porque el crecimiento se desacelerará en las principales economías del mundo
De cumplirse los pronósticos a la baja, el comercio mundial podría caer un 2,8% en 2023, en cambio, ante mejores resultados, el crecimiento comercial para el año que viene podría ser del 4,6%.
Para Europa, el organismo pronostica que los elevados precios de la energía provocados por la guerra entre Rusia y Ucrania harán disminuir los gastos de los hogares y elevarán los costes manufactureros. Por su parte, la OMC espera que la política monetaria de Estados Unidos afecta a sectores como la vivienda, el automóvil y la inversión fija.
En China, el organismo calcula que seguirá lidiando con brotes de Covid-19 y pertubaciones en la producción, sumadas a una débil demanda externa. Por último, apunta que el aumento de la factura de las importaciones de combustible, alimentos y abonos pondría dar lugar a una situación de inseguridad alimentaria y sobreendeudamiento en los países en desarrollo.
Los países en desarrollo vivirán una situación de inseguridad alimentaria y sobreendeudamiento
“El comercio es un instrumento vital para reforzar el suministro mundial de bienes y servicios, y para limitar el costo de reducir a cero las emisiones netas de carbono”, ha defendido la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, quien también ha alertado que una “un repliegue de las cadenas mundiales de suministro sólo agravaría las presiones inflacionistas, lo cual llevará, con el tiempo, a una desaceleración del crecimiento económico y a niveles de vida más bajos”.
La directora general ha argumentado que el comercio mundial requiere de una base más amplia, diversificada y menos concentrada para producir bienes y servicios. “Además de impulsar el crecimiento económico, ello contribuiría a la resiliencia del suministro y a la estabilidad de los precios a largo plazo mediante la mitigación de la exposición a fenómenos meteorológicos extremos y otras perturbaciones localizadas”, ha afirmado Okonjo-Iweala.
Según la nueva previsión de la OMC, el Producto Interior Bruto (PIB) mundial a precios de mercado crecerá un 2,8% en 2022 y un 2,3% en 2023, lo que supone un punto porcentual menos que el pronosticado en abril.