Jeanologia vuelve a crecer en 2024 gracias a la vuelta del ‘denim’

Jeanologia supera el traspiés. La compañía valenciana de tecnología textil industrial ha retomado la senda de crecimiento tras cerrar su ejercicio 2024 con un alza del 14% de las ventas. La empresa ha finalizado el ejercicio con una facturación de 50 millones de euros y revertido así la situación de decrecimiento que le llevó a reducir su negocio hasta un 13% en los últimos dos años.

El resultado bruto de explotación (ebitda) de la empresa ha alcanzado los ocho millones de euros para el período, según explica Enrique Silla, presidente y consejero delegado de Jeanologia. “Estamos creciendo más lentamente, pero con rentabilidad”, asegura Silla, que confía en que la compañía mantendrá un ritmo de crecimiento similar durante, al menos, los próximos cinco años.

Este alza responde directamente a la vuelta de la popularidad del denim, su principal línea de negocio, a las pasarelas y catálogos de las compañías, lo que ha impulsado a la compañía en 2024. “Los últimos años estábamos viendo una mayor tendencia hacia los pantalones cargo y de tela, pero el denim se ha vuelto a poner de moda”, reflexiona el directivo.

Jeanologia relaciona su crecimiento con la vuelta de popularidad del ‘denim’

Tras su fundación en 1993, la compañía ha labrado su éxito gracias a la comercialización de tecnología para reducir el uso de agua, residuos y emisiones en los procesos productivos del tejido vaquero. Esta línea de negocio proporciona a Jenealogia hasta el 80% de sus ingresos, y cuenta con una cartera de más de 1.000 clientes, entre los que se encuentran compañías como Levi Strauss o Inditex.

La última hoja de ruta de la empresa, sin embargo, pasaba por diversificar su negocio hacia el segmento del color. “El mayor consumo energético y de agua actualmente en la industria de la moda es en la transformación e implantación del color en las prendas”, asegura Silla. La empresa emplea actualmente a más de 40 personas únicamente en el departamento de I+D, con el objetivo de impulsar nuevas tecnologías para reducir el impacto de estos procesos de coloración.

“Hemos tardado casi 50 años en conseguir reducir el impacto del denim -relata el directivo-; los cambios en esta industria son muy lentos, son cambios sociales”. En el segmento del color, sin embargo, Silla confía en que el desarrollo sea mucho más rápido, y prevé que en una década estas innovaciones estén presentes en hasta el 20% de la producción mundial.

Para ello, Jeanologia ya ha comenzado a comercializar hasta dos tipos de tecnología, Colobox e Indra, que reducen la contaminación del agua y la emisión de gases de efecto invernadero en los procesos de tintura de las prendas de ropa. En paralelo, la compañía también ha puesto en marcha H2 Zero, un sistema de circuito cerrado que permite no sólo limpiar el agua utilizada en estos procesos, sino también volver a reutilizarla.

Jeanologia ha conseguido volver a crecer a pesar de que todavía no se ha revertido la caída de la producción en China, uno de sus principales clientes tradicionales y que ahora no figura ni siquiera entre los principales diez primeros países del grupo. “El mercado asiático sigue parado, pero esto no quiere decir que Asia no esté creciendo, y cada vez estamos más presentes en otros territorios como India, Camboya o Vietnam”, relata el directivo.

En el gigante asiático, la compañía valenciana está trabajando por conocer mejor las nuevas características del mercado, que ha pasado de basarse principalmente en las exportaciones a depender de las marcas locales chinas. Con sede en Paterna (Valencia), Jenealogia trabaja principalmente desde la comunidad, donde desarrolla el software de su maquinaria. En paralelo, sin embargo, la empresa también opera a través de un centro de desarrollo en Wanzhou (China) para proveer al mercado chino, uno de producción en Vicenza (Italia) y dos centros tecnológicos en Barcelona e Izmir (Turquía).

Jeanologia también puso en marcha en 2022 un centro de desarrollo en Miami para servir a las marcas estadounidenses, y cuenta con centro de desarrollos en Brasil y México, además de contar con equipos locales en Pakistán, Vietnam, Japón, Egipto e India. La empresa está participada desde 2019 por Carlyle. La gestora de fondos tomó el 40% del capital y valoró a la empresa valenciana en 150 millones de euros.