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Juan Duyos: “Crear una marca de moda es tirarse a una piscina sin agua, muy poca gente empieza con colchón”

El creativo defiende que para poner en marcha una marca de moda hace falta “tesón y foco”: “no sobran marcas mientras sepas quién es tu target”.

Ana Belén G. Boiza

23 mar 2020 - 04:51

Juan Duyos: “Crear una marca de moda es tirarse a una piscina sin agua, muy poca gente empieza con colchón”

 

 

Creatividad, sostenibilidad, big data o Rosalía. El diseño es la piedra angular del sector de la moda. A lo largo de 2020, Modaes.es publicará una serie de entrevistas con los principales diseñadores de moda en el país para debatir sobre las tendencias más relevantes del sector en la actualidad y analizar cómo evoluciona el papel del diseño a medida que el sector se transforma.

 

Tesón y foco. Estos son los ingredientes necesarios, según Juan Duyos, para poner en marcha una marca de moda. “Siempre, en todas las épocas y en todo el mundo, es tirarse a una piscina sin agua, muy poca gente empieza con colchón”, asegura el creativo. El diseñador, que pasó por el taller de Manuel Piña y el equipo de diseño de Don Algodón, comenzó su carrera en solitario de la mano de Cecilia Panigua, con la marca Duyos&Panigua. Hoy continúa con su propia firma, especializada en fiesta.

 

 

Pregunta: ¿Sobran diseñadores independientes en España?

Respuesta: Cada uno tiene que encontrar su hueco. Los que hacen costura, los que hacen pret-â-porter, los que venden online, los que hacen moda rápida, etc. El exceso no existe si tú tienes tu hueco y tu target claro. Si haces algo que ya puede existir o que tiene mucha oferta, es más complicado. Ahora hay una gran libertad de combinar las prendas más baratas con las de alta costura, eso es lo sano.

 

P.: Muchos diseñadores españoles crearon su propia firma tras salir de la escuela. ¿Es un error?

R.: Crear una marca de moda siempre es como tirarse a una piscina sin agua, en cualquier época y en cualquier década en el planeta entero. Crear tu propia marca es empezar siempre de cero, nadie o muy poquita gente empieza con un colchón enorme. Si tú quieres crear tu marca de cero tienes que tener muchísimo tesón y luego, poco a poco, ir creciendo. Eso es lo que me ha pasado a mí en estos veintitrés años.

 

P.: ¿Hay hueco para vender a precio de diseñador independiente más allá de la ceremonia?

R.: Nosotros nos hemos dedicado más a la ceremonia porque es una moda lenta, artesana y muy experiencial. Cada uno tiene que saber lo que sabe hacer bien y con qué se siente cómodo. Lo que ofreces tiene que ser real porque al final todo eso se nota en las prendas y en el trato.

 

 

 

 

P.: ¿Sigue habiendo hueco para el prêt-à-porter en tiempos del fast fashion?

R.: Con el pret-â-porter no hay competencia. Inditex generó, de algún modo, una avalancha de consumo de comprar, usar y tirar: para mí es súper irresponsable. Hacer miles de colecciones para que la gente consuma y luego las tire… No estoy de acuerdo con eso. Nosotros nos hemos separado absolutamente de ese sistema porque ni me gusta, ni me siento cómodo, ni me apetece. Además, tampoco lo sé hacer. Nosotros nos hemos ido a una moda más sostenible y artesana porque es lo que sé hacer. Ellos quieren vender mucha ropa y muy rápido para que la tiras y te la vuelvas a comprar. Yo quiero que la ropa perdure en tu armario, que la puedas heredar, y que sea un objeto y una experiencia mientras la haces.

 

P.: ¿Tienen sentido tantas pasarelas en España?

R.: Para nosotros sí. Si vamos a enseñar la moda al norte o al sur, conseguimos que las clientas nos conozcan porque acercas mucho más tu forma de hacer las cosas en esas provincias de España. Desde luego no aceptamos todas a las que nos invitan, pero si nos conviene siempre sale bien.

 

P.: ¿Para qué sirven?

R.: Es una promoción enorme de tu marca. La alta costura de París sirve para promocionar la marca y crea un sueño porque haces un producto que inspira al público.

 

 

 

 

P.: ¿El low cost ha dañado a la moda?

R.: Ha dañado a la moda que existía en ese momento. La moda era un objeto deseado, en el momento que se devalúa el precio de prendas porque hay muchas, algo de daño hace. Pero ha pasado en el cine, ha pasado en la aviación, ha pasado en el periodismo, en todos los sectores.

 

P.: Qué le recomendaría a un diseñador que empieza, ¿irse a Inditex o crear su propia marca?

R.: Hay gente que le gusta diseñar para Inditex o para las grandes masas. A mí me parece admirable porque sus diseños llegan a muchísima gente. Pero este no es mi camino porque no es mi forma de consumir.

P.: El precio manda hoy en la compra de moda. ¿Se puede revertir?

R.: En el consumidor español hay de todo. Hay gente que se quiere gastar muchísimo dinero en ropa de usar y tirar, y hay gente que prefiere tener menos cosas en el armario. O combinarlas, para mí esto es lo sano. Yo prefiero tener una buena camisa y nos buenos pantalones, que no tienen porqué ser de costura. Si quieres, puedes y te gusta la moda, lo sano es combinarlo.

 

 

 

 

P.: ¿Diseñar de forma independiente es una cuestión de ego o de necesidad?

R.: Como yo lo vi, fue una necesidad. Cuando yo acabé de estudiar, empecé a trabajar con Manuel Piña y con él aprendí lo que me gustaba de la moda. Abrí mi propia marca, empecé a trabajar en Don Algodón y allí también vi otra industria que me apetecía menos. Yo opté por impulsar mi propia firma para poder disfrutar de mi manera de ver la moda. Soy un afortunado, trabajo en lo que me gusta y además lo he elegido.

 

P.: ¿Qué lecciones sacó de aquellos inicios?

R.: Lo que me gusta de la moda. Esa forma de entender la moda sigue apeteciendo a muchísima gente, es como la cocina de autor. Con mis maestros aprendí lo que me gusta, y lo que no.

 

P.: ¿Y qué no le gusta?

R.: El fast fashion. Además, no me interesa ni como consumidor. En este momento en el que existe esta preocupación por la sostenibilidad, quién tenga dos dedos de frente se tendría que replantear porqué se tiene que comprar una camiseta o una falda cada cierto tiempo para después tirarla. Ahora está muy de moda la sostenibilidad y todo el mundo quiere ser sostenible, pero yo llevo siendo sostenible desde que tengo uso de razón.