Subidas de precio “estratégicas” y agilidad, las recetas para vencer a la inflación en moda
A las puertas del último trimestre del año, históricamente el más importante para el sector de la moda a causa de la campaña de Navidad y el Black Friday, McKinsey propone a los retailers que ganen velocidad con una mayor eficiencia.
5 oct 2022 - 05:00
La moda se enfrenta a un escenario inédito. El sector, tradicionalmente deflacionista, batalla ahora contra una inflación generalizada que afecta de las materias primas hasta la energía, pasando por cada eslabón de la cadena de suministro. McKinsey propone ser más selectivos en los descuentos y ganar agilidad en las operaciones para tratar de proteger los márgenes, y al mismo tiempo al consumidor.
En concreto, la consultora propone cinco posibles soluciones para armar al sector. La primera pasa por ganar flexibilidad en el aprovisionamiento para así reducir el inventario y minimizar los descuentos.
“Con una menor cantidad de inventario, los operadores de moda pueden minimizar el problema del excedente de mercancía en el cambio de temporada”, detalla McKinsey. Sin embargo, algunas compañías del sector están optando por la estrategia contraria ante el riesgo de posibles nuevas disrupciones en la cadena de suministro.
Mientras, otras como Gap han visto dispararse sus niveles de stock no vendido en las últimas temporadas. “Por ahora, un inventario reducido parece una realidad muy lejana para el sector”, admite la consultora.
Aun así, son numerosos los grandes grupos que han manifestado su voluntad de reducir la tasa de venta con descuentos para proteger los márgenes, como Victoria’s Secret, PVH y American Eagle Outfitters han llevado a cabo en los últimos meses.
Los trajes de hombre son las prendas que más subida de precios han experimentado en el último año, con una inflación del 20,8% en julio en Estados Unidos
La segunda propuesta de McKinsey es “desarrollar el arte del pricing”, es decir, realizar subidas estratégicas que tengan en cuenta la percepción del consumidor de cada producto a una escala muy reducida, para minimizar la caída de la demanda.
Por ejemplo, los trajes de hombre experimentan una inflación cuatro veces mayor a la de los trajes de mujer, según datos de Bureau of Labour Statistics recogidos por McKinsey referentes a julio de 2022 en Estados Unidos. De hecho, el segmento de trajes de hombre y prendas de exterior ha incrementado sus precios un 20,8% en el último año, el mayor salto del sector de la moda, mientras que la joyería y los relojes sólo registra una inflación del 1,2%, siendo el menos afectado.
El tercer paso en la estrategia propuesta por McKinsey es la aceleración en la toma de decisiones, enmarcado en una mayor agilidad operativa. “Esto puede reflejarse en una mayor transparencia en la estructura de costes, incluso de cara a los clientes”, explica la consultora.
Con una toma de decisiones más rápida, las empresas de distribución de moda “pueden centrar sus esfuerzos en las estrategias de precio que registren el mayor retorno de la inversión (ROI), especialmente en el caso de realizar subidas repentinas como respuesta a movimientos de los competidores”.
“Por ahora, un inventario reducido parece una realidad muy lejana para el sector”, admite McKinsey
Otra propuesta de McKinsey es mirar más allá de las estrategias de precio para blindarse ante la subida de costes. Según la consultora, la mejor solución puede ser dar un paso atrás y “en lugar de presionar a los proveedores, mirar hacia otras áreas como diseño”.
Por último, la consultora estadounidense propone llevar a cabo un seguimiento exhaustivo de cualquier estrategia tomada para proteger el margen. “Las empresas deben definir ratios que midan tanto el comportamiento del consumidor como el éxito de las medidas tomadas”, explica la empresa.
Además, McKinsey advierte que “el seguimiento no sólo debe ser hacia dentro, sino también en cuanto a los movimientos de la competencia”. “La inflación es un reto para la distribución, pero también representa una oportunidad para aquellos que sepan responder”, termina la consultora.