Burberry cambia de nuevo su logotipo y recupera el histórico jinete

Burberry vuelve a los orígenes. La compañía centenaria de moda de lujo ha estrenado hoy un nuevo logotipo y una nueva tipografía para su nombre, ahora escrito con líneas finas y alargadas. Este es el primer movimiento del rebranding que trae bajo el brazo Daniel Lee, que la empresa fichó como director creativo en septiembre de 2022.

La nueva imagen de Burberry también incluye una nueva ilustración del emblemático jinete que acompaña a la marca desde sus orígenes, con un aspecto más caricaturesco que su anterior versión.

Antes de publicar en redes sociales su nueva campaña, la compañía británica ha borrado por completo todas las publicaciones en su perfil de Instagram, un movimiento que Bottega Veneta también llevó a cabo en febrero de 2021, durante su etapa bajo la dirección creativa de Lee.

La nueva campaña de Burberry presenta a celebridades británicas como la artista de música pop Shygirl o el rapero Skepta, ambos populares entre la generación Z, frente a varios monumentos emblemáticos de Londres.

Burberry ha renovado su logotipo dos veces en cinco años

Esta renovación de la imagen de Burberry es la primera en cinco años para la marca. La última ocurrió en 2018 y también sucedió la renovación de la dirección creativa de la firma, en aquel caso tras el fichaje de Riccardo Tisci.

El nuevo logotipo de Burberry forma parte de la nueva estrategia que la empresa británica puso en marcha en noviembre de 2022 y que pasa por volver a poner Reino Unido en el centro de su firma. El papel de Lee será “crear el impacto que buscamos para esta próxima fase”, en palabras de Jonathan Akeroyd, consejero delegado de Burberry desde abril de 2022.

Este plan, con el título de The Next Phase: Modern British Luxury, tiene el objetivo de alcanzar una facturación de 5.000 millones de libras a largo plazo, apoyándose en las líneas de marroquinería y calzado, su marca de mujer y en los productos de outerwear.

Daniel Lee, con experiencia en marcas como Bottega Veneta, Maison Margiela, Balenciaga y Donna Karan, también trabajó codo con codo con Phoebe Philo en el desarrollo de la línea ready to wear de Céline, una etapa durante la cual la empresa francesa alcanzó ventas históricas y marcó un nuevo rumbo para su marca. 

Akeroyd, por su parte, cuenta con una larga experiencia en el sector del lujo, una trayectoria en la que se ha especializado en dar impulso a marcas en pleno crecimiento, como Versace, Harrods y Alexander McQueen.