Burberry cierra su planta de Barcelona y despide a 300 personas
18 feb 2010 - 00:00
Nueva tanda de despidos en el sector textil español. El grupo británico Burberry anunció ayer su intención de presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir a 300 de las 857 personas que trabajan para el grupo en España. Con esta medida, la empresa reacciona a las abultadas pérdidas que acumula la filial española de Burberry durante los últimos años.Se trata del segundo ERE presentado por la firma del estampado de cuadros en el último año. A principios de 2009, Burberry anunció su intención de presentar un ERE para despedir a unas 250 personas (que finalmente fueron 230) de su planta de Barcelona, tras reorganizar su estructura productiva y eliminar la enseña Thomas Burberry.
El origen de este segundo ERE es la decisión de la empresa de suprimir la colección exclusiva para España que se diseña y distribuye en la planta de Barcelona, en la que no se realiza producción. Históricamente, Burberry operaba en España a través de una licencia a la familia Mora, que terminó vendiendo su empresa a la matriz en 2000.
Por esta razón, la firma cuenta con una colección exclusiva para el mercado nacional, cuyas "ventas son actualmente demasiado bajas para cubrir los costes asociados a estas colecciones". Además, se trata de un caso único en el mundo, por lo que otra de las razones de esta decisión es homogeneizar la imagen internacional de Burberry.Burberry opera en España a través de dos sociedades: Burberry Spain emplea a 757 personas, que trabajan en el barrio de Bonpastor (Barcelona) y realizan tareas de diseño, gestión de la colección local, logística, etc.; y Burberry Spain Retail, que agrupa a cien empleados, todo ellos de las tres tiendas propias y cinco outlets de la firma en España.
El ERE afectará únicamente a Burberry Spain, que terminará desapareciendo y agrupando al resto de sus empleados en la otra sociedad. El próximo otoño-invierno se lanzará al mercado la última colección exclusiva para el mercado español.
A la espera de que la compañía cierre el ejercicio 2010 el próximo marzo, en el primer semestre del ejercicio Burberry registró una caída cercana al 20% de sus ventas, provocada principalmente por el mal ritmo del negocio español. Los costes derivados de las reestructuraciones también están pasando factura al grupo.