El calzado italiano de Superga da el salto a Chile tras elevar sus ventas un 51% en 2014
20 abr 2015 - 00:00
El auge de las sneakers incrementa el atractivo de Latinoamérica para las empresas de calzado. La italiana Superga pone un pie en Chile con la apertura de su primera tienda monomarca en el país, según ha explicado Lorenzo Boglione, vicepresidente de BasicNet, a Modaes.
La compañía de calzado, propiedad de BasicNet, pondrá en marcha un establecimiento en el centro comercial Casa Costanera de la capital chilena. La tienda, con una superficie de 67 metros cuadrados, subirá la persiana el próximo 15 de julio.
La apuesta de Superga por Latinoamérica se ha intensificado en los últimos años. En 2014, la compañía abrió su primera tienda en Brasil, situada en el Iguatemi Shopping de Sao Paulo. En el pasado ejercicio, el grupo también puso en marcha su primera tienda en Colombia.
La compañía, cuyos diseños han calzado actrices de la talla de Liv Taylor, Katie Holmes, Jessica Alba o Jennifer Aniston, mejoró en 2014 sus resultados hasta triplicar su beneficio. BasicNet ganó 12,4 millones de euros (13,4 millones de dólares), gracias al buen comportamiento de las principales enseñas del grupo, como Superga.
Las ventas de la compañía se situaron el pasado año en 446,8 millones de euros (482,5 millones de dólares), un 13% más que en 2013, cuando la empresa alcanzó una cifra de negocio de 389,1 millones de euros. Superga y K-Way tiraron de la facturación del grupo, elevando sus ventas un 51% y un 28%, respectivamente.
BasicNet recondujo sus cuentas en 2013
Fundada en 1911 por Walter Martiny, la piamontesa Superga inició su actividad como productor de goma para ruedas de bicicleta. En 1929, el grupo empezó su andadura en el sector del calzado para la práctica del tenis y la gimnasia.
Desde febrero de 2004, BasicNet posee la licencia para producir y distribuir los artículos de Superga. El grupo, que cotiza a bolsa, también posee las marcas Kappa, Lanzera, Sabelt y K-Way, entre otras.
BasicNet consiguió reconducir sus cuentas en 2013, cuando abandonó los números rojos para registrar un beneficio de 4,5 millones de euros. Un año antes, las pérdidas de la compañía habían alcanzado los 17,1 millones de euros.