Entorno

Adiós al ‘mercado refugio’: el coronavirus trunca las esperanzas de la moda en Latinoamérica

Las ventas de moda en los principales mercados de la región, México, Brasil, Colombia, Chile, Perú y Argentina, iban a crecer un 9% entre 2019 y 2022.

C. Juárez

26 may 2020 - 04:49

Adiós al ‘mercado refugio’: el coronavirus trunca las esperanzas de la moda en Latinoamérica

 

 

La Gran Reclusión obliga a la moda a despedirse, al menos temporalmente, de su eterna promesa. La crisis del coronavirus penalizará a todas las economías del planeta y en especial a Latinoamérica, el mercado refugio para la moda, que antes del Covid-19 apuntaba a un crecimiento en la región del 9% para el periodo de 2019 a 2022.

 

Las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) pasan ahora por que la economía de Latinoamérica y el Caribe se contraiga un 5,3% en 2020, frente a las previsiones iniciales de crecimiento del 1,8% para este año. Con todo, la recuperación llegará en 2021, cuando el Producto Interior Bruto (PIB) de la región se eleve un 2,9%.

 

Para la moda, Latinoamérica es su eterna promesa con una creciente clase media alta y en particular para la moda española, por su cercanía cultural. En 2019, la moda en Colombia, Chile, Brasil, México y Argentina movió 67.735 millones de dólares, y tenía previsto crecer un 2,76% para 2020. Las perspectivas para 2022 era que el sector en estos seis mercados creciera un 9%, hasta 73.798 millones de dólares, según datos de Euromonitor.

 

 

 

 

México será uno de los países de Latinoamérica más castigados por la Gran Reclusión. El FMI estima que el PIB mexicano, que ya suma más de 7.000 fallecidos con coronavirus, se encoja un 6,6% en 2020 y se recupere un 3% en 2021.

 

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el país norteamericano registró una caída interanual del 2,4% del PIB en el primer trimestre, la más alta desde 2009. Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, ha confirmado que el país perderá un millón de empleos ante el impacto de la pandemia.

 

La moda también será uno de los sectores más castigados en el mercado mexicano, que tenía previsto crecer un 3,8% en 2020 y un 11,8% en 2021, uno de los mayores crecimientos de la región. Como en el resto de los países, de las primeras medidas que se tomaron en México para contener el avance de la pandemia fue el cierre de centros comerciales y tiendas departamentales, el pasado 23 de marzo.

 

 

 

 

Brasil, por su parte, también se enfrenta a una de las mayores caídas económicas. Después de crecer un 1,1% en 2019, el FMI prevé que el PIB brasileño se encoja un 5,3% en 2020 ante el impacto de la pandemia.

 

El país es el más afectado por el coronavirus en Latinoamérica y en el mundo, sólo por detrás de Estados Unidos, con más de 22.000 fallecidos y más de 360.000 contagiados a fecha de ayer. Parte de esta situación se debe a la falta de medidas tomadas por el presidente del país Jair Bolsonaro, que ha declarado que la alarma está “sobredimensionada” o es sólo una “gripecita”.  

 

En 2019, las ventas minoristas de moda en Brasil registraron una subida del 1,8%, según datos del Instituto Brasileiro de Geografía y Estadística (Ibge). Aunque es uno de los mercados más difíciles de penetrar para la moda internacional, el sector movió en 2019 cerca de 29.082 millones de dólares, colocándose como el primer mercado para el sector en Latinoamérica. Las perspectivas de futuro para el país antes del impacto de la pandemia pasaban por que la moda creciera un 1,7% en la región este año y un 5,5% para 2022.

 

 

 

 

Chile será otro de los países más castigados por la pandemia. La economía chilena, que en 2019 creció un 1,1%, se enfrenta a un retroceso del 4,5% para este año. Con todo, será una de las regiones que mejor se recuperen, con un alza del PIB del 5,3% en 2021. Hasta ayer, el número de contagios en Chile se acercaba a los 70.000.

 

El país, que está levantando escalonadamente el confinamiento, era uno de los mercados de futuro para la moda en la región, por su estable situación económica y política y por ser cuna de gigantes como Falabella o Cencosud. Sin embargo, el coronavirus y las revueltas sociales del pasado octubre han truncado las perspectivas de crecimiento para la moda en Chile, que pasaban por registrar un alza del 0,2% en 2022.

 

Perú, por su parte, también se enfrenta a la misma caída económica que Chile. El FMI pronostica que el PIB peruano se contraiga un 4,5% en 2020, aunque para 2021 registrará un avance del 5,2%.

 

El país es, tras Brasil, el segundo mercado de Latinoamérica más afectado por el Covid-19, con cerca de 120.000 casos. Para contener el avance, el Gobierno del país decretó estrictas medidas de confinamiento el pasado 16 de marzo, que se ha extendido hasta el 30 de junio.

 

 

 

 

El número de casos en Colombia es mucho menor que sus vecinos, con 21.175 contagiados hasta ayer y poco más de setecientos fallecidos. El Gobierno de Iván Duque ha decretado medidas severas de aislamiento, que comenzarán la desescalada el 1 de junio.  

 

Con todo, la economía de Colombia también sufrirá un revés en 2020, con una contracción del 2,4% este año, tras el avance del 3,3% en 2020. Sin embargo, el FMI estima que el PIB del país, uno de los más estables de la región, vuelva a crecer en 2021, con un avance del 3,7%.

 

Para la moda, Colombia también era una de sus promesas de futuro, cuna de marcas de renombre internacional como Studio F o Agua Bendita. El sector, que en 2019 movió 6.537 millones de dólares en la región, iba a crecer un 1,8% en 2020 y un 4,9% en 2022.

 

 

 

 

El coronavirus ha pillado a Argentina en medio de otra crisis. El país, en eterno vaivén, desplomará su economía un 5,7% en 2020, según datos del FMI, aunque se elevará un 4,4% el año que viene. Por ahora, el país cuenta con 12.063 casos confirmados, y ha extendido el confinamiento obligatorio hasta el próximo 7 de junio.

 

El país era para la moda la mayor promesa a largo plazo, con un crecimiento estimado del 21,1% entre 2019 y 2022. Para este año, las perspectivas de crecimiento de la moda en Argentina eran del 6,08%. En 2019, la moda en el país movió 10.736 millones de dólares.

 

 

Un futuro más negro para Latinoamérica

La región se enfrenta a la pandemia desde una posición más débil que el resto del mundo, según explica la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). El organismo pronostica que la economía de la región se contraiga entre un 3% y un 4% en 2020, aunque dependerá de “las medidas que se tomen a nivel nacional, regional y mundial.

 

Según el organismo, son cinco los ejes que más se verán afectados por el coronavirus. El primero, la disminución de la actividad económica de los principales socios comerciales de Latinoamérica, que depende marcadamente de sus exportaciones y que se verán reducidas por la recesión mundial.

 

La caída de los precios de las materias también lastrará el crecimiento de la región. Las marcadas caídas de esos precios y el deterioro de los términos de intercambio tendrán fuertes efectos negativos en los niveles de ingreso de las economías latinoamericanas dependientes de esas exportaciones. La Cepal apunta especialmente a China, uno de los mayores consumidores de las materias primas de la región.

 

 

 

 

La interrupción de las cadenas globales de valor también afectará a la economía latinoamericana. “Comenzando por los proveedores chinos y luego por la producción europea y estadounidense, afectaría principalmente a México y Brasil, cuyos sectores manufactureros son los más grandes de la región”, sostiene la Cepal. Las exportaciones en la región caerán al menos un 10,7% en 2020.

 

Además, la menor demanda de servicios de turismo es otro factor que lastrará al desarrollo económico de Latinoamérica. En 2018, los ingresos por turismo representaron el 20% del PIB de la región.

 

Por último, la Cepal apunta que la aversión al riesgo y el empeoramiento de las condiciones financieras mundiales conllevará una mayor demanda de activos seguros, y por consiguiente menor demanda de activos financieros de la región, lo que produciría una “importante” depreciación de las monedas de estos países.