La moda cancela millones de pedidos y pone en jaque a los mercados emergentes
Grupos como Primark han anunciado ya la congelación de sus compras. India y Bangladesh advierten del impacto en su industria, centrada en el textil.
25 mar 2020 - 05:00
“Tenemos grandes cantidades de stock en nuestras tiendas, almacenes y en tránsito, que está pagado, y si no tomamos esta acción ahora estaríamos asumiendo la llegada de stock que simplemente no podemos vender”, afirmó la semana pasada Paul Marchant, consejero delegado de Primark, al anunciar la cancelación de todos sus pedidos. Como Primark, los principales gigantes de la industria de la moda, de Inditex a New Look, han comenzado a paralizar sus compras para contener el stock ante la evolución de la pandemia del Covid-19. Patronales de países emergentes de todo el mundo, en los que la industria global de la moda basa su aprovisionamiento, empiezan a pedir a los grandes grupos que no deshagan posiciones ante el impacto en sus economías.
Con la ciudadanía confinada desde ayer y las fábricas cerradas, India pide a los retailers que se hagan cargo de las producciones ya listas para recoger. La Apparel Export Promotion Council (Aepc), que representa los intereses de la industria de la confección en la India, ha enviado una carta a los principales operadores de Europa y Estados Unidos en la que les exhorta a no cancelar pedidos en el momento actual, a la vez que se abre a buscar medidas de flexibilidad. “Esperamos y rezamos para que la situación se normalice en las próximas semanas -dice la misiva-; como socio importante que comparte responsabilidad en la importancia que tiene este sector con las personas involucradas en la cadena de suministro, esperamos su amable comprensión y rezamos para que considere nuestra solicitud”.
Además de Primark, a lo largo de los últimos días varias empresas han comunicado a sus inversores que entre sus planes de ajuste para hacer frente a la pandemia figura el ajuste de sus compras. El grupo británico Superdry, por ejemplo, introducirá “cambios potenciales en los tiempos y estructura de las compras de stock para la próxima colección”.
Las fábricas de India han pedido a los retailers que no cancelen los pedidos y se abre a buscar medidas de flexibilidad
Los gigantes deberán acompasar sus pedidos a la progresiva apertura del comercio en los diferentes países afectados por el cierre de tiendas. Italia y España fueron de los primeros grandes mercados de la moda en abrazar esta medida, a la que más tarde se sumaron Francia, Alemania y, ahora, Reino Unido y Estados Unidos.
A principios de marzo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó una primera aproximación al impacto de la pandemia en la industria de la moda en todo el mundo. La organización cifró en 1.500 millones de dólares las pérdidas en el textil y la confección, derivadas principalmente de la falta de materias primas. En este sentido, la ONU señalaba que el mercado más afectado será el europeo, con pérdidas de 538 millones de dólares; Vietnam, con 207 millones de dólares; Turquía, con 164,2 millones de dólares; Hong Kong, con 107 millones de dólares; Taiwán, con 102 millones de dólares, y Estados Unidos, con pérdidas estimadas de 80 millones de dólares.
La entidad presidida por António Guterres no contemplaba, sin embargo, la cancelación de pedidos que ya se está produciendo: en las últimas semanas, 490 fábricas de Bangladesh, uno de los mayores hubs del mundo, habían recibido cancelaciones de pedidos con un impacto de 1.440 millones de dólares en las exportaciones del país.
El impacto de las cancelaciones impacta también en los grandes polos productivos en cercanía
“Las fábricas están registrando nuevos casos cada hora -explica Rubana Huq, presidenta de la Bangladesh Garment Manufacturers ans Exporters Association (Bgmea), en declaraciones recogidas por Sourcing Journal-; les hemos pedido que recojan la mercancía, que ya está fabricada, incluso con pagos diferidos”.
El impacto de las cancelaciones no se limita a mercados asiáticos, sino que también llega al aprovisionamiento en cercanía. En Turquía, donde los grandes grupos desplazaron sus producciones con la paralización de China, comienzan a registrarse cancelaciones de pedidos, situación que se repite en Marruecos.
Los principales ‘hubs’de la moda
China continúa siendo la gran fábrica del mundo, copando el 31,3% de las exportaciones totales de ropa y el 37,6% de las de textil, según datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Sólo en 2018, el país exportó ropa por valor de 158.000 millones de dólares y textil por 119.000 millones.
En China, las empresas de confección emplean a casi cinco millones de personas, según datos de IbisWorld. Aunque en los últimos años el país ha diversificado su economía, transicionando de un país industrial a otro más enfocado en los servicios, el textil continúa copando el 7,1% de su Producto Interior Bruto (PIB), según datos de Fibre2Fashion.
Vietnam es el cuarto mayor exportador de ropa del mundo, por detrás de China y la Unión Europea. Antes de ser uno de los hubs industriales del textil low cost, el país fue uno de los epicentros fabriles del calzado deportivo, que continúa siendo un sector estratégico en el país.
Economías emergentes como Vietnam o Bangladesh tienen una gran dependencia del sector textil
Según los últimos datos disponibles, Vietnam produjo 1.100 millones de pares de calzado en 2017, un 4,7% de la producción total, según datos del World Footwear Yearbook. En total, la moda representa un 15% del PIB, un 18% de las exportaciones del país y emplea a 2,5 millones de personas.
El textil es la industria más antigua de India, con un volumen de negocio estimado de 250.000 millones de dólares en 2019, según datos de India Brand Equity Foundation. El sector representa un 2% del PIB de la India, un 7% de la producción industrial y un 15% de las exportaciones.
La confección es el mayor empleador del país tras la agricultura, con 13,9 millones de trabajadores. Además, es una de las principales vías de entrada de la mujer al mundo laboral, ya que entre un 65% y un 70% de la plantilla del sector son mujeres, según datos del Apparel Export Promotion Council (Aepc) del país.
India es el tercer mayor exportador de textil del mundo, con 18.000 millones de dólares el año pasado, un 5,8% del total. En ropa, el sector ha perdido peso en los últimos años, situándose como el quinto mayor exportador, hasta 17.000 millones de dólares.
A diferencia de otros hubs de la confección, India es uno de los principales productores de materia prima, en particular de algodón, y cuenta con clústers dedicados también a la hilatura, la tejeduría y el calzado.
La ONU cifró en 1.500 millones de dólares las pérdidas en el textil y la confección por el coronavirus
Marruecos es uno de los principales hubs de la producción de moda en proximidad, especialmente para España. La industria textil y de la confección es uno de los pilares de la economía marroquí, copando un 15% de su PIB, según datos de la asociación local Amith.
El sector aglutina a 1.200 empresas y es el principal empleador del país, con 190.000 trabajadores. Además, copa un cuarto de sus exportaciones totales y produce anualmente mil millones de prendas de ropa.
El otro principal polo de aprovisionamiento en proximidad para la moda europea es Turquía. La industria del textil y la confección genera el 7% del PIB de Turquía y contribuye al 10,3% de sus exportaciones. Turquía es el séptimo productor mundial de algodón y el cuarto consumidor de esta materia prima, además de ser el tercer productor de algodón orgánico después de India y China.
Camboya es otro de los países emergentes con una elevada dependencia del sector textil. En torno a un 40% del PIB del país lo generan la industria de la moda, un sector que emplea a más de 800.000 personas, el 86% del total del empleo industrial, y que genera el 80% de las exportaciones.
En el país hay unas 1.600 fábricas textiles que facturan en torno a 10.800 millones de dólares al año, según datos recogidos en el estudio Cambodian place in the International trade of Textile and Clothing, de la Universidad de Lyon.