La reapertura de China y el enfriamiento de la inflación en Europa, luz al final del túnel

Tras el desastre, la oportunidad. Morgan Stanley señala que 2023 ha comenzado con unas halagüeñas perspectivas de recuperación a causa de tres factores: la reapertura de China tras las restricciones, el aterrizaje suave que se pronostica para la economía estadounidense y el enfriamiento de la inflación de los costes de energía en Europa.

La banca de inversión establece la recuperación en Asia como el escenario “más convincente” para aferrarse a los buenos augurios y recuerda que, en Estados Unidos, hay demasiada incertidumbre como para asegurar que la remontada llegará en 2023.

“Después de un terrible 2022 en el que casi todos los activos cayeron, 2023 ha comenzado con un crecimiento general y es uno de los arranques de año más sólidos de la memoria reciente”, expresa Andrew Sheets, director de estrategia de crossed assets de Morgan Stanley.

La reapertura de China, la segunda mayor economía del mundo, ha supuesto una revisión al alza del pronóstico de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del país para este año. Con todo, el banco de inversión advierte de que “el optimismo puede hacer que confundamos los árboles con el bosque”.

“Los precios más bajos a la energía significan menos inflación y un mayor crecimiento, lo que hace a Europa atractiva para los inversores”, argumenta Morgan Stanley

Por otro lado, los precios de la energía en Europa han comenzado a reducir su subida. “El cálido invierno y la recuperación de las importaciones de Estados Unidos han hecho posible que Europa tenga más gas natural del esperado”, explica Morgan Stanley, señalando que el precio del gas se ha reducido en un 80% respecto a finales de agosto.

“Los menores precios en la energía significan menos inflación y un mayor crecimiento, lo que hace a Europa atractiva para los inversores que antes estaban preocupados por la crisis energética”, añade el grupo.

Por último, Morgan Stanley pronostica que la economía estadounidense registre “un aterrizaje suave” en el próximo año, aunque subraya que esta estimación es poco segura. “El crecimiento económico en el país será lo suficientemente lento como para moderar la inflación y animar a la Reserva Federal a dejar de aumentar los tipos, pero no lo suficiente como para que la economía entre en recesión”, estima la entidad financiera.

Además, Morgan Stanley apunta que la perspectiva del inversor a futuro ha pasado de “cautelosa” a “complaciente”, señalando un ligeramente mayor optimismo respecto a la economía estadounidense.