Victoria para China, golpe a Bangladesh: ¿qué significa para la moda el nuevo macroacuerdo en Asia?
Los quince miembros del nuevo tratado de libre comercio copan el 50% de las exportaciones mundiales de textil y ropa y el 20% de las importaciones.
23 nov 2020 - 04:51
La fábrica del mundo afianza su liderazgo mundial. China, junto con otras potencias de la región, ha impulsado la firma del mayor acuerdo de libre comercio del mundo, que engloba a quince países de Asia y Oceanía. Su firma es un triple hito: para la integración comercial y el multilateralismo, para el papel de China como líder global y para la moda, que depende de esta región para su producción.
El pacto, que lleva el nombre de la Asociación Económica Integral Regional (Rcep, en sus siglas en inglés) supone la eliminación de la gran mayoría de los aranceles en el comercio entre China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda y los diez miembros de la Asociación de Naciones Unidas del Sudeste Asiático (Asean): Brunéi, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam.
Entre todos copan el 48,2% de las exportaciones mundiales de ropa. De hecho, cinco de sus integrantes (China, Vietnam, Hong Kong, Indonesia y Camboya) se encuentran entre los diez mayores exportadores de ropa del mundo y sólo ellos concentran el 39,9% del mercado global, según datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Todos los mercados occidentales dependen de su producción, pero especialmente Estados Unidos, que importa el 59,2% de su ropa de los países adheridos a la Rcep. En la Unión Europea, la cuota se sitúa en el 32%, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En el caso de España, las compras de prendas de vestir a estos quince mercados ascendieron en 2019 a 4.958 millones de euros, también el 32% del total, siendo China, Camboya y Myanmar los principales proveedores, según Icex España Exportación e Inversiones.
Los quince países tienen también un peso estratégico en el mercado global de textiles: sólo cinco de ellos, China, Corea del Sur, Vietnam, Taiwán y Hong Kong, copan el 47,9% de las exportaciones mundiales.
La primera consecuencia del acuerdo será un salto de gigante en la integración de la cadena de valor de la moda dentro de esta región, que está ya muy interconectada: si las fábricas de Camboya pueden comprar el algodón a China sin aranceles, ¿por qué iban a comprárselo a India, que se descolgó del acuerdo?
Los quince países de la Rcep copan la mitad de las exportaciones mundiales de ropa y textil
De hecho, como diez de los miembros de la Rcep forman parte de Asean y, por tanto, ya cuentan con beneficios para comerciar entre ellos, la cadena está ya bastante integrada. En 2019, el 72,8% de las importaciones de textil de los países de la Rcep ya provenía de otros países del bloque. En ropa, el peso llega al 75,6%.
Esto podría tener también un efecto colateral en Estados Unidos y la Unión Europea, que son también proveedores de materias primas de las fábricas de confección de Asia.
Según un estudio elaborado en 2018 por Sheng Lu, profesor de la Universidad de Delaware y especialista en comercio internacional y la industria de la moda, el peso de Estados Unidos y la Unión Europea en las importaciones de textiles y tejidos de países de la Rcep bajaría del 9,4% al 6,5% tras la aplicación completa del acuerdo.
Aun así, los países podrán seguir comprando las materias primas y los tejidos en cualquier lugar del mundo ya que sólo se necesita una transformación (la confección, en este caso) para que los productos puedan beneficiarse del arancel cero.
El acuerdo refuerza el papel de China y penaliza a otros ‘hubs’ de la región como Bangladesh
Además, el acuerdo refuerza el papel de China no sólo a escala global, sino también como la reina de la producción de ropa en la región. Los industriales chinos llevan años trasladando su producción y construyendo fábricas en otros países del Sudeste Asiático con menores costes laborales, y el Rcep no hará sino acelerar el proceso.
¿Quién pierde? Los que se quedan fuera. Bangladesh, por ejemplo, el tercer mayor exportador de ropa del mundo y el segundo mayor hub de la región, no forma parte del acuerdo, por lo podrá formar parte de esa nueva oleada de inversiones.
Además, podría perder competitividad tanto en precio como en lead times frente al resto de países de la región debido a que se quedará fuera de esa cadena de valor integrada. Sheng Lu estima que las exportaciones de ropa país podrían reducirse hasta un 3% en el caso de las ventas a mercados de la Rcep, como Corea del Sur, y un 0,5% a países de fuera del acuerdo, como Estados Unidos.
Con todo, todos estos cambios no serán inmediatos. El periodo de implementación varía de país a país y, en casos como el de Japón, la integración no será completa hasta dentro de 21 años. Además, cada país puede marcar periodos de integración diferentes para diferentes mercados de la Rcep.