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Nueva crisis en Montefibre: los trabajadores denuncian impagos

La empresa, propiedad de Praedium y que llegó a contar con 160 trabajadores, tiene hoy sólo 35 personas en plantilla. Su propietario defiende que está en negociaciones con potenciales inversores que reactiven el proyecto.

I. P. G.

24 nov 2021 - 04:58

Nueva crisis en Montefibre: los trabajadores denuncian impagos

 

 

 

Montefibre Hispania no levanta cabeza. Los trabajadores de la empresa de hilatura, controlada por el grupo inversor Praedium, denuncian que la compañía encadena impagos de casi seis nóminas. Desde la propiedad, controlada por Alfonso Cirera, subrayan que se está en negociaciones con inversores que garanticen su supervivencia.

 

Los empleados concretan que la empresa ha impagado ya tres mensualidades y dos pagas extraordinarias, a las que si nada cambia se sumará una mensualidad más en menos de un mes.

 

“Por tercera vez nos está sometiendo a una situación de impagos prolongados”, denuncian desde el comité de empresa. Actualmente, Montefibre, que llegó a contar con 160 trabajadores en plantilla, emplea a 35 personas.

 

El último expediente de regulación de empleo (ERE) se presentó a principios de este mismo año y afectó a 44 trabajadoresOtro medio centenar abandonaron la empresa o están en excedencia.


 

 


Praedium (que controla también Nylstar y Lupo, que se gestionan de forma independiente) rescató Montefibre Hispania en 2015 del concurso de acreedores mediante una ampliación de unos dos millones de euros.

 

El objetivo era reconvertir la actividad hacia la fabricación de precursor de fibra de carbono (Montefibre Carbon). Los trabajadores denuncian que para acometer esta transformación “únicamente había que realizar una inversión hace tres años de entre 30.000 euros y 60.000 euros para intentar replicar este polímero, pero nunca se materializó”.

 

La fábrica, que retomó su producción en 2017 después de cuatro años parada, carece hoy de actividad, más allá de las tareas de mantenimiento, y los trabajadores desconfían de que pueda reactivarse el proyecto. La única esperanza es la entrada de algún socio que acometa la inversión necesaria para realizar la transformación.

 

La empresa fue impulsada por el grupo italiano del mismo nombre, hoy desaparecido, y llegó a contar también con oficinas comerciales en Barcelona. La fábrica se encuentra en Miranda de Ebro (Burgos) y sus últimos objetivos, que datan de 2017, eran producir 45.600 toneladas anuales de fibra acrílica de uso textil y servir a clientes de treinta países.