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Partenon, el templo gallego de los uniformes

Alejandro Marques de Magallanes representa la segunda generación al frente de Partenon, un rol que previsiblemente heredará su hijo. La compañía galelgo pasó a tener a la administración pública como su cliente principal.

Partenon, el templo  gallego de los uniformes
Partenon, el templo  gallego de los uniformes

Celia Oliveras

24 oct 2024 - 05:00

El lector que piense en Galicia, y más en concreto, en el sector de la moda gallega, le vendrán inevitablemente a la cabeza nombres como Adolfo Domínguez, Roberto Verino y, cómo no, Inditex.

 

 

Revista Modaes número 52

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La tradición textil en la comunidad gallega, sin embargo, va mucho más allá de sus diseñadores y sus gigantes, y cuenta con otras empresas históricas. Una de ellas es Partenon, que con un nombre que evoca a dioses y héroes griegos, se ha convertido en el templo gallego de los uniformes para policía y bomberos de (casi) media Europa.

 

Partenon nació en 1958 de la mano de Adriano Marques de Magallanes, que aprovechó el auge de los nuevos materiales, como el plástico o las membranas PVC, para crear una compañía de moda especializada en ropa impermeable. En un inicio, Marques de Magallanes trabajaba de la mano del sector industrial, confeccionando trajes para compañías eléctricas o pescadores.

 

Pronto, la calidad y utilidad de estos trajes llevó a Partenon a contar con una cartera con clientes tan importantes como Telefónica o Iberduero.

 

“Mi padre hacía productos de vanguardia en el sector de lo impermeable, y pronto los clientes que ya tenían contratados con él estos trajes más especializados empezaron a pedir uniformes para otro perfil de trabajadores de la compañía”, explica Alejandro Marques de Magallanes, hijo del fundador y segunda generación al frente de la empresa.

 

 

 

 

A partir de los años 80, estos dos mundos se unieron bajo un mismo cliente que ha marcado el desarrollo de Partenon desde entonces: los uniformes policiales. Durante las dos décadas siguientes, la empresa se hizo un hueco en este universo. Poco a poco, los clientes de la compañía pasaron a ser cada vez más los diferentes cuerpos policiales de las administraciones públicas españolas.

 

Además, en los años 90, Partenon desembarcó en Alemania, un mercado que rápidamente se convirtió en el 50% del negocio de la compañía.

 

Con una dependencia tan grande del mercado alemán, Marques de Magallanes relata cómo su padre vio peligrar el negocio cuando la administración germana le alertó que tenía previsto cambiar su aprovisionamiento a una empresa estadounidense que, además de fabricar los uniformes, llevaba a cabo la logística y distribución de los uniformes.

 

“En el año 2000 hubo un cambio en el modelo de negocio, que pasó a ofrecer un servicio completo”, relata el ejecutivo. A partir de entonces, y ya de manera continuada hasta hoy, Partenon dio comienzo a la producción de pantalones, camisas y otros artículos que completan los uniformes policiales, que distribuía a los propios agentes alemanes en sus casas.

 

 

partenon cadena 980

 

 

“Creamos una solución informática a través de una página web, con claves personalizadas para cada agente, en el que estos pueden solicitar las prendas que quieren para montar sus uniformes”, explica el directivo.

 

Con el tiempo, la compañía se ha expandido a otros países de Europa como Suecia, Italia o Malta. De este último, el ejercicio anterior llegó a realizar los uniformes de todo el cuerpo policial del país. A día de hoy, Partenon cuenta con más de 400 clientes, que pueden llegar a suponer hasta 400.000 agentes y ya incluyen policías locales, nacionales o bomberos.

 

El negocio de Partenon se basa en varias estructuras comerciales, según el tamaño del cliente y la necesidad de este. Por un lado, ofrece un catálogo de prendas estándar (pantalones, polos, camisas, etc.) del que los clientes pueden comprar grandes cantidades. Paralelamente, la compañía también opera con portales “bajo demanda” en los que ofrece prendas específicas para algunos cuerpos, como la Policía Nacional o la Ertzaintza, donde los agentes pueden entrar y comprar los artículos que quieran.

 

 

 

 

El mercado español ha vuelto a convertirse en el motor de Partenon (sólo la Policía Nacional o la Guardia Civil suponen más de 130.000 hombres), y copa el 70% del negocio de la compañía gallega.

 

En 2023, la empresa alcanzó ventas de treinta millones de euros, frente a los veinte millones de euros del ejercicio anterior. Este aumento, sin embargo, fue debido al retraso en varios materiales que acabaron por trasladar parte de la facturación de 2022 a ese año. En 2024, la compañía prevé reducir ligeramente su facturación, hasta 25 millones de euros, todavía por encima de la cifra de 2022.

 

 

 

 

Partenon, con una plantilla de 120 trabajadores en España y 250 empleados entre algunas de sus fábricas en Portugal y Marruecos, todavía se mantiene en su totalidad en manos de la familia fundadora.

 

Aunque Alejandro Marques de Magallanes ocupa el cargo de director general, la propiedad de la empresa se divide entre él y sus cuatro hermanos. De cara al futuro, su hijo ya ha entrado en la compañía, con la posibilidad de mantener el liderazgo familiar una generación más.

 

La presencia familiar en la moda, sin embargo, se remonta un poco antes de 1958. La madre de Marques de Magallanes, de hecho, era Rita Regojo, hija del fundador de la empresa de confección Regojo, que llegó a convertirse en una de las más importantes en la fabricación de camisas en toda España.

 

Antes de fundar Partenon, Adriano Marques de Magallanes, originario de Portugal, trabajaba con su suegro en la empresa, que por entonces ya era un gigante del textil en el país. El legado de su familia dejó atrás hace años el apellido Regojo y se puede encontrar hoy en día en los uniformes policiales de miles de policías en Europa.