El cambio climático, la última pesadilla de la cadena de suministro
Las inundaciones, la subida del nivel del mar o las crisis energéticas derivadas de eventos meteorológicos extremos amenazan con dificultar aún más la supply chain, que ya acarrea disrupciones tras el Covid-19 y la guerra en Ucrania.
6 abr 2022 - 04:48
La supply chain se va a poner peor. La pandemia ha sido el enemigo principal de la cadena de suministro los últimos años, y ahora es la guerra en Ucrania la que está desestabilizando el proceso, pero hay una amenaza que puede boicotear aún más la supply chain: la crisis climática. Los episodios meteorológicos extremos tensarán aún más la logística del comercio internacional, ya que con tormentas, inundaciones y sequías pueden generar escasez de energía, llenar las estanterías de las tiendas puede complicarse aún más.
El pasado lunes, el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático (Ipcc, por sus siglas en inglés), impulsado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lanzó un ultimátum: “las emisiones deben tocar techo antes de 2025 y luego caer de forma drástica si se quiere evitar la catástrofe”.
Para ello, la organización señala que se requieren “reducciones profundas y, en la mayoría de los casos, inmediatas de las emisiones de los gases de efecto invernadero de todos los sectores”. El informe ya ha sido catalogado como el ahora o nunca, igual que ya lo fue la COP26 celebrada en Glasgow el pasado noviembre y lo vienen siendo las últimas investigaciones de la ONU. Para la activista del clima Greta Thunberg, el informe peca de optimista. “Parecen más centrados en dar falsas esperanzas que en decir la verdad”, sostenía la sueca en Twitter.
Una de las principales amenazas será la subida del nivel del mar, que puede inutilizar puertos y otras infraestructuras de costa
Mientras que las distintas disrupciones de la cadena de suministro se han presentado como pasajeras, el cambio climático puede provocar daños profundos y a largo plazo en todo el proceso. Una de las principales amenazas será la subida del nivel del mar, que puede inutilizar puertos y otras infraestructuras de costa, aunque la cadena también puede verse afectada por huracanes, inundaciones o incendios, todos episodios climatológicos extremos que aumentarán con el cambio climático, según recoge la publicación de la Universidad de Yale Yale Environment 360.
Uno de los últimos episodios se produjo en Estados Unidos. La helada en Texas en febrero de 2021 generó una de las peores crisis energéticas del país. El episodio, provocado por diversas tormentas severas, además de provocar escasez de agua y alimentos, forzó el cierre temporal de tres plantas de semiconductores y el tráfico de carreteras, lo que generó retrasos en la cadena de suministro entre Texas y el noroeste del Pacífico.
En Europa, las fuertes lluvias en Alemania, Bélgico y Países Bajos generaron grandes inundaciones que frenaron el transporte. Uno de los más perjudicados fue el río Rin, que los últimos años se ha desbocado o casi secado a causa de las sequías, por lo que dificulta el tráfico fluvial.
Las inundaciones del pasado verano en China alteraron la cadena de suministro
Las alteraciones también se han dejado sentir en la fábrica del mundo. Las inundaciones del pasado verano en China alteraron la cadena de suministro de materiales como el carbón, lo que acabo generando el cierre de una fábrica de Nissan. Episodios similares sucedieron el pasado año debido a los incendios y después inundaciones en la provincia canadiense de British Columbia, que bloquearon el comercio por tren y carretera; un tifón que efecto la producción de semiconductores en Taiwán y el funcionamiento de uno de los mayores puertos del sudeste asiático, Klang.
De hecho, Malasia es uno de puntos críticos en la cadena de suministro global que más disrupciones puede sufrir a causa de las alteraciones por el cambio climático. El país registrará altas variaciones de temperatura que pueden originar sequías e inundaciones.
Desde Yale, apuntan que los puertos marítimos, vía por la que se comercia el 90% de los fletes del mundo, deberán realizar grandes inversiones para blindarse ante el aumento del nivel del mar. Ante esta amenaza, algunos operadores están optando por una cadena de suministro “dual”, por lo que envían el mismo producto por dos caminos distintos para prevenir el desabastecimiento.