Estée Lauder sale del negocio de licencias de perfumería

Estée Lauder saca las tijeras. El grupo estadounidense de perfumería y cosmética, el segundo mayor por facturación a escala mundial, cerrará su rama de negocio Aramis&Designer Fragrances, en la que se englobaban las licencias de perfumería de Tommy Hilfiger, Michael Kors, DKNY y Ermenegildo Zegna, además de su marca propia Aramis, según adelanta WWD.

La compañía traspasará las licencias de las firmas de terceros de aquí a junio 2023, y trasladará la gestión de Aramis, marca de perfume para hombre que lanzó en 1963, a otra rama de negocio. Según ha comunicado la empresa, la operación forma parte de un proceso de reducción de costes con la intención de “utilizar sus recursos en las áreas con mayor potencial de crecimiento”.

La licencia de perfumería de Michael Kors podría pasar a manos de EuroItalia, y las de Donna Karan y Dkny serán gestionadas por Interparfums, que recientemente adquirió también las de Salvatore Ferragamo y tomará las riendas de las marcas neoyorquinas en julio de 2023.

Estée Lauder ha añadido que el negocio de fragancias se mantendrá como una de sus prioridades en el futuro, y continuará operando con numerosas otras líneas de perfumería, entre ellas Tom Ford Beauty, Aerin, Jo Malone, Kilian Paris y Le Labo.

Estée Lauder incrementó sus ventas de perfumería en un 23,2% en el ejercicio de 2021

El grupo acumula ya la venta o cierre de seis marcas en 2021. El pasado abril, la empresa vendió Rodin Olio Lusso, especializada en aceites corporales de lujo, y, dos meses antes, anunció el cierre de Becca Cosmetics, efectivo en septiembre.  

En cuanto a la rama de cosmética de Estée Lauder, el grupo opera con marcas como Too Faced, Bobbi Brown, Mac, Glam Glow y Clinique. El pasado febrero, la estadounidense compró el dueño de The Ordinary, Deciem, por 2.200 millones de dólares, la mayor operación de su historia.

Estée Lauder cerró el ejercicio fiscal de 2021 (terminado en junio) con un crecimiento interanual del 13%, hasta alcanzar ventas de 16.200 millones de dólares. Sus ingresos netos superaron en un 10% los niveles prepandemia, la facturación de skincare creció un 28,5% y la de perfumería un 23,2% en relación a 2020.