Anta saca pecho en el año del Covid-19: crece un 4,7% y reduce beneficio sólo un 3,4%

Anta reivindica su fortaleza en el año más difícil. El grupo chino, que controla también la marca Fila en el gigante asiático y la finlandesa Amer Sports, ha cerrado el ejercicio 2020 (finalizado el 31 de diciembre) con un crecimiento del 4,7% y un leve descenso del beneficio.

La empresa facturó 35.512 millones de yuanes (4.584 millones de euros) en 2020, frente a los 33.928 millones de yuanes (4.380 millones de euros) del año anterior. En un año en que muchos grandes grupos han cerrado en pérdidas con fuertes caídas de rentabilidad, el margen de anta se elevó en tres puntos, hasta el 58,2%, y su resultado neto cayó sólo un 3,4%, hasta 5.162 millones de yuanes (666,4 millones de euros).

El ecommerce se disparó un 53%, una subida especialmente relevante en un país donde las restricciones fueron menores y donde el comercio electrónico tenía ya una elevada penetración antes de la pandemia. El canal copa ya un 26% de la facturación del grupo.

El gigante chino, que este año celebra tres décadas de trayectoria, ha vuelto a reivindicar su aspiración de convertirse en un actor global en la industria del deporte. “No estamos satisfechos con ser sólo una marca líder en China, también estamos tratando de convertirnos en una firma de clase mundial”, ha señalado Ding Shizhong, presidente del grupo. Prueba de esta ambición global fue la compra en 2019 de la compañía finlandesa Amer Sports.

Anta genera ya la mitad de su facturación total con la marca Fila

Fila representa ya casi la mitad de la facturación del grupo, tras crecer un 18,1% el año pasado y alcanzar 17.450 millones de yuanes (2.253 millones de euros). Anta, por su parte, fue la marca que peor evolucionó, con un descenso del 9,7%, hasta 15.749 millones de yuanes (2.033 millones de euros). El resto de marcas, con un posicionamiento más técnico, se dispararon un 35,4%.

Fila es, además, mucho más rentable, con un beneficio bruto de 12.092 millones de yuanes (1.561 millones de euros), frente a los 7.035 millones de yuanes (908 millones de euros) que aporta Anta.

Desde 2009, cuando compró el negocio de Fila en China, la empresa ha engordado la marca con el lanzamiento de Fila Kids en 2015 y de Fila Fusion, que cuenta con su propia red de tiendas, en 2017.

“No estamos satisfechos con ser sólo una marca líder en China, también estamos tratando de convertirnos en una firma de clase mundial”, ha dicho el presidente

Además, la empresa está impulsando la línea de calzado, que confía en que se convierta en uno de sus motores de crecimiento en el futuro. Durante 2020, la marca vendió más de diez millones de pares. En total, el calzado sólo representa un 35,8% de la facturación del grupo, frente al 61% que aporta la ropa, pero mientras la primera categoría se disparó un 11,3% en 2020, la segunda repuntó sólo un 1,3%.

El grupo atribuye la contracción de Anta al cambio en su estrategia de distribución. Durante el último año, la empresa ha seguido los pasos de gigantes internacionales como Nike o Adidas y se ha volcado en su estrategia de venta directa al consumidor final (direct to consumer o DTC).

“Anta ha adoptado un modelo de distribución wholesale en China durante más de veinte años, y ha sido muy efectivo a la hora de promocionar el negocio a escala nacional”, argumenta la empresa. “Sin embargo, a medida que los hábitos de los consumidores cambian tan rápido, las empresas deben cambiar y transformarse”, continúa.

En este sentido, Anta comenzó el cambio hacia el modelo de venta directa en once regiones de China, y el objetivo es que alrededor del 60% de las 3.500 tiendas del grupo en estas zonas sean propias cuando se culmine el plan este año.

La compañía cerró el ejercicio con 9.922 tiendas de Anta y otras 2.006 de Fila en China y Singapur. Además, el grupo opera en China continental y Hong Kong con 175 establecimientos de Descente, la marca más técnica y de posicionamiento más alto de Anta, y otros 157 de Kolon Sport.