Deporvillage salta al retail y pone rumbo a 163 millones en ventas en 2023
La compañía ha cerrado un año “de ajuste” tras la explosión registrada por la pandemia, con una contracción de las ventas del 5% respecto a 2021. Este año, la previsión pasa por crecer un 10%.
28 abr 2023 - 05:00
JD Sports explora nuevos horizontes con Deporvillage dos años después de su compra. El pure player catalán, que pasó a manos del grupo británico en junio de 2021, dará hoy el salto al canal físico con la apertura de su primera tienda. La empresa, que cerró 2022 con un descenso de las ventas del 5%, prevé retomar este año la senda del crecimiento y alcanzar una facturación de 163 millones de euros.
“Ha sido un año de ajuste, pero hemos logrado mantener ventas y clientes ganados durante la pandemia”, explica Amparo Cuerda, que asumió el cargo de co-consejera delegada de Deporvillage a finales del año pasado.
Aupada por el empuje que la pandemia dio al canal online y al sector del deporte, Deporvillage duplicó su facturación en 2020 y creció otro 35% en 2021, hasta 163 millones de euros. La plataforma sirve a todo el mundo, aunque Italia, Francia, Alemania y Portugal son sus principales destinos. En total, el extranjero aporta más de la mitad de las venas.
Deporvillage abrirá mañana su primera tienda en un parque comercial de Alcorcón; la siguiente será en Granada
En el arranque de 2023, la compañía ya ha regresado a los crecimientos a doble dígito y este año prevé cerrarlo con un alza del 10% para, a partir de 2024, volver a superar el 20% de crecimiento anual. Cuerda precisa que la empresa se encuentra además en beneficios.
La primera tienda de Deporvillage se instalará en el parque comercial Alcora Plaza de Alcorcón, en Madrid, y la siguiente se ubicará en Granada, también en un parque comercial, que abrirá sus puertas en junio.
“Esta es una de las oportunidades que nos brinda pertenecer a un grupo con gran expertise en retail físico”, señala la ejecutiva. “Queríamos abordar esta apertura como una experiencia de aprendizaje para entender cómo ofrecer un mejor servicio y explorar el potencial de venta de algunas categorías como bicicletas”, añade Cuerda. Actualmente, la empresa cuenta con 1.200 metros cuadrados centrados en el ciclismo y ha supuesto una inversión de 1,5 millones de euros.
La compañía prevé volver a crecer por encima del 20% a partir de 2024
La empresa ha integrado herramientas para trasladar a tienda elementos propios de la Red como el pricing dinámico. “La flexibilidad de precios que caracteriza a Deporvillage se trasladará a la tienda con un etiquetado digital”, explica Cuerda.
Mientras, Deporvillage también ha seguido innovando online, donde está trabajando en la integración de ChatGPT en el desarrollo de descripciones de producto. Además, como cada vez más operadores online, Deporvillage ya cobra los envíos en España hasta 49 euros y también las devoluciones. “No hemos notado un impacto, creemos que el consumidor ha entendido que el ecommerce tiene un coste económico y medioambiental”, dice Cuerda.
Lo que la empresa descarta, por ahora, es reducir el número de firmas con las que trabaja, como han hecho otros operadores como Zalando. Deporvillage distribuye unas 800 firmas en la web.
Iberian Sports Retail Group (Isrg), controlada en un 50,02% por JD Sports, opera con las cadenas Sprinter, JD Sports, Sport Zone, Deporvillage y Bodytone. Mientras Deporvillage está especializada en un deportista con práctica intensiva y en categorías como el running, Trail running, ciclismo y outdoor, Sprinter tiene una oferta más generalista, centrada en deportes populares o de fácil acceso como el running, el entrenamiento o el fútbol. JD Sports, por su parte, tiene un enfoque más urbano.
Deporvillage se fundó en 2010 de la mano de Xavier Pladellorens y Ángel Corcuera. En 2021, Isrg compró el 80% de la empresa por 140 millones de euros, lo que situaba su valoración en 176 millones de euros, equivalente a doce veces su ebitda.
A finales del año pasado, JD Sports se hizo con otro 18% del capital por 19,8 millones de euros, reservándose una opción de compra sobre el 2% restante, que seguía en manos de los fundadores. Estos, a su vez, abandonaron la empresa unas semanas después.