Moda infantil: sólo Mayoral, Id Kids, Kidiliz y CWF esquivan el golpe en España
Mayoral continúa coronándose como el principal operador de moda infantil en el mercado español, con una facturación de 365 millones de euros en 2019.
20 feb 2020 - 05:00
Menos nacimientos, menos niños, menos moda infantil. El negocio de la moda infantil en España se va encogiendo cada vez más y a las empresas del sector les toca una porción cada vez menor de la tarta. En 2018, nacieron 372.777 niños en España, 20.404 menos que en 2017. La demografía ha repercutido directamente en las ventas del sector, ya que en 2018, sólo cinco de las veinte mayores empresas de moda infantil en el país cerraron el ejercicio al alza, según las últimas cuentas depositadas por las compañías en el Registro Mercantil.
Mayoral, Id Kids, Kidiliz y CWF fueron las empresas que se salvaron, mientras que Losan, Chicco, Bóboli, Tuc Tuc, Charanga, Prenatal, Neck&Neck, Nanos, Zippy, Sergent Major, Paetit Bateau, Marla o Tutto Piccolo registraron caídas en su facturación.
La moda infantil ha ido perdiendo peso progresivamente en los últimos años. En 2018, el peso de las ventas de moda infantil sobre el total de las ventas de moda en España se situó en el 13,1%. En 2015, el sector copaba el 13,2% de las ventas totales en el país. En 2018, además, las ventas del sector crecieron sólo un 0,17% en España, hasta 1.202 millones de euros, frente a los 1.200 millones de euros de un año atrás.
En 2018, el peso de las ventas de moda infantil sobre el total de las ventas de moda en España se situó en el 13,1%
Mayoral continúa siendo el primer grupo infantil de moda en España. La empresa cerró el último ejercicio con unas ventas globales de 365 millones de euros frente a los 350 euros del año anterior.
La compañía se ha mantenido al alza gracias a la expansión internacional y la diversificación. El grupo malagueño concentra el 75% de sus ventas fuera del país, donde está presente en más de cien mercados y cuenta con diecisiete filiales.
La segunda empresa española en el podio de la moda infantil en el país es Bóboli. Aunque la compañía finalizó 2018 con una caída de las ventas del 6,3%, el grupo supera los cuarenta millones de euros de facturación, con unos ingresos de 41,1 millones de euros.
Tras Bóboli se encuentra Tuc Tuc como la tercera mayor empresa española de moda infantil. La compañía también atraviesa por un periodo complicado, en el que ha recortado sus ventas, entrado en pérdidas y refinanciado deuda.
En concreto, en 2018, el grupo facturó 39,6 millones de euros, un 6% menos que el año anterior. En paralelo, Tuc Tuc entró en pérdidas durante el ejercicio, registrando unos números rojos de cuatro millones de euros, frente al beneficio de un millón de euros del año anterior. La compañía de moda infantil, controlada por el fondo Endurance, también refinanció su deuda bancaria, aunque no ha precisado a cuánto asciende.
Mayoral, Bóboli y Tuc Tuc son las tres mayores empresas de moda infantil en España
Gocco, por su parte, también situó sus ventas al alza en 2017, el último ejercicio en el que la empresa ha aportado datos. La empresa finalizó el periodo con unas ventas de 34 millones de euros, un 5,5% más que el año anterior. Sin embargo, el grupo dobló sus pérdidas, pasando a tener unos números rojos de 12,6 millones de euros, desde los 7,3 millones de euros de un año atrás.
En la memoria depositada en el Registro Mercantil, el grupo admite que el retail está atravesando dificultades a nivel mundial durante los últimos ejercicios, y “Gocco no es ajeno a esas dificultades”. La compañía explica que el equipo directivo está acometiendo una serie de medidas con el objetivo de “revertir la situación en curso”.
En el marco de ese plan, la empresa llevó a cabo una reestructuración operativa para reducir costes, que pasa por el cierre de tiendas no rentables y enfocar su expansión internacional en mercados “ya testados”, como México, Oriente Próximo o Portugal.
La siguiente empresa en el ránking es Charanga. La compañía también situó a la baja su cuenta de resultados en 2018, con unas ventas de 23,3 millones de euros, un 0,6% menos y unas perdidas de 337.000 euros, frente a los 65.000 euros del año anterior.
La empresa solicitó concurso voluntario de acreedores en 2013, del que salió seis meses. En 2017, Charanga presentó una solicitud de modificación del convenio, que fue aprobada y supuso la ampliación a veinte años en el plazo máximo para el pago principal de los créditos.
En las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil, la empresa ha expresado que “la economía española ha experimentado una fase de crecimiento económico” y esto ha supuesto un escenario positivo para la estructura empresarial del país, a la que se le garantiza el crecimiento.
Neck&Neck también encogió su negocio en 2018, con unos ingresos de catorce millones de euros, un 15,7% menos
Cóndor, por su parte, mantuvo estables sus ventas en el ejercicio 2018. La compañía catalana registró una facturación de 17,8 millones de euros durante el periodo, sólo un 0,6% menos que un año atrás. Sin embargo, la compañía mejoró su resultado neto, registrando unas ganancias un 17,4% superiores a las de 2017, hasta 1,1 millones de euros.
Neck&Neck también encogió su negocio en 2018, con unos ingresos de catorce millones de euros, un 15,7% menos que en 2018, y unas pérdidas de trece millones de euros, frente al beneficio de 1,4 millones de euros de un año atrás.
“El sector de la moda está inmerso en un momento de profundos cambios que exigen a las empresas una profunda transformación para adaptarse al nuevo entorno de mercado”, explica Neck&Neck en su memoria anual.
En este escenario, la empresa ha llevado a cabo un plan de contingencia. “Durante el periodo se han cerrado tiendas no rentables”, explica la compañía. Además, Neck&Neck también hace hincapié en la guerra de precios en la que se ve inmersa el sector, que también ha afectado a su negocio.
“El abandono de la guerra de precios ha supuesto el incremento de porcentaje de ventas a precio completo, pero también el incremento de stock sobrante a final de temporada”, asegura Neck&Neck en el informe de sus cuentas anuales de 2018.
Nanos, por su parte, también mantuvo la tendencia de la mayoría de empresas de moda infantil en España. El grupo finalizó el ejercicio de 2018 con una caída de las ventas del 5,8%, hasta 12,1 millones de euros. Además, el grupo también entró en números rojos durante el periodo, registrando unas pérdidas de 1,3 millones de euros, frente al beneficio de 1,9 millones de euros de 2017.
También la moda de ceremonia se ha visto afectada por la situación que atraviesa el negocio de la moda infantil en España. Marla, una de las mayores empresas especializadas en este segmento en España, cerró el ejercicio de 2018 con un beneficio de 46.852 euros, un 46% menos que un año atrás. Sin embargo, el grupo mantuvo al alza sus ventas, registrando un crecimiento del 4,5%, hasta 4,4 millones de euros.
Aunque se sitúa a la cola del ránking, Tutto Piccolo es una de las empresas españolas de moda infantil que creció en 2018, aupada principalmente por “el considerable esfuerzo que se viene realizando en la apertura de nuevos mercados y en la consolidación de la posición de la empresa en sus áreas tradicionales de negocio y el importante desarrollo llevado a cabo en los productos y calidad de los mismos”.
El grupo finalizó el último ejercicio con unas ventas de dos millones de euros, un 1,7% más que el año anterior. Además, la empresa consiguió revertir sus pérdidas, cerrando el año en positivo, con unas ganancias de 8.212 euros.
La moda internacional también sufre en España
Además de los grupos nacionales, el negocio de la moda infantil también atraviesa una situación complicada en el resto del mundo, que ha llevado a concurso a gigantes como Gymboree y a encarar fuertes reestructuraciones a compañías como Orchestra, de las que no hay cuentas depositadas en el Registro Mercantil en España, o Mothercare, que también ha cerrado operaciones en el país.
Losan es la mayor empresa internacional especializada en moda infantil en España, propiedad del gigante Sonae. El grupo portugués finalizó el último ejercicio con unas ventas de 53,2 millones de euros, un 8% menos que un año atrás. Como otros de los grupos del sector, la empresa entró en pérdidas durante el ejercicio, registrando unos números rojos de 2,8 millones de euros, frente al beneficio de 2,6 millones de euros de 2017.
La empresa explica que estos resultados se deben a que en 2018 en España “el negocio de la moda multimarca ha experimentado una evolución irregular, con meses más negativos que positivos”. La inestabilidad de algunas economías emergentes como Turquía, donde el grupo tuvo que cerrar su filial, también lastraron el negocio de la empresa en 2018.
El gigante italiano de la puericultura Chicco, propiedad del grupo Artsana, es otras de las empresas internacionales que ha encogido su tamaño en España en 2019. Aunque el grueso de su negocio es puericultura, la empresa también distribuye una línea de moda infantil.
El grupo finalizó 2018 con unas ventas en España de 47,1 millones de euros, un 0,72% menos que un año atrás. igual que Lonsan, Chicco también entró en pérdidas durante el periodo, registrando unos números rojos de 1.392 euros.
ÏD Kids finalizó 2018 con unas ventas de 24,3 millones de euros en España, un alza del 3,2%
La francesa ÏD Kids, propietario de Okaïdi, es una de las pocas empresas que ha nadado a contracorriente del sector. El grupo finalizó 2018 con unas ventas de 24,3 millones de euros en España, lo que supuso un alza del 3,2%. Sin embargo, la empresa encogió su resultado durante el periodo, cuando ganó un 62% menos.
En el periodo, el grupo ha iniciado una nueva estrategia de expansión después, según explica en sus cuentas, del “cierre de aquellas tiendas que aportaban una menor rentabilidad” lastrada por “una fase de contracción del volumen de consumo derivado de la crisis económica iniciada en el ejercicio de 2008”.
Para los próximos años, el grupo explica que “espera continuar con su fase de consolidación y posicionamiento en España a pesar de la fuerte competencia del sector, y tiene prevista la apertura de nuevas tiendas, dentro de un ambicioso proyecto de expansión”.
Kidiliz también finalizó 2018 en positivo, con un incremento del 3,9%
Kidiliz, por su parte, también finalizó 2018 en positivo a pesar de las dificultades del panorama actual, que según destaca la compañía “hay que hacer hincapié en las dificultades por las que ha continuado pasando el sector textil durante los últimos años”. La empresa finalizó el periodo con un alza del 3,9%, hasta 22,7 millones de euros. Además, Kidiliz ha registrado unas ganancias de un millón de euros en el periodo, un 15,5% más que un año atrás.
La compañía, además, reflexiona sobre la situación actual del sector, en la que se ha acelerado “la sustitución del comercio tradicional e independiente por otros modelos de distribución: cadenas especializadas, outlets e internet, que obliga a buscar posicionamientos distintos para mantener cuota de mercado en un micro entorno de presión competitiva y cifras de mercado decrecientes”.
La moda la italiana Prénatal también ha encogido sus cuentas en España en 2018. El grupo finalizó el periodo con una de las mayores caídas, un descenso del 15,6%, hasta 19,8 millones de euros en el país. Además, el grupo continuó en pérdidas, registrando unos números rojos de 3,6 millones de euros.
Las francesas Sergent Major y Petit Bateau encogieron sus ventas un 7% en 2018 en España
También propiedad el gigante portugués Sonae, al contrario que Losan, Zippy situó su negocio a la baja en España en el ejercicio de 2017, último año en el que hay cuentas depositadas en el Registro Mercantil. La empresa finalizó el periodo con una caída de sus ventas del 20% en el que fue su octavo ejercicio en España.
En el periodo, la empresa bajó la persiana de seis tiendas con el objetivo de “sanear la cadena y continuar con el plan de crecimiento en España de forma más consolidada”. Durante el periodo, además, la compañía redujo sus pérdidas, pasando de unos números rojos de diez millones de euros a 3,9 millones de euros en negativo.
La francesa CWF, por su parte, fue otra de las pocas que salvó su negocio en España en 2018, registrando un ligero crecimiento, del 0,5% y multiplicando por dos su beneficio en el país. la compañía, que no da detalles en sus cuentas, expresa que en los años posteriores espera continuar con los mismos resultados positivos.
Las francesas Sergent Major y Petit Bateau también evolucionaron a la baja durante el periodo. Ambas compañías registraron una caída de sus ventas en España en 2018 del 7%. Sin embargo, Sergent Major ganó un 27% más en el periodo mientras que Petit Bateau encogió sus ganancias un 67%.