Paloma Barceló abre sede en Nueva York para apuntalar su estrategia exterior

Paloma Barceló apuntala su negocio exterior. La marca española de calzado de lujo, propiedad del grupo ilicitano Cosí Cosí Footwear, pone en marcha una filial en Nueva York para impulsar su desarrollo en el mercado estadounidense. En sus nuevas oficinas en la ciudad de los rascacielos, el grupo ha instalado un showroom desde el que centralizar sus operaciones en el país americano.

La puesta en marcha de esta subsidiaria en Nueva York coincide con el acuerdo que Paloma Barceló ha alcanzado con el grupo japonés de distribución Itochu para introducir la marca en este país asiático. “La estrategia depende de cada país”, ha explicado Manuel Barceló, consejero delegado de Cosí Cosí Footwear, a Modaes.es. “Hay mercados complejos de gestionar, como Japón, en los que es mejor ir de la mano de un socio local, mientras que hay otros, como Estados Unidos, que sí permiten hacerlo por tu cuenta”, señala.

El siguiente paso en la estrategia internacional de Paloma Barceló es China, donde la marca trabaja en la búsqueda de un socio local para abordar el mercado. En Europa, la gestión del márketing y la distribución continúa centrada en su socio italiano Doro Venezia, con oficina en Milán. “El made in Spain funciona bien en este tipo de artículos, pero es más fácil venderlos desde Italia”, señala Barceló.

Paloma Barceló ha instalado en sus oficinas de Nueva York un showroom desde el que gestionar sus ventas a todo el país

Cosí Cosí Footwear es de los pocos actores del calzado en España que ha apostado por el segmento del lujo. Con una facturación de 23 millones de euros en 2016, la compañía emplea en la actualidad a unos 130 trabajadores, la mayoría de ellas en su plataforma productiva, compuesta por cuatro naves con una línea de producción cada una.

La historia de Cosí Cosí Footwear va de la mano de lo ocurrido en las cuatro últimas décadas en la industria alicantina del calzado. La familia Barceló dio sus primeros pasos en este negocio en la década de los sesenta a raíz de la llegada de grupos estadounidenses de distribución en busca de proveedores. A medida que la globalización fue llegando a países asiáticos con costes productivos más bajos, la empresa familiar viró el rumbo en su estrategia hacia el desarrollo de sus propias marcas, tal y como también hizo gran parte del sector.

La compañía empezó esta nueva etapa introduciendo sus propias enseñas de calzado urbano en puntos de venta alemanes y británicos y, con el tiempo, terminó centrándose hace siete años en el calzado de lujo, tanto en la fabricación para terceros como en el desarrollo de su propia marca, a la que llamó Paloma Barceló.

Fundada por su padre, también Manuel Barceló, la empresa está hoy en manos de sus hijos. Manuel Barceló se encarga de la gestión, el diseño y las ventas internacionales; José, de la producción, y María Luisa, de la administración.

Retail y diversificación

Paloma Barceló, que el pasado marzo puso en marcha en Madrid su primer flagship store, contempla continuar avanzando en una estrategia de retail para expandir la marca. “El futuro pasa por dominar el retail, con tienda online, pop ups, corners en grandes almacenes o tiendas monomarca”, asegura Barceló. Por el momento, el grupo está tanteando ciudades como Milán o Palma para abrir sus próximos puntos de venta.

Por otro lado, la empresa ha apostado también por la diversificación con el lanzamiento de la marca Manuel Barceló, especializada en sneakers y posicionada también en un segmento alto. “Hoy en día, el mercado de las sneakers es moda y cualquier marca que se precie debe de incorporarlas porque el consumidor lo pide”, asegura. Para su lanzamiento, la compañía se ha apoyado en la misma red de distribución que tiene Paloma Barceló, aunque no descarta poner en marcha más adelante su propia red de puntos de venta.