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Privalia, la ‘start up’ que se hizo mayor sin conseguir la rentabilidad

Pilar Riaño

14 abr 2016 - 09:58

Privalia, la ‘start up’ que se hizo mayor sin conseguir la rentabilidad

 

Si en 2006 Privalia echó a andar, en 2016 cambia de manos. La compañía catalana ha sido un ejemplo para start ups de todos los sectores durante los últimos años, impulsando su actividad a golpe de ronda de financiación. En su capital, los inversores más deseados de todo el mundo. En su estrategia, el desarrollo internacional y la moda. En sus cuentas sólo ha faltado un elemento: la rentabilidad. Privalia se enfrenta ahora a una nueva etapa integrada en un grupo internacional de mayor tamaño, Vente Privee, con una cultura corporativa diferente y una apetencia por la financiación externa opuesta a la suya.

 

Privalia inició su actividad hace diez años de la mano de Lucas Carné y José Manuel Villanueva, dos ex directivos de la consultora Bain&Co que vieron en el modelo de negocio de la venta de stocks de marcas de moda a través de Internet un filón para crecer. Al calor de este modelo, del que fue pionero precisamente Vente Privee, surgieron en España multitud de imitadores, los principales de los cuales fueron Privalia y BuyVIP, que fue adquirido por Amazon en 2011.

 

 

En noviembre de 2006 llegaron los primeros inversores, que inyectaron 300.000 euros después de que los tres fundadores (Carné, Villanueva y un tercero) hubieran destinado 100.000 euros al lanzamiento de su empresa. En los orígenes de Privalia estuvo involucrado Antonio Alcántara (hoy propietario de Ofertix), si bien su papel nunca ha sido aclarado por los dueños de Privalia.

 

 

 

 

Acelerón y frenazo

La compañía creció al calor del boom del ecommerce en España y sentó sus cimientos sobre la venta de stocks de moda. Este ha sido su principal campo de actuación en esta década, pero la ambición de los fundadores y la presión de los accionistas hizo que la compañía emprendiera un agresivo plan de diversificación, que más tarde rectificó.

 

Privalia se lanzó a la venta de viajes e, incluso, se atrevió con la distribución de moda a precio completo, un modelo de negocio completamente diferente al suyo. En los tres primeros meses de 2013, la compañía tomó dos decisiones drásticas: cerró Privalia Travel y dejo de operar con su proyecto estrella, Claire+Bruce, una plataforma full price de moda lanzada un año antes con la que esperaba facturar 50 millones en cuatro años.

 

Estas no fueron las únicas decisiones que tomó Privalia. Si durante los ejercicios anteriores había engordado su cúpula a golpe de fichajes estrella, en unos meses su estructura se simplificó, con la salida de directivos como Tony Batlló, hoy en día en Mango. Y, si en 2011 había invertido 3,7 millones de euros en su primera plataforma logística propia, en 2013 externalizaba su gestión y, más tarde, prescindía de ella.

 

 

Nuevos proyectos, fichajes, estructura y adquisiciones. En marzo de 2011, Privalia se hizo con el control del grupo alemán Dress for Less. La operación supuso una inyección de 88 millones de euros por parte de General Atlantic, Highland Capital Partners, Index Ventures e Insight Venture Partners, además de una línea de crédito. La operación fue valorada en 200 millones de euros.

 

Tras integrar la compañía alemana y adaptar su modelo de negocio, finalmente, en 2015 Privalia tiró la toalla y puso en venta Dress for Less. A finales del año pasado, la empresa española completó la venta de Dress for Less mediante un management buy out (MBO). El importe de la transacción no trascendió, pero Privalia provisionó cien millones de euros en sus cuentas del ejercicio 2014 en previsión de las minusvalías que pudiera generar la venta.

 

 

 

 

La venta de Dress for Less no sólo representó dar carpetazo a la única adquisición de la historia de la empresa, sino que también provocó la salida del mercado alemán. Con este movimiento, Privalia pasó a centrarse en sus mercados rentables (España e Italia) y en los que estaban proporcionando mejores cifras de crecimiento (México y Brasil).

 

 

De los fondos a la bolsa

A mediados de 2013, Privalia cerró su séptima y última ronda de financiación. Al capital de la compañía catalana se incorporó el fondo belga Sofina, que inyectó 25 millones de euros. En sus diez años de trayectoria, Privalia ha captado 212 millones de euros de fondos de inversión como La Caixa Capital Risc, Nauta Capital, Highland Capital Partners, General Atlantic, Insight Venture Partners o Index Ventures.

 

 

 

 

En todos estos años, los rumores sobre una posible venta de Privalia han sido constantes. Pero, en plena crisis económica, las cifras ofrecidas no encajaban con las expectativas de los múltiples socios de la empresa catalana, que llegó incluso a estudiar una salida a bolsa. A finales de 2011, la empresa admitía que estaba estudiando dar el salto al parqué “para obtener financiación y continuar creciendo”. A mediados de 2012, Privalia aparcó el proyecto y reactivó su venta.

 

Los interesados en Privalia a lo largo de estos años han sido muchos. Desde eBay, que en diciembre de 2010 se hizo con la compañía Brands4friends, el mayor club de compras online de Alemania, por 200 millones de dólares; Amazon, que en España ya tenía experiencia en adquisiciones tras la compra de BuyVIP; el grupo nipón Rakuten, que en  2010 compró la plataforma francesa PriceMinister, hasta Vente Privee, que finalmente ha cerrado la operación pese a haber criticado a Privalia durante años y haberla rechazado en repetidas ocasiones.

 

Vente Privee se ha hecho con un negocio que a cierre de 2014 (según los últimos datos disponibles en el Registro Mercantil) todavía no había alcanzado la rentabilidad. Privalia finalizó el ejercicio 2014 con unas pérdidas de 126 millones de euros (debido a las provisiones por la desinversión en Dress for Less), frente a los número rojos de 1,9 millones de euros de un año antes. El resultado de explotación de Privalia en 2014 se situó en 132 millones de euros negativos, si bien el año anterior había ganado 8,52 millones de euros.